Al
finalizar la segunda semana de entrenamiento, los chicos recibieron el permiso
para ir a pasar el fin de semana con su familia.
Eve,
Anne y Peter se alegraron mucho cuando los vieron llegar. Anne estaba asombrada
del cambio que se había operado en ellos en el transcurso de esas dos semanas,
el cual era mucho más notorio en los chicos que en las niñas, pero a la hora de
la comida Anne pudo notar que aunque hubiesen sufrido cambios en lo externo,
seguían siendo los mismos alborotadores de costumbre.
-
¿Y cómo va todo? --
preguntó Peter en un momento de tranquilidad
-
En líneas generales bien --
dijo Gail
-
Sí, si no contamos al infeliz que la
tiene en contra de Sam… -- estaba
diciendo Diandra
-
¡Di!
-- exclamaron Danny, Gail y Sam
-
¿Qué?
-- preguntó la chica -- Es
verdad, ese individuo le tiene antipatía a Sam
-
Solo hace su trabajo, Di -- le
dijo Sam
-
Esperen, esperen --
intervino Eve -- ¿De qué, o
más bien de quién están hablando?
-
Olvídalo Eve -- le
pidió Sam, pero difícilmente ella lo haría
-
¡Garlan!
-- exclamó Eve unos segundos
después
La
rubia se puso de pie de forma inmediata y su mirada era decididamente
amenazante. Había sido muy fácil ver en los pensamientos de Diandra y nada de
lo que vio le gustó.
-
Eve por favor -- le
pidió Sam
Pero
Eve empujó la silla con tal fuerza, que ésta fue a estrellarse contra la
vitrina que estaba a varios metros de distancia haciéndola añicos y a
continuación comenzó a caminar a toda velocidad hacia la salida. Todos se
levantaron para ir tras ella, pero el más rápido fue Mael que la alcanzó casi
en la salida.
-
Eve escúchame -- le
dijo sujetándola por los hombros -- esto no te hace bien y tampoco al bebé
Pero
los ojos de Eve eran dos brillantes rubíes en aquel momento y empujó a Mael sin
ninguna consideración haciendo que el chico se golpeara dolorosamente contra
una columna. Gail también la había alcanzado y ahora la sujetaba por un brazo.
-
Tía…
-
No me obligues a hacerte daño Gail -- le
advirtió -- ¡Suéltame!
Todos
los demás llegaron y alcanzaron a escuchar las últimas palabras. Sam corrió
hacia donde estaba Mael aún en el piso, mientras Danny y Peter se acercaban a
Eve y Gail.
-
Eve, trata de calmarte --
pidió Peter pero sin acercarse mucho
Danny,
sabía que Gail estaba ejerciendo toda la fuerza que podía para retener a Eve,
pero también sabía que si ella lo decidía, se desembarazaría de él sin mayor
dificultad, pero en ese momento ella se dobló por la cintura y emitió un gemido
ahogado.
-
¿Tía?
-- dijo Gail sin soltarla
Anne
se llevó las manos a la boca y abrió mucho los ojos, pero casi inmediatamente
corrió hacia Eve.
-
Hay que llevarla al Hospital -- les
dijo con premura -- Creo que ha comenzado.
Durante
unos segundos todos se quedaron paralizados y el primero en reaccionar fue
Will.
-
¡Vamos Gail, date prisa! -- le
dijo --
Yo te ayudo
-
No es necesario -- le
dijo él y alzó a Eve en brazos y comenzó a caminar hacia la puerta
-
¡No!
-- exclamó a Eve -- No
iré a ningún lado… llamen… a Iván
-- y perdió el sentido
-
No le hagas caso Gail --
dijo Anne al ver que el chico se encaminaba a las escaleras y no a la
salida
-
Lo siento señora McKenzie, pero si mi tía
no quiere ir al hospital, no la llevaré allí
-
Pero…
-
Es mejor así Anne -- le
dijo Peter que había entendido a Gail
-- Mal podrían ir las cosas, si
despierta y se ve en el hospital contra su voluntad
Ahora
si se complicaban las cosas, porque ni sabían dónde estaba Iván, ni ninguno de
ellos sabía aún cómo enviar mensajes como lo hacían los Arzhaelíes. Sam miró
desesperada a todos lados buscando una solución y repentinamente pareció dar
con ella. La vieron correr y alejarse del grupo y cuando estuvo donde no podían
verla.
-
¡Akil!
Unos
segundos después hizo su aparición el Djin, e inclinó la cabeza en señal de
saludo.
-
¿En qué puedo servirte?
-
Necesito que busques a Iván y le digas
que el parto ha comenzado ¿de acuerdo?
-
¿Algo más?
-
No, y date prisa por favor
El
Djin desapareció y ella volvió con los demás. Gail ya subía las escaleras con
todos corriendo tras ellos, excepto Mael que esperaba a Sam y se acercó a ella en cuanto la vio aparecer de
nuevo.
-
¿Dónde estabas? -- le
preguntó
-
Enviando mensaje a Iván -- le
dijo ella -- pero no podía hacerlo delante de los McKenzie
¿recuerdas? -- dijo sujetando el colgante
-
Entiendo
-- dijo el chico -- yo
voy a la Sede, sube tú con los otros
-
¿A la Sede? -- lo
miró ella deteniéndose -- ¿A qué?
-
Creo que debemos avisar a Eowaz
Ella
lo pensó un momento y decidió acompañarlo, pero aunque había comenzado a
correr, Mael la detuvo.
-
¿Me permites? -- y
sin esperar respuesta la alzó en brazos
-- así será más rápido
Emprendió
una veloz carrera atravesando el vestíbulo y subiendo las escaleras del otro
lado. Llegados a la parte más alta, atravesaron un puente de piedra que conectaba
con aquella ala del Castillo que servía como Sede de los Arzhaelíes y centro de
instrucción de los Krigers. Mael la bajó en cuanto estuvieron en el área donde
se encontraban la Sala del Consejo y otros salones, pero aquello estaba vacío,
de modo que se dirigieron hacia el patio y para su sorpresa, encontraron a los
Arzhaelíes en un duelo entre ellos. Se detuvieron y observaron, en aquel
momento se enfrentaban Alaric y Garlan, y no pudieron dejar de admirar la
destreza de ambos. No obstante,
rápidamente recordaron la razón por la que estaban allí en cuanto los
Arzhaelíes advirtieron su presencia, de modo que avanzaron con decisión hacia
una especie de tribuna, donde habían localizado a Eowaz.
-
¿Qué haces aquí niña? --
preguntó Garlan y ellos se vieron obligados a detenerse y saludar
-
Señor
-- dijeron ambos adoptando la
posición de firmes como correspondía ante un superior
-
¿Y bien?
-
Necesito hablar urgentemente con
Eowaz --
dijo Sam
Si
Garlan tuvo el deseo de fastidiarla, como era su costumbre, algo debió ver en
sus ojos que suprimió su habitual comportamiento y les dio permiso para seguir.
Ellos corrieron hasta detenerse frente a Eowaz y algunos otros de los
instructores que estaban presentes.
-
Señor
-- saludaron del mismo modo
Esta
era una costumbre que habían adoptado una vez que ingresaron al Cuerpo, sin
embrago el anciano que se disponía a saludarlos como de costumbre, se detuvo al
ver las expresiones de sus rostros.
-
¿Qué sucede? --
preguntó
-
Señor, es Eve --
dijo Sam -- el parto ha comenzado
Eowaz
se levantó de forma inmediata al igual que los que estaban a su lado.
-
Lo siento señores -- se
disculpó -- debo volver al Castillo
Mientras
caminaban de prisa, esta vez atravesando el patio y dirigiéndose a las puertas
principales, formó la conocida esfera y envió mensaje a los gemelos y a Iván.
Sam solo había enviado aviso a Iván, olvidándose por completo de los otros.
Atravesaron
el trecho de jardín que los separaba de la puerta principal y subieron a toda
prisa las escaleras, los chicos que estaban en el pasillo frente a la
habitación de Eve, adoptaron posición de firmes en cuanto vieron a Eowaz, éste
les hizo un gesto de saludo y cuando estaba a punto de llamar a la puerta, vieron
aparecer a Iván en carrera.
Si a
Eowaz le pareció extraño que llegase tan
pronto, no lo demostró. Iván no se detuvo a saludar a nadie sino que abrió la
puerta y entró a la habitación seguido del anciano.
-
Gracias Akil --
escucharon que decía Sam y se volvieron
-
Para servirte --
contestó el Djin -- Si ya no me necesitas, regreso a mi morada.
-
Sí claro
-- dijo ella
Una
vez que el Djin desapareció, Gail la miró con expresión de extrañeza.
-
¿Qué?
-- preguntó ella
-
¿Alguien aparte de mí, ha notado que Akil
no solo es idéntico a Danny, sino que también parece crecer al mismo ritmo que
nosotros?
-
Pues ahora que lo mencionas --
dijo Danny -- y aunque no lo vemos a menudo, sí.
Pero
como ninguno parecía tener la respuesta para aquel fenómeno, lo desecharon de
momento, aunque Sam tomó nota mental del asunto para preguntarle a Iván. Unos
minutos después escucharon el ruido de botas que subían a toda prisa y
enseguida vieron aparecer a los gemelos.
-
Se suponía que faltaban tres semanas
¿no? --
venía diciendo Giulian
Pero
Vlad no dijo nada, venía pálido y parecía a punto de desmayarse. Apenas
saludaron a los chicos y entraron a la habitación. Un par de minutos después,
Peter, Eowaz y Giulian, abandonaron la habitación y ellos los miraron con
preocupación.
-
Tranquilos --
dijo Peter -- todo marcha como debe, pero no podemos estar
todos allí.
Giulian
se acercó a Sam y ahora sí la saludó apropiadamente, mientras que Eowaz y Peter
habían decidido bajar al estudio. Danny
se acercó a Diandra y le levantó la cara.
-
Ey, deja de pensar tonterías -- le
dijo --
esto no es tu responsabilidad
Pero
la chica en verdad tenía cara de profunda pena,
Sam recordó lo que había ocasionado la explosión de ira de Eve y
comprendió a qué se estaba refiriendo Danny, pero aquello despertó la
curiosidad de Giulian y eso era malo.
-
¿Por qué habría de ser su
responsabilidad? -- preguntó Giulian
Sin
embargo, todos recibieron el apresurado mensaje de Sam en el sentido de que
bajo ningún concepto dijeran nada en presencia de Giulian, de modo que Danny se
hizo cargo de la situación.
-
Porque estábamos discutiendo y me puse
muy pesado, con lo que Di se molestó mucho y me lanzó el azucarero rompiéndome
la cabeza con él. Eve se asustó y bueno…
-- finalizó y lo había dicho con
tanta convicción que si no supieran que era una gran mentira, se lo habrían
creído -- Lo lamento Giulian, en realidad sería culpa
mía, porque si no hubiese…
-
No digas tonterías Danny -- lo
interrumpió él y se acercó a Diandra -- No te preocupes linda, ya estaba en los días
de cualquier manera, que se adelante un poco no es nada tan serio. Además Iván
estaba riñendo a Vlad diciéndole que él se lo había advertido.
Entre
tanto, en el interior de la habitación Iván había colocado lo más cómoda
posible a su hermana y la estaba tranquilizando.
-
Ya te lo dije Eve, todo marcha bien, pero
debes tener paciencia -- le dijo mientras le acariciaba la frente
-
Lamento no haberte escuchado Iván --
dijo ella
-
Eso no tiene importancia ahora, intenta
relajarte, porque según y cómo veo las cosas, esto será rápido.
-
¿Por qué?
-- quiso saber ella
-
Por el lapso de tiempo en el que se están
sucediendo las contracciones. Pero eso no debe preocuparte, solo intenta
relajarte en los intervalos entre una y otra ¿de acuerdo?
Ella
asintió pero en ese momento estaba comenzando otra. Iván miró a Vlad que seguía
teniendo el aspecto de un fantasma.
-
Será mejor que le sueltes la mano si no
quieres terminar con los huesos triturados
-- le dijo con cierta diversión
Sin
embargo, Vlad parecía no estar escuchándolo y lamentablemente debió haberlo
hecho, porque una vez pasada la contracción ciertamente su mano comenzó a
inflamarse. Iván meneó la cabeza y se acercó a él.
-
¡Ey!
-- le dijo sacudiéndole por el
hombro -- Suéltala
-
¿Por qué?
-- le preguntó, e Iván se limitó
a señalar hacia su mano
Al
vérsela se asombró mucho, el pobre Vlad estaba cercano al estado de shock y no
se había enterado de nada. Iván le reparó los huesos rotos e inmediatamente hizo
aparecer un trozo de madera grueso y se lo colocó en la mano a su hermana.
-
Es mejor que aprietes esto Eve, o dejaras
sin huesos a Vlad -- le dijo
Ella
trató de esbozar una sonrisa pero era más una mueca que lo que pretendía ser.
Casi una hora después, Eve se preguntaba qué demonios entendía Iván por
“rápido”, porque ciertamente no parecían tener el mismo concepto. Aparte de
ello, las contracciones se habían hecho más frecuentes y casi no le daban
tiempo ni de respirar. Ella había puesto
en práctica todos los métodos de relajación que conocía, pero aquel dolor la
estaba superando. Ya había roto el infame trozo de madera que Iván le había
dado, un montón de veces y en verdad
tenía ganas de romperle el cuello a Vlad.
Por un
momento Iván se cuestionó la conveniencia de que Vlad siguiese allí, porque en
los últimos quince minutos y desde que las contracciones se estaban sucediendo
prácticamente una tras otra, Eve a pesar de estar perfectamente entrenada para
soportar grandes dosis de dolor, había comenzado a gritar sin poder evitarlo y
aquello estaba matando a Vlad. No obstante, no hubo tiempo para intentar
siquiera sugerirle salir, porque él bebe estaba a punto de nacer.
-
Anne, las mantas -- le
dijo Iván con premura y luego se dirigió a su hermana -- Muy
bien Eve, estamos a punto de lograrlo, un esfuerzo más
Los
que estaban afuera se sentían al límite de sus nervios, porque desde que Eve
había comenzado a quejarse de forma tan audible, estaban asustados o
preocupados, según de quién se tratase. Eowaz que había subido nuevamente en
compañía de Peter, miró a los chicos y decidió tranquilizarlos.
-
Esto es un proceso natural, no hay de qué
preocuparse.
-
¿Pero no pueden hacer nada para evitar
tanto sufrimiento? -- preguntó Danny
-
Como acabo de decir, es un proceso
natural y todas las mujeres están perfectamente capacitadas para superarlo -- le
dijo
-
Desde luego yo no --
dijo Diandra mirando en forma amenazante a Danny -- así
que si… -- pero se interrumpió y todos sintieron que el
corazón se les paralizaba por unos segundos
Desde
dentro había llegado un espantoso grito de dolor, Vlad había llegado a su
límite y sin duda estaba a punto de ponerse a gritar igual que Eve cuando un
llanto se dejó escuchar. Vlad miró con los ojos desorbitados a Iván, mientras
éste le sonreía.
-
¡Felicidades! -- le
dijo --
Eres padres de un hermoso caballerito.
Envolvió
al bebe en la manta y mientras Anne se lo acercaba a su madre para que lo
viese, Iván terminó de atender a su hermana, pero cuando levantó la mirada Vlad
seguía con la suya fija en el mismo punto y antes de que Iván pudiese burlarse
de él, el gemelo perdió el sentido.
-
¡Demonios! --
exclamó Iván -- ¡Giulian!
-- gritó
El
llanto del bebe había dejado a los que estaban esperando fuera momentáneamente
sin palabras, pero rápidamente se habían recuperado y sonreían con alborozo
cuando escucharon el grito de Iván. Giulian voló sin pérdida de tiempo,
mientras los demás se quedaban congelados.
-
¿Qué sucede? --
preguntó nada más entrar
Pero
las explicaciones se hicieron innecesarias al ver a su hermano tirado en el
piso y con una herida sangrante en la cabeza.
-
Haz el favor de atender a la “bella
durmiente” -- dijo Iván con evidente sarcasmo --
como verás, yo sigo ocupado y Anne debe atender al niño
-
¿Niño?
-- preguntó Giulian mientras se
dirigía hacia Vlad
-
Así es, tienes otro sobrino
Giulian
sonrió ampliamente pero antes de pedir ver al niño, se agachó al lado de su
gemelo. La herida no era gran cosa, solo se había golpeado con la punta de la
mesa al caer pero nada serio. La cerró y luego miró a Iván.
-
¿Lo despierto? -- le
preguntó
-
De acuerdo, pero quédate cerca por las
dudas
-
¿Estás bien? -- le
preguntó a su cuñada, antes de despertar a su hermano
-
Parece que mejor que él -- le
contestó ella
Iván
había finalizado con Eve, Anne ya había
aseado al bebe y lo estaba colocando de nuevo en brazos de su madre,
abandonando luego la habitación discretamente. Cuando Vlad abrió los ojos, se
encontró con los de su hermano y éste le sonrió
-
Creo que escogiste un mal momento para
desmayarte Ídem -- le dijo mientras lo ayuda a ponerse de pie
-
Eve…
-- dijo Vlad sin prestar atención
a lo que decía Giulian -- Eve y…
-- pero se detuvo bruscamente al
verla con él bebe en brazos
-
Haz el favor de no desmayarte de nuevo
“nena” -- dijo Iván con malignidad -- al
menos ten la decencia de ver a tu hijo primero.
Ciertamente
Vlad no se desmayó pero si cayó de rodillas al lado de la cama y miraba con los
ojos muy abiertos a su hijo, y luego de unos segundos un par de lágrimas
resbalaron por sus mejillas.
-
Gracias mi amor --
dijo mirando a Eve con adoración y dándole un suave beso en los labios
Volvió
a mirar a su hijo pero sin atreverse a tocarlo. Iván y Giulian miraban la
escena entre divertidos y conmovidos, pero Giulian no era de la clase que podía
permanecer mucho tiempo en silencio.
-
¿Y bien?
-- preguntó mirando a su
hermano -- ¿Lo cargarás o no? Porque si tú no…
-
Es tan… tan…
-
Vamos Vlad, que no te va a morder -- se
burló Iván -- Al menos no aún.
Finalmente
se decidió, dejando que Eve se lo colocara en los brazos.
-
Hola
-- le dijo mientras pasaba un
dedo por la mejilla sonrosada del bebe
-- bienvenido al mundo… Brendan
Cornwall
-
Creo que ahí falta algo --
dijo Iván
-
Tienes razón --
reconoció Vlad y rectificó
-- Bienvenido al mundo Brendan
Iván Cornwall Natchzhrer
-
¿Y será que ahora puedo ver al nuevo
demonio? -- preguntó Giulian sonriente
-
¡Giulian!
-- exclamó Eve -- No
lo llames así, tengo esperanzas de que sea más sensato que su padre y su tío.
-
¡Oh vamos, Vampi! --
dijo él mientras recibía al bebe de brazos de su hermano -- Si
realmente guardas esas tontas esperanzas, es mejor que vayas deshaciéndote de
ellas, porque ningún Cornwall puede ser tan aburrido
Mientras
Eve y Giulian seguían discutiendo, Vlad se había acercado a Iván.
-
Gracias hermano, nunca podré…
Pero
las palabras se vieron imposibilitadas de salir debido al nudo que tenía en la
garganta, y ciertamente Iván no precisaba escucharlas, porque si bien todos
habían sido los mejores amigos, el mismo especial lazo de unión que existía
entre Dan y Giulian, era el que se había
desarrollado entre Iván y Vlad, de modo que independientemente del don de Iván,
no precisaban de palabras para entenderse y fundiéndose en un fraternal abrazo,
se dijeron todo lo que estaban sintiendo.
Mientras
esta escena tenía lugar dentro, Anne había salido sin ser notada y
tranquilizaba a los que esperaban afuera.
-
Todo salió bien -- les
dijo --
Es un hermoso chico y tan Cornwall como el que más.
Eowaz
y Peter sonrieron complacidos, mientras que los chicos armaban un gran
alboroto.
-
Bueno Gail --
dijo Danny -- acabas de ser oficialmente destronado
-
No digas estupideces, Douglas --
exclamó Diandra
Pero
todos estaban demasiado felices como para prestar atención a eso y Eowaz pensó
que en medio de tantas adversidades como las que estaban viviendo, aún con la
amenaza latente que pesaba sobre sus cabezas, el universo se mostraba lo
bastante generoso como para proporcionarles una gran alegría en la forma del
milagro de una nueva vida.
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