La Magia de Arzhvael

La Magia de Arzhvael
¿Qué es el destino? El destino es un conjunto de hechos inevitables o ineludibles, y existen distintas interpretaciones a cerca de él. Desde el punto de vista religioso, el destino es un gran plan creado por Dios y que no puede ser modificado por nada ni por nadie, algo que se contradice de entrada, con su concepto de libre albedrío. La filosofía en cambio le da un significado algo más amplio. Aceptando que nada sucede por azar, que nada se crea de la nada y que todo tiene una causa, entonces es porque estaba predestinado a suceder desde el momento en el que surgió la causa primaria. Teniendo en cuenta todo lo anterior, podemos resumir la cuestión, en que el señor destino, es una sucesión de acontecimientos que ocurren en diferente lugar y tiempo y cuyas consecuencias afectan al futuro, porque las acciones presentes son consecuencia de otras pasadas y de ellas derivaran las futuras… Adentrémonos pues, en las vidas, acontecimientos y decisiones que han tomado nuestros protagonistas, y veamos que misterios, aventuras o desventuras traerá consigo… El Destino

miércoles, 14 de mayo de 2014

CAP. 06 La Reunión...



Todos los Arzhaelíes miraban con expectación a Jonathan, pero antes de hablar el chico tuvo la precaución de protegerse.

-         No necesariamente debe ser una Kriger quien efectúe el trabajo  --  comenzó
-         ¿A qué te refieres?  --  preguntó Leomer
-         Tenemos a alguien que puede desenvolverse en el mundo Firbolg sin levantar sospechas  --  respiró profundo y continuó  --  me estoy refiriendo a Samantha.

Tal y como había supuesto, no había terminado de extinguirse el eco de su voz cuando dos rayos rebotaron en el escudo que había convocado, aunque en realidad esperaba uno solo. Sin embargo, y esto lo sabía también, Giulian ni siquiera se tomó la molestia de sacar su Athame, sino que avanzó hacia Jonathan y sin mediar palabra lo cogió por la chaqueta y lo estampó contra la pared.

-         ¿Estás enfermo?  --  le gritó  --  Porque si no lo estás, igual voy a enviarte al Hospital, infeliz

Pero aquello era más fácil decirlo que hacerlo, porque en primer lugar, Jonathan ya se esperaba aquella reacción y estaba preparado, y segundo, porque era perfectamente capaz de defenderse. Sin embargo, y no queriendo hacerle un daño innecesario al Arzhaelí, se limitó a evitar ser lastimado.

-         ¡Cálmate y escúchame!  --  le dijo intentando apartarse del enfurecido Giulian

A los demás los había tomado por sorpresa todo el asunto y se habían quedado momentáneamente paralizados, pero enseguida comenzaron a reaccionar.

-         Giulian por favor  --  dijo Eowaz

Pero tenía tan pocas posibilidades de ser escuchado como de pasearse sin peligro por las calles de Kelten. Eve le envió una mirada suplicante a su hermano, porque contar con Vlad habría sido perfectamente inútil, de modo que Iván se levantó y asió los brazos de Giulian inmovilizándolo.

-         ¡Suéltame!  --  grito con exasperación el gemelo
-         Lo haré cuando te calmes y decidas comportarte como un ser racional  --  dijo Iván con paciencia
-         ¡Aquí el único loco es este imbécil!
-         ¡Señores!  --  intervino Eowaz  --  Vamos a calmarnos todos. Giulian por favor siéntate y terminemos de escuchar a Jonathan.
-         ¡No tenemos nada que escuchar!  --  vociferó el gemelo  --  Primero…
-         He dicho que lo escucharemos  --  dijo Eowaz en tono terminante

Por muy enfurecido que estuviese Giulian, desobedecer una orden directa de su superior habría equivalido a ganarse una sanción por desacato, pero aun así y dudando del buen juicio de su amigo en aquellas circunstancias, Iván decidió tomar el asunto en sus manos y hacer que Giulian “obedeciese” en silencio.

Una vez que todo volvió a la calma, Jonathan pudo terminar de exponer su propuesta. Los gemelos estaban cercanos  a hacer explosión de nuevo, Delos tenía una mirada sombría que denotaba su desacuerdo, e Iván tenía una expresión hermética, mientras que los demás parecían estar considerando aquello de manera diferente.

-         Si lo piensan bien, sería mucho más fácil de ese modo  --  estaba finalizando Jonathan  --  repito, ella puede desenvolverse en ese mundo sin cometer los errores de cualquier Arzhvael, porque ese ambiente le es más familiar.

Para sorpresa de los Cornwall y del mismo Iván, lo próximo que escucharon los hizo pensar que más de uno había perdido el juicio allí.

-         En lo básico, estoy de acuerdo contigo. Lo que me preocupa es protegerla de Bastian.

Esto había sido dicho por Eve, ganándose con ello la mirada asesina de su cuñado, una de total incredulidad de parte de su marido y una de sorpresa de parte de su hermano.  

-         Eso puede arreglarse  --  dijo Eowaz  --  porque no estará sola, los planes siguen incluyendo a Giulian y a Jonathan, aparte de eso tratándose de ella, podríamos incluir a algunos Krigers que trabajarían encubiertos sin necesidad de relacionarse con los Firbolgs.

A Eve pareció convencerla aquello, mientras que los demás seguramente estaban evaluando las posibilidades de los cambios de planes.

-         ¿Realmente estás considerándolo?  --  preguntó Vlad con incredulidad
-         No me parece una mala idea  --  contestó el hombre
-         Pero veo un inconveniente  --  intervino Leomer  --  Samantha es muy joven para hacerla pasar por una mujer a la espera de un hijo.
-         En realidad no, es impresionante la incidencia de embarazos precoces en el mundo de los Firbolgs  --  aportó Eve  --  Lo que sí sería poco usual, es que se presentase como la esposa de alguien, porque si bien son comunes los embarazos en chicas muy jóvenes, no lo es tanto que lleguen al matrimonio.
-         Bien si es así, entonces no creo que haya mucho problema  --  aceptó Leomer
-         ¡Pues yo sí veo muchos!  --  vociferó Giulian  --  Y  si todos aquí han perdido la razón, yo no y no pienso permitir esta locura.
-         Giulian,  no puedes impedirlo  --  dijo Eowaz  --  en primer lugar porque no te asiste ese derecho, tu eres su padrino pero no su tutor legal.

Giulian miró a Iván y este le devolvió la mirada, pero antes de que pudiese decir nada, Eowaz volvió a hablar.

-         Y bien mirado Iván tampoco puede, porque según nuestras leyes ya ella alcanzó la edad adulta y puede tomar sus propias decisiones, a excepción de la de contraer matrimonio, por supuesto  --  agregó Eowaz.

Se hizo un pesado silencio durante el cual los gemelos buscaban a toda velocidad una salida, pero no parecía haber ninguna.

-         Bien  --  continuó Eowaz  --  si no hay más objeciones, el siguiente paso sería consultarla a ella y si está dispuesta, trazar los nuevos planes de acuerdo a los cambios  --  y fijó su mirada en Jonathan  --  ¿Podrías ir a buscarla?

Pero Giulian se puso de pie con una peligrosa mirada en sus relampagueantes ojos azules.

-         Objeciones hay y muchas, pero como nadie parece dispuesto a escucharlas, mi presencia es innecesaria.

Acto seguido abandonó la estancia dando un sonoro portazo. Nadie hizo nada para detenerlo sino que todos miraron con preocupación a Eowaz. Este solo se limitó a menear la cabeza de un lado a otro, cosa que no les decía nada a los Arzhaelíes.

-         No se preocupen, ya se le pasará  --  dijo finalmente  --   Jonathan por favor, ve por Samantha.
-         Pero está en clases  --  contestó él
-         Endering no pondrá ninguna objeción  --  y mientras decía aquello enviaba un mensaje  a la profesora.

Jonathan asintió y abandonó la sala también, mientras los demás pensaban que Giulian tenía mucha suerte de que Eowaz fuese tan ecuánime, y éste por su parte pensaba en qué hacer con el Arzhaelí. Giulian Cornwall era uno de sus mejores hombres, pero definitivamente con un carácter en extremo difícil. Poseía casi todas las cualidades que distinguían a un Arzhaelí, excepto la de la obediencia. Sin embargo, tenía que buscar la manera de convencerlo, ya que sin su participación las cosas podían salir muy mal. Habría podido considerar el sustituirlo por su gemelo, pero las habilidades de Vlad en el mundo Firbolg, aunque buenas, no alcanzaban el nivel de las de su hermano, aparte de que evidentemente él tampoco estaba de acuerdo con la decisión. 


Jonathan había salido dirigiéndose a toda prisa hacia al área que albergaba la escuela, pero se detuvo un momento al ver a Giulian que se dirigía hacia la salida del Castillo. Por un momento pensó en seguirlo y tratar de razonar con él, pero su instinto le indicó que sería mala idea en aquel momento, de manera que continuó su camino. Tal y como Eowaz dijo, Endering no puso ninguna objeción y de hecho para cuando Jonathan llegó a su despacho, ya Sam lo esperaba allí.

-         ¿Qué sucede?  --  preguntó preocupada
-         Nada, solo queremos hablar contigo un momento.
-         ¿Queremos?  --  preguntó la chica mientras caminaban por los pasillos  --  ¿Tú y quien más?
-         Ten un poco de paciencia  --  le recomendó él sonriéndole

A pesar de que Sam lo intentó, ya Jonathan estaba en conocimiento de las habilidades de la chica, de modo que se protegió lo mejor que pudo.

Samantha al ver que no podía obtener respuestas a sus preguntas, lo dejó y se concentró en tranquilizar a su hermano y a sus amigos.

-         Jonathan vino por mí y solo dijo que él y alguien más quería hablarme, no sé nada más

El mensaje llegó fuerte y claro a cada uno de ellos. Para Sam haber descubierto que podía comunicarse de aquel modo con todos y no solo con su hermano, había resultado de gran utilidad, y aunque en aquel momento no era mucho lo que podía decirles, al menos estarían más tranquilos sabiendo que estaba con Jonathan.

Entraron al Salón donde se efectuaba la reunión y Sam hizo un rápido inventario visual notando de inmediato la ausencia de Giulian.

-         Buenos días Samantha  --  la saludó Eowaz
-         Buenos días  --  respondió ella
-         Siéntate por favor, queremos hablar un momento contigo  --  le dijo el anciano

Sam lo hizo sin desviar su mirada de él, pero  atenta a cualquier pensamiento que pudiese captar. Sin embargo, todo le resultó sumamente confuso. Percibió la ira de Vlad y la preocupación de Iván, pero no logró captar ningún pensamiento de ellos. De modo que intentó tranquilizarse y prestar atención a lo que iban a decirle.

-         Samantha, si te hemos hecho venir es con la intención de solicitar tu colaboración  -- comenzó Eowaz  --  por lo tanto, voy a pedirte que me escuches con mucha atención.
-         De acuerdo  --  asintió ella  --  lo escucho.

Eowaz hizo una detallada explicación de lo que estaban haciendo y de lo que esperaban que ella hiciese en caso de aceptar. Una vez que hubo concluido su explicación miró a la chica en forma interrogativa.

-         ¿Dónde está Giulian?  --  preguntó ella en lugar de responder lo que esperaban
-         Tuvo que salir un momento  --  dijo Eowaz

Aquello era técnicamente cierto, Giulian había “tenido” que salir y ella no estaba preguntando las razones. Aunque eso cambió rápidamente.

-         ¿Está él de acuerdo con esto?  --  y esta vez miró directamente a Vlad

Aunque él hubiese tenido intenciones de negarlo y no las tenía, simplemente no habría podido porque la invasión de Sam fue rápida e inesperada.

-         No  --  dijo Eowaz con honestidad  --  pero no le corresponde a él decidir, es tu decisión Samantha.
-         Entiendo  --  dijo ella y luego agregó  --  No tengo ningún problema en hacerlo, pero déjeme hablar con Giulian  --  pidió  --  si después que hable con él sigue oponiéndose, entonces no lo haré  --  dijo con firmeza

Habrían podido esperar muchas cosas, pero ciertamente no aquella respuesta. Sin embargo, y no pudiendo hacer nada más, Eowaz se vio en la necesidad de aceptar. No obstante, antes de que ella se marchara agregó una petición.

-         Lo único que voy a pedirte es que por favor me des tu respuesta lo antes posible  --  le dijo --  porque necesitamos resolver este asunto para poder continuar con las investigaciones.
-         Tan pronto como me sea posible señor  --  le aseguró
-         Bien, ahora puedes regresar a tus clases, gracias por tu atención  --  y volvió la mirada a Jonathan  --  llévala de regreso
-         No es necesario  --  dijo ella
-         Ya lo sé, pero prefiero que Jonathan te acompañe de regreso  --  insistió él

Jonathan se puso de pie y siguió a Sam. Una vez que abandonaron la estancia Eowaz miró a Iván.

-         Sugiero que hables con él antes que lo haga ella  --  le dijo

Iván sabía que a la larga le tocaría a él hacerlo, el asunto estaba en que Giulian quisiese escuchar a alguien.


Ciertamente lo último que Giulian quería era hablar o ver a alguien. Cuando abandonó la reunión de aquella manera tan precipitada, había echado a andar sin rumbo fijo hasta que se vio a orillas del pequeño lago que había en las cercanías del castillo.  Caminó bordeándolo y luego se internó en el bosque cercano. A medida que avanzaba el susurro de los árboles se hacía más intenso pero decidió ignorarlos, no tenía ningún deseo de escuchar nada que tuviesen que decirle.  Pateó con furia una piedra y esta chocó contra un sauce cercano.

-         Eso no fue muy gentil 

Giulian levantó la vista y se encontró con un par de ojos parecidos a los suyos.

-         Saludos hijo de Syke  --  lo saludó una Dríade.
-         No soy su hijo  --  contestó él con acidez
-         Todos sus descendientes son sus hijos.
-         Como quieras  --  dijo eso y se dio vuelta
-         Huir nunca ha resuelto nada, y no llevas en tus venas la sangre de un cobarde.

Giulian se volvió furioso y caminó hacia la Dríade.

-         ¡No estoy huyendo y ciertamente no soy un cobarde!
-         Acepto que no eres un cobarde, pero sí estás huyendo
-         Escúcheme señora  --  dijo él conteniéndose a duras penas  --  solo evito tener que escuchar estupideces, si usted considera que eso es huir, es su problema y no el mío, porque en mi opinión solo evito comenzar a arrancar cabezas.
-         No me refiero a eso, me refiero a lo otro  --  dijo la Dríade en forma por demás enigmática
-         ¿De qué demonios habla?
-         Huyes de lo que sientes y eso solo te causará dolor a ti y a otros.

Giulian la miró confundido, porque ciertamente no era dolor lo que sentía, sino una inmensa rabia al ver que todos parecían dispuestos a arriesgar a Sam. De modo que llegó a la conclusión de que fuesen cuales fueren las habilidades de aquellas criaturas de la naturaleza, no iban en la dirección de interpretar correctamente las emociones de los humanos. Pero decidió que discutir con algo que en su opinión, estaba más cercano a un vegetal que aun ser humano, era una miserable pérdida de tiempo. Sin embargo, no pudo decir nada.

-         Algún día notarás que tengo razón, solo espero que no sea demasiado tarde para ti

Y dicho esto volvió a desaparecer dentro del sauce. Giulian miró hacia allí con frustración, pero dio la espalda y continuó su camino.

Giulian Cornwall era un hombre de sentimientos y emociones tormentosas. Amaba u odiaba con la misma intensidad. Provenía de una familia poderosa y distinguida, por lo que había heredado no solo el poder que residía en su sangre, sino también la arrogancia y el orgullo de su nombre. Se había acostumbrado desde muy joven a ser obedecido y el hecho de haber sido ascendido a Arzhaelí a una edad excesivamente temprana, había suprimido la posibilidad de haber aprendido a obedecer con cierta docilidad las órdenes de sus superiores. De modo que ahora entraban en conflicto todas esas cosas. Veía amenazado a un ser al que amaba, se había opuesto sin ser escuchado y le resultaba imposible obedecer en silencio las decisiones de Eowaz. Aquello suponía un choque entre sus sentimientos, sus convicciones y su deber,  de momento no le veía una salida de su agrado y eso era simplemente inaceptable para él.


Iván y Vlad buscaron a Giulian por todas partes, le enviaron mensaje y Vlad intentó comunicarse con él sin el menor éxito. Habían salido a los jardines en compañía de Jonathan cuando éste les dijo que lo había visto dirigirse a la salida, pero tampoco estaba allí.

-         ¡Maldición!  --  exclamó Iván con exasperación después de casi dos horas de inútil búsqueda
-         Perdemos el tiempo  --  dijo Vlad mientras regresaban al interior  --  si no quiere ser encontrado, no tenemos ninguna posibilidad.
-         Ya es hora de que deje de comportarse como un  niño malcriado al que le han negado un capricho.
-         No es un capricho  --  dijo Vlad en tono áspero  --  Está en su derecho al preocuparse como lo hace.
-         Vamos Vlad, tu y yo también nos preocupamos por ella, pero no reaccionamos como lo hace el necio de Giulian.

Aunque Vlad hubiese querido rebatir aquello, no podía. El comportamiento de su hermano con relación a todo lo que concernía a Sam, era exagerado y escandaloso, de modo que negar lo evidente sería estúpido. Sin embargo, Vlad seguía siendo un Cornwall y no podía quedarse callado.

-         Pero igualmente no podemos decir que no tenga razón, aunque…

Se interrumpió súbitamente y se puso de pie.

-         ¿Qué sucede?  --  preguntó Iván sobresaltado
-         Ya sé dónde está  --  dijo el gemelo y echó a andar hacia la salida.

Iván no perdió el tiempo en preguntas sino que caminó a toda prisa tras él. Salieron al jardín, llegaron al lago, lo bordearon y se internaron en el bosque.

-         Espero que sepas lo que haces  --  dijo Iván  --  está anocheciendo y no es sensato…
-         No te pedí que vinieras  --  dijo Vlad en forma desagradable

Sin embargo, Iván estaba demasiado acostumbrado a su proverbial antipatía como para decir nada más y se dedicó a caminar con precaución, porque si bien Vlad no tenía ninguna dificultad para ver por dónde caminaba, él sí.  De pronto Vlad se detuvo e Iván casi choca con él.

-         Te tardaste mucho 
-         Pusiste mucho empeño en no ser hallado.

A pesar de los años y de las muchas experiencias vividas juntos, aún en ocasiones como aquella, resultaba extraño para Iván escuchar la misma voz proveniente de dos sitios distintos.

-         Y claro, tenías que traer a mi “niñera” personal
-         Yo no lo traje, vino solo

Iván pensó que realmente había que querer mucho a aquel par de imbéciles como para aguantar sus majaderías. No obstante, echó mano de toda su paciencia antes de decir nada.

-         ¿Y bien?  --  preguntó Giulian  --  ¿Dirás algo, o solo te quedaras allí intentando mirar lo que no ves?
-         La pregunta es si estás en condiciones de escuchar lo que no quieres oír.
-         Te importa un pimiento si estoy o no en condiciones y lo dirás así lo quiera o no, así que suéltalo de una vez.
-         Bien  --  dijo Iván acercándose  --  En primer lugar y solo para que conste, eres un imbécil. En segundo, y por enésima vez Giulian, Sam ya no es una niña.
-         ¡Ja! Eso es según…
-         Eso es según nada  --  lo interrumpió Iván  --   Eso es legalmente correcto, como ya se encargó Eowaz de hacérnoslo ver por si teníamos dificultad en recodarlo. De manera que está en su derecho a decidir qué hacer.

Hubo un breve silencio donde suponían que Giulian luchaba consigo mismo.

-         ¿Ya se lo dijeron?  --  preguntó
-        
-         ¿Y?
-         ¡Oh vamos Giulian!  --  dijo Vlad  --  Es la hija de Dan y de Amy ¿Qué crees que pudo haber dicho?
-         ¡Maldición!

Aunque no había albergado mayores esperanzas en cuanto a que se negara,  su hermano acaba de exterminarlas.

-         Giulian  --  volvió a hablar Iván  --  si realmente te preocupa su seguridad, lo mejor que puedes hacer es escuchar los nuevos planes y dedicarte a ejecutarlos lo mejor posible.

Visto de esa manera, Giulian sabía que Iván tenía razón. Si ya Sam había aceptado participar en aquello, no podía dejarla sola. De modo que muy a su pesar, se levantó y emprendieron el camino de vuelta. Cuando ya estaban a punto de entrar al Castillo, Iván se detuvo haciendo que los gemelos lo hicieran también.

-         Sam hablará contigo  --  le dijo a Giulian  --  quizá no mereces que te diga esto porque eres el mayor de los necios, pero ella dijo que no haría nada si tú seguías negándote.

El rostro de Giulian adquirió tal expresión de felicidad, que Iván casi suelta una carcajada, pero tuvo buen cuidado de no hacerlo conociendo el inestable genio del gemelo. Mientras que Vlad juntó las cejas y pensó que tendría que hablar con su hermano y pronto.

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