La Magia de Arzhvael

La Magia de Arzhvael
¿Qué es el destino? El destino es un conjunto de hechos inevitables o ineludibles, y existen distintas interpretaciones a cerca de él. Desde el punto de vista religioso, el destino es un gran plan creado por Dios y que no puede ser modificado por nada ni por nadie, algo que se contradice de entrada, con su concepto de libre albedrío. La filosofía en cambio le da un significado algo más amplio. Aceptando que nada sucede por azar, que nada se crea de la nada y que todo tiene una causa, entonces es porque estaba predestinado a suceder desde el momento en el que surgió la causa primaria. Teniendo en cuenta todo lo anterior, podemos resumir la cuestión, en que el señor destino, es una sucesión de acontecimientos que ocurren en diferente lugar y tiempo y cuyas consecuencias afectan al futuro, porque las acciones presentes son consecuencia de otras pasadas y de ellas derivaran las futuras… Adentrémonos pues, en las vidas, acontecimientos y decisiones que han tomado nuestros protagonistas, y veamos que misterios, aventuras o desventuras traerá consigo… El Destino

domingo, 18 de mayo de 2014

Cap. 10 Complicaciones...


Giulian se había dado un baño rápido y había vuelto a bajar. Ya se disponía a salir del Castillo rumbo al Hospital, cuando Eowaz lo detuvo.

-         ¡Giulian, espera un momento!   --  escuchó que lo llamaba

Él se detuvo con cierto gesto de fastidio que disimuló al volverse. Pensaba que cualquier cosa que tuviese que decirle, sin duda podía esperar.

-         Debes acompañarme  --  le dijo el anciano  --  Alan quiere hablarnos y ya ha esperado mucho

Giulian recordó que Eowaz ya le había mencionado aquello, de manera que con un suspiro se dispuso a acompañarlo.

-         No  --  le dijo el hombre  --  nos espera en su despacho.

Salieron del castillo y caminaron de prisa, pero cuando entraron Giulian se detuvo.

-         Entraré un momento a ver a Sam y luego los alcanzo
-         Podrás verla una vez que hallamos conversado con Alan   --  dijo aquello en un tono que no admitía réplica y aunque Giulian estaba furioso, no le quedó más remedio que seguirlo prestando atención a lo que estaba agregando Eowaz  --  Lo que tiene decirnos está relacionado con Samantha  --  en ese momento el Arzhaelí se tensó y apuró el paso.

A pocos metros de distancia, el fino oído de Mael captó la conversación y al igual que Giulian su cuerpo se tensó.

-         ¿Qué sucede?  --  preguntó Danny, porque el chico se había interrumpido a mitad de una frase

Mael lo tomó por un brazo y lo apartó donde nadie pudiese escucharlo.

-         Enseguida regreso  --  le dijo
-         Pero…  --  y  lo sujetó porque ya comenzaba a alejarse  --  ¿Dónde vas? ¿Qué demonios sucede?
-         Es lo que voy a averiguar, prometo decírtelo en cuanto lo sepa

Aunque aquello no le decía mucho a Danny, optó por dejarlo ir y se dirigió a la habitación donde tenían a Sam. Si bien era cierto que la chica había recobrado la consciencia, seguía presentando un aspecto lamentable. Estaba pálida y unas sombras oscuras rodeaban sus ojos. Las heridas, aunque se habían cerrado, tenían un aspecto desagradable y Danny sabía que le causaban dolor.

Mael había dejado a Danny y había seguido a los Arzhaelíes de forma sigilosa. Los vio introducirse en el despacho de Alan y prestó atención. Cuando comprobó que podía escuchar sin dificultad desde esa distancia, se acomodó en una silla y esperó.

Cuando Giulian y Eowaz entraron al despacho, ya se encontraban allí Eve y Jonathan. La presencia de ellos, lejos de extrañarle, solo le provocó más ansiedad.

-         ¿Y bien?  --  preguntó sin preámbulos  --  ¿Qué sucede?
-         Se trata de Samantha  --  comenzó el hombre y se quitó las gafas presionando sus ojos en un claro gesto de cansancio  --  Hemos hecho todo cuanto ha estado a nuestro alcance, pero el veneno no ha desaparecido del todo, en realidad ni siquiera tengo una explicación de por qué aún…
-         Espera  --  lo interrumpió Jonathan  --  se supone que el antídoto elimina todo rastro de veneno en el organismo, de lo contrario…
-         Exactamente  --  lo interrumpió él a su vez  --  no tenemos una explicación para esto, pero esta mañana cuando la examiné todavía había restos de veneno en su organismo, pensé que debido a que había sufrido dos heridas, la cantidad de veneno aún no había sido del todo eliminada, pero hace aproximadamente una hora, volví a evaluarla y lejos de haber disminuido parece ir en aumento, poco, pero es más del que había en la mañana.
-         ¿Y qué podemos hacer?  --  preguntó Eve

Pero el ostensible silencio de Alan les dio la respuesta. Nada. Unos segundos después, Alan retomó la palabra.

-         Es la primera vez que veo un caso así, de modo que solo puedo hacer conjeturas según lo que sabemos del veneno
-         Y basándote en eso  --  intervino Eowaz  --  ¿Qué piensas?

Se hizo otro silencio en el que el Läkare pareció meditar sus palabras.

-         Todos estamos al tanto de cómo actúa este veneno  --  dijo  --  su efecto normalmente es dañar los órganos de manera violenta. Pero en este caso y suponiendo que no desaparezca, pienso que iría deteriorando el organismo en forma progresiva hasta…

El gemido ahogado de Eve se dejó escuchar en cuanto Alan dejó la frase inconclusa. Eowaz analizaba las implicaciones a futuro de todo aquello y cómo afectaría a Danny. Jonathan buscaba frenéticamente un fallo en todo lo que había dicho Alan, mientras que Giulian parecía en estado de shock y ciertamente debía estarlo para haber permanecido callado tanto tiempo.

-         Alan  --  dijo Eowaz  --  estás al corriente del nexo entre Danny y Samantha ¿no?  --  y él Läkare asintió  --  ¿Cómo afectará esto al chico?

Jonathan miró a Eowaz con incredulidad, simplemente no podía creer que estuviese dándose por vencido. Giró la mirada hacia Giulian cuyo silencio comenzaba a preocuparle, pero el Arzhaelí tenía la mirada perdida.

-         Creo que eso no debe preocuparles  --  contestó el hombre  --  si bien es cierto que el nexo entre gemelos hace que experimenten en cierta forma los mismos síntomas que su hermano, no necesariamente se ven afectados de la misma manera.
-         Pero en este caso hay algo que no sabes  --  continuó Eowaz  --  sus padres realizaron un conjuro que hace ese lazo mucho más fuerte, de modo que hasta donde sabemos y hemos podido comprobar, todo lo que afecta a uno repercute en el otro casi con la misma intensidad.

Alan lo pensó durante unos minutos, obviamente era una información que no manejaba y al igual que era la primera vez que tenía conocimiento de un caso como el de Sam, de la misma forma nunca había escuchado de unos gemelos que sufrieran exactamente las mismas reacciones que su hermano.

-         No puedo decirles con exactitud entonces qué sucederá, pero supongo que lo más prudente será examinar a Danny  --  dijo finalmente

Eowaz parecía que iba a decir algo más pero todos giraron las cabezas al ver que Giulian había salido de su ensimismamiento y se dirigía a la puerta.

-         ¿Dónde vas?  --  preguntó Eowaz  --  No hemos…
-         Hay que hacer volver a Iván
-         ¿Iván?  --  preguntó Jonathan con extrañeza

Pero Eve y Eowaz sabían por qué Giulian quería hacerlo.

-         Él sabrá qué hacer  --  dijo Giulian sin detenerse
-         Giulian…  --  intentó Eve pero Eowaz le hizo un gesto permitiendo que Giulian se marchara  --  Eowaz, Iván no…
-         Lo sé  --  la interrumpió el anciano  --  Giulian está en estado de negación y creo que es mejor dejarlo por el momento, de lo contrario creo que nos veríamos en la necesidad de atarlo y encerrarlo en algún lugar.

Eowaz, al igual que todos, sabía que cualquier cosa que tuviese que ver con los gemelos Douglas, era tema delicado para los Cornwall, pero cuando se trataba de Samantha, perdían por completo la perspectiva en especial Giulian. De modo que decidieron hacer caso a Eowaz y dejarlo por el momento.

Mael había escuchado con toda claridad que lo que se había dicho en aquel despacho y aunque no aceptaba que nada podía hacerse, a diferencia de Giulian que parecía no aceptar lo que estaba sucediendo, él sí. Él había visto a Sam, él sabía que algo no estaba bien y algo en su propio interior parecía estar haciéndose pedazos. Sin embargo, su mente trabajaba a todo vapor, porque tenía que haber “algo” qué hacer.  Se levantó de la silla cuando escuchó que Giulian iba a salir y corrió por el pasillo hasta llegar a la habitación de Sam. Trató de normalizar su respiración y entró.

Los chicos rodeaban la cama y Gail estaba como de costumbre haciendo bromas de cualquier cosa. Danny clavó los ojos en los de Mael pero él lo ignoró y se dirigió directo a la chica.

-         Ya me preguntaba dónde te habías metido  --  dijo ella
-         ¿Me echabas de menos?  --  le preguntó elevando una ceja
-         Por supuesto que no  --  dijo Gail  --  agradecía a los Dioses que no estuvieses por aquí dando la lata con los deberes pendientes, ya es suficiente con Aderyn para eso.

La rubia le propinó un codazo en las costillas mientras Sam sonreía negando con la cabeza y Mael no perdió ningún detalle de su estado físico.

-         ¿Cómo te sientes nena?
-         Como si me hubiesen apaleado  -- le contestó
-         Eso te pasa por andar por ahí sin nosotros  --  dijo Gail, pero Sam no le estaba prestando atención, sino que intentaban traspasar la verde profundidad de los ojos de Mael

La chica había percibido su preocupación, pero él no la había dejado ir más allá. Después de ocho años viviendo juntos, tenía bien aprendido cómo bloquear sus pensamientos. Sin embargo, ella no era de las que renunciaba.

-         ¿Me lo dirás?
-         ¿El qué?
-         No lo sé, lo que sea que te preocupa
-         Me preocupa que te mejores. Nada más

Aquel breve intercambio se había llevado a cabo en silencio, pero todos lo habían notado.

-         Si lo prefieren podemos esperar afuera  --  dijo Gail en forma resentida
-         Habla por ti, porque yo no pienso ir a ninguna parte  --  protestó Danny
-         Pero sí lo harás  --  dijo Mael y agarrándolo por un brazo lo arrastró hacia la puerta

A los chicos les extrañó que Danny se dejase llevar pacíficamente, porque si alguien era cualquier cosa menos dócil, ese alguien era Danny. Casi chocaron con Giulian que venía entrando en ese momento, pero no se detuvieron.

-         Tenemos problemas  --  le dijo Mael en cuanto se hubieron alejado
-         ¿De qué clase?
-         De los peores  --  respiró profundo y le contó lo que había escuchado

Danny había palidecido y tuvo que apoyarse en la pared.

-         ¿Danny?
-         Estoy bien  --  dijo el chico cuando Mael intentó ayudarlo  --  pero… no, esto no está pasando, Sam es una…
-         ¡Danny!  --  exclamó Mael sacudiéndolo por los hombros  --  De nada sirve que te pongas como Giulian, necesitamos encontrar una solución ¿me entiendes?
-         Pero es que…
-         Escúchame  --  lo interrumpió  --  Ustedes son descendientes de Lofn, ella puede evitar que esto ocurra.
-         Espera, espera  --  lo detuvo Danny  -- ¿Estás sugiriendo ir a Asgard? Porque si es así te recuerdo que la última vez que hicimos ese viajecito…
-         Si es necesario yo estoy dispuesto.
-         Mael, estás olvidando algo importante, para poder entrar allí necesitamos ir ambos.
-         No hay necesidad de ir tan lejos  --  los sorprendió la voz de Gail

Cuando Mael se volvió, Gail entró en el campo de visión de Danny.

-         Los dos son muy necios  --  dijo el chico  --  si pretenden que nadie los escuche deberían buscar un lugar menos público.
-         Gail…
-         Ahórrate las explicaciones cachorro, ya lo escuché todo  --  se acercó y puso un dedo en el pecho de Mael  --  La próxima vez que intentes ocultarme algo relacionado con Sam, lo vas a lamentar ¿has comprendido?
-         Gail…  --  intervino Danny
-         ¡Cállate Daniel! Ella es tan hermana mía como lo es tuya, quizá no llevemos la misma sangre, pero eso carece de importancia.

Entre ellos nunca peleaban y era la primera vez que veían aquel peligroso brillo de ira en los ojos de Gail, que se habían tornado de un azul hielo que solo habían visto en los de los Cornwall.

-         Lo siento  --  dijo Mael
-         Bien, ahora escúchenme los dos  --  prosiguió Gail como si nada hubiese ocurrido  --  Tú no tienes por qué recordarlo cachorro, porque no estabas allí, pero tú sí  --  dijo mirando a Danny  --  ¿Acaso has olvidado lo que dijo Leanan cuando fuimos a comprar nuestras Gwialen? Porque yo no  --  y a continuación recitó:
“Madera de Saille, punta de diamante, posees el don de la curación y de ver aquello que otros no pueden ver, y el diamante es un poderoso protector incluso contra cualquier veneno”

Mael y Danny lo miraron durante unos segundos y luego se miraron ellos.

-         Necesitamos la Gwialen de Sam  --  dijeron ambos
-         No tan de prisa  --  los detuvo Gail  --  primero tendremos que decírselo a ella.
-         ¿¿Qué??  --  preguntaron de nuevo ambos
-         ¿Quieres que le digamos que está muriendo?  --  preguntó Danny horrorizado
-         Vamos Danny, Sam puede con eso y con mucho más  --  le aseguró Gail  --  Y por otra parte, ni tú, ni yo, ni ninguno de nosotros podría manejar su Gwialen, aparte de que es ella la que tiene la energía que se necesita para esto.
-         No lo puedo creer  --  dijo Mael  --  después de todo, sí prestabas atención a las clases

Aquel comentario los hizo sonreír y definitivamente se sentían mucho mejor ahora que sabían que podían hacer algo.

Cuando regresaban a la habitación de Sam, se encontraron con las chicas que venían.

-         ¿Se puede saber dónde se habían metido ustedes?  --  preguntó Diandra
-         Verás Di, unas lindas chicas requerían de nuestra atención  --  mintió Danny con total convicción
-         Y como comprenderán, habría sido descortés de nuestra parte no prestarles la atención debida  --  agregó Gail

Mael puso los ojos en blanco y se resignó a que aquellos dos eran idiotas de oficio. Podían haber dicho cualquier cosa pero tenían que emplear justo la clase de excusa que enfurecería a aquellas dos criaturas, que por lo demás podían resultar muy desagradables si se las molestaba mucho y para mala suerte de Mael, la ira de las chicas salió disparada justo hacia él.

-         De estos dos no nos extraña  --  dijo Diandra con supremo desprecio  --  ¿Pero tú?  --  preguntó mirándolo
-         ¡Oh sí!  --  intervino Gail  --  Había una especialmente interesada en el color de sus ojos y no paraba de admirar sus largos cabellos.

Mael estaba a punto de golpear a Gail, lo traía sin cuidado que dijese todas las mentiras que quisiera acerca de su persona, pero que lo involucrara a él en ellas era otro asunto. Sin embargo, en ese momento apareció Eve.

-         Chicos es hora de ir a cenar  --  y para su sorpresa, ninguno protestó

Giulian se había quedado con Sam y ahora la veía dormir. Acarició sus cabellos y una lágrima se deslizó por su mejilla ¿Dónde demonios estaba Iván? Llevaba más de dos horas intentando ponerse en contacto con él y no le había sido posible, hasta consideró la posibilidad de ir a buscarlo, pero esto involucraba alejarse de Sam y no quería hacerlo. No obstante, y viendo que el tiempo pasaba, decidió ir a hablar con Eowaz.

Una vez que los chicos subieron a su habitación después de la cena, esperaron alrededor de quince minutos y volvieron a salir con el mayor sigilo  reuniéndose al inicio de las escaleras.

-         ¿Eve?  --  preguntó Danny
-         En su habitación  --  dijo Gail
-         ¿La Gwialen?  --  preguntó Mael y Danny le hizo señas de llevarla en el bolsillo  --  Bien, entonces démonos prisa 

Bajaron con cuidado y esperaban no encontrarse con nadie, pero cuando estaban por llegar, vieron entrar a Giulian y dirigirse con paso rápido hacia el estudio. Se pegaron a la pared aunque no había necesidad para ello, porque el Arzhaelí al parecer iba demasiado sumido en sus pensamientos como para prestar alguna atención.

Abandonaron el Castillo y emprendieron una veloz carrera hacia el Hospital. Por suerte para ellos y más aún para los Krigers de guardia, aún no era la hora de cerrar las puertas. Cuando estaban a unos pasos de la habitación de Sam, vieron a Alan salir de allí acompañado de una asistente, esperaron que se alejara y luego entraron. Las luces estaban bajas y la chica parecía dormir, de modo que se acercaron con cuidado y Danny le puso la mano en el hombro. Sam tardó unos segundos en despertar y cuando lo hizo los miró asombrada.

-         ¿Qué están haciendo aquí?  --  preguntó  --  Deberían estar durmiendo
-         Escucha nena  --  empezó Mael  --  Hay algo de suma importancia que debemos decirte.

A continuación le contó todo lo que había escuchado de la conversación del Läkare con Eowaz y los demás, finalizando con lo que Gail había dicho.

-         De acuerdo  --  dijo ella  --  sabía que algo no iba bien pero ni Alan ni Giulian me dijeron nada  --  intentó incorporarse en la cama pero estaba demasiado débil 
-         ¿Dónde crees que vas?  --  preguntó Danny poniéndole la mano en el hombro
-         Necesito mi Gwialen  --  le dijo ella  --  creo que la tiene Giulian
-         ¿Nos crees estúpidos?  --  preguntó Gail y luego agregó  --  No contestes
-         Tranquila, hice una pequeña incursión a la habitación de tu padrino  --  dijo Danny sonriendo y extrayendo la Gwialen del bolsillo de su chaqueta, se la entregó a su hermana pero antes de hacer nada, ella los miró con extrañeza.
-         ¿Por qué no se lo dijeron a Giulian?  --  y los tres se miraron pero fue Danny el que habló
-         En una oportunidad Vlad me advirtió que no debía mencionar tus poderes a nadie  --  le dijo
-         Pero es Giulian
-         Él no me dijo que Giulian estuviese excluido
-         Nena  --  dijo Mael  --  te sugiero darte prisa, alguien podría venir
-         Lo que me hace preguntarme qué hacemos los tres aquí  --  dijo Gail dirigiéndose a la puerta
-         No es necesario  --  dijo Mael  --  Blaidd está allí.

A continuación Sam apuntó su Gwialen a sus heridas y cerró los ojos. No la escucharon decir nada pero sí vieron una luz plateada que se transfería de la Gwialen a las heridas y luego un destello de luz que de haber tenido que decir un color habrían dicho que violeta, rodear el cuerpo de Sam. El calor que despedía los hizo retroceder varios pasos, pero casi con la misma rapidez que había aparecido, desapareció. Solo habían transcurrido unos minutos pero a ellos les pareció mucho más tiempo.  Sam aun tardó unos segundos en abrir los ojos pero finalmente lo hizo y les sonrió.

-         ¿Cómo te sientes?  --  preguntó Gail
-         Bien, creo  --  dijo ella

Pero Danny se aproximó y revisó el brazo de su hermana en primer lugar y luego levantó la blusa para ver la herida que tenía en el costado. En ambos casos comenzaban a perder el desagradable aspecto que tenían. Acto seguido se arremangó la manga de la chaqueta y vio que la mancha oscura que tenía él en el brazo estaba aclarándose, suponiendo que la que tenía en el costado también.

-         Una cosa más  --  le dijo mientras le sonreía  --  Dejaremos que piensen que el antídoto finalmente surtió efecto ¿bueno?  --  y ella asintió
-         Debemos marcharnos  --  dijo Gail  --  Vendremos mañana temprano  --  y se inclinó para depositar un beso en la frente de la chica
-         Que descanses nena  --  dijo Mael haciendo lo mismo
-         Sam, debo colocarla donde estaba  --  dijo Danny extendiendo su mano y la chica le entregó la Gwialen  --  Trata de dormir ahora  --  la besó y comenzaron a caminar hacia la puerta
-         Oigan  --  dijo ella deteniéndolos  --  Gracias


Los tres sonrieron y abandonaron el lugar.

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