Cap. 16 Comienza el Entrenamiento…

Después de la juramentación de los chicos, Iván y Vlad volvieron a partir, aunque Iván le había recomendado a Vlad no hacerlo, porque insistía en que Eve estaba próxima a dar a luz. Sin embargo, ella convenció a Vlad de que no había motivo para preocuparse, de modo que él se marchó.

Antes de comenzar formalmente su entrenamiento, los chicos fueron sometidos a una prueba para determinar, con qué elemento estaban relacionados, y establecer cuáles eran sus poderes.

Una vez determinado el elemento del que procedía su don particular, esta parte de su instrucción la recibirían de forma personalizada, es decir, a solas con el instructor correspondiente, mientras que lo demás, si lo verían en conjunto.

Se había determinado que el poder de Diandra, provenía del elemento Tierra, y el de Aderyn, del Agua.

El caso de Gail había resultado desconcertante para el grupo de instructores, aunque no tanto para Eowaz que a pesar de esperar algo parecido, la verdad no precisamente lo que se descubrió. El chico había heredado no una, sino varias de las características de su sangre vampírica, como la fuerza y cierto dominio del control mental, un tanto superior al común de los Arzhvael. Pero a diferencia de su padre, él debía mantener el contacto visual con la persona, de lo contrario no podía ejercer ninguna clase de control sobre la misma. No obstante, lo que causó la alarma y desconfianza de los instructores, fue que Gail durante la prueba, había puesto de manifiesto una velocidad antinatural.  Por otra parte, su afinidad estaba relacionada con el elemento Tierra al igual que su tío Vlad.

En el caso de Mael, poseía todas y cada una de las características que le otorgaba su condición, oído, olfato, visión, destreza, rapidez y una fuerza extraordinaria. A esto había que sumarle el inusual don del manejo consciente de la energía, característico del elemento Éter.

Con los gemelos resultó muy difícil de determinar, porque si bien era cierto que en Danny inmediatamente se hizo evidente su afinidad con el elemento Fuego, cosa que a nadie extrañó por la volatilidad de su carácter, también mostró un gran dominio del elemento Aire. Mientras que Samantha por su parte, fue simplemente imposible asociarla a uno en particular. Esto generó una discusión entre los miembros del Cuerpo de instructores y Eowaz agradeció infinitamente a los Dioses que ninguno de los Cornwall, ni Iván estuviesen presentes.

-         Señores, vamos a calmarnos  --  les dijo Eowaz

-         Eowaz  --  intervino Garlan McEwan  --  esta señorita no parece tener un talento especial para nada

-         ¿Cómo te atreves?  --  saltó con ira Waleska Desmond  --  Sabes de quién estás hablando ¿verdad?

-         El hecho de ser hija de Daniel y Amy Douglas, por sí solo, no la hace más apta que un Kriger que lleva el tiempo correspondiente en formación para pasar al nivel de entrenamiento especial  --  sentenció Garlan

-         Eowaz, creo que deberíamos reconsiderar este asunto  --  dijo ahora Philip Dubois  --  Ya fuimos bastante condescendientes ante el hecho de aceptar a este grupo de jóvenes fuera de tiempo y obviando el entrenamiento previo.  Por supuesto y tal  como dijiste, hemos comprobado que tienen un talento especial, pero en el caso de la señorita Douglas debo estar de acuerdo con Garlan.

-         Yo pienso que deberíamos darle una oportunidad  --  dijo Alaric Gailard

-         ¿Una oportunidad?  --  preguntó Garlan  --  ¿Una oportunidad para qué? ¿Desde cuándo damos oportunidades a los “no aptos”?

-         ¡Garlan!  --  exclamó Daira Clammens  --  Tu soberbia no es propia de un Arzhaelí y en mi opinión tienes mucha suerte de que Giulian no esté aquí.

-         No digas tonterías Daira.

-         ¿Tonterías? Me gustaría escucharte sustentar tus opiniones en presencia de Giulian Cornwall  --  dijo la mujer

-         Pues no veo razón para no hacerlo, lo que estoy diciendo es algo que todos han podido comprobar por sí mismos  --  dijo él  --  Y si a Cornwall no le gusta, es su problema.

-         Basta  --  dijo Eowaz  --  Entiendo tu punto Garlan, pero coincido con Alaric. Créeme Garlan, Samantha Douglas posee lo necesario para esto, solo debemos definir en qué dirección apuntan sus dones.

-         En caso de que tenga alguno  --  dijo él con acidez

Pero era evidente que Eowaz no cambiaría de parecer, de modo que no valía la pena insistir y lo mejor era pasar al otro asunto.

-         Supongo que estás absolutamente seguro que el chico Natchzhrer “no es” un vampiro ¿no?  --  esta vez quien hizo la observación fue Daira

-         Sí Daira, estoy absolutamente seguro de ello  --  respondió Eowaz

-         ¿Y cómo se explica esa velocidad?  --  preguntó Alaric  --  ni Eveska ni Iván la poseen, y ellos sí lo son.

-         Me parece que algunos aquí han olvidado ciertas lecciones importantes  --  dijo Eowaz  --  En primer lugar, los Natchzhrer son una mezcla, porque aunque su madre haya sido transformada en vampiro, nació siendo Arzhvael. Por lo tanto ellos no son vampiros totalmente puros, si a eso le agregan el hecho de que han adoptado las costumbres de los Arzhvael y no se alimentan de sangre, no es de extrañar que no hayan desarrollado todos los poderes vampíricos. Pero escuchen bien, una cosa es no haberlos desarrollado a plenitud y otra muy distinta no poseerlos  --  hizo una pausa y como no hubo comentarios, prosiguió  --  Todos aquí saben perfectamente, que es cierto que cada uno de ellos, ha desarrollado más uno de sus poderes que los otros, pero siguen poseyéndolos. Ambos poseen una gran fuerza física, aunque Eve la desarrolló mucho más. Ambos poseen el control mental, aunque sea Iván quien lo maneje mejor. Y ambos son más veloces que cualquiera de los Arzhaelíes que estamos aquí, aunque no hayan llegado a desarrollar la velocidad extrema de su raza.

-         De acuerdo, hasta ahí todo está muy bien  --  dijo Philip  --  pero eso cómo explica que el chico posea una característica que ni siquiera sus parientes más cercanos, han desarrollado.

-         Simplemente lo lleva en la sangre. Sabemos que ninguna de sus características vampíricas, llegaran nunca al nivel de la de un vampiro natural, pero estoy seguro que su fuerza y velocidad, serán comparables a las de Mael Berserker.

-         En cualquier caso y solo para estar seguros  --  dijo Garlan  --  deberíamos hacerle la prueba.

-         Garlan realmente eres irritante  --  dijo Waleska  --  Si Eowaz dice que no es, es porque no lo es.

-         Con todo respeto  --  insistió el Arzhaelí  --  a nadie le consta que Iván no haya transformado a su esposa, y a decir verdad, ni siquiera sabemos a ciencia cierta qué sucedió con ella. Podría…

-         Garlan  --  lo interrumpió Eowaz  --  yo estoy al tanto de todos esos detalles, por supuesto estás en libertad de aceptar o no mi palabra al respecto, pero no estás en posición de desobedecer mis órdenes. Gail Natchzhrer no es un vampiro, y no será sometido a ninguna prueba ¿está claro?

-         Sí señor  --  aceptó Garlan muy consciente de que había transgredido los límites

Después de aquella tensa reunión, los chicos habían dado inicio a su entrenamiento. Vale la pena aclarar, cómo estaba conformada la institución de los Arzhaelíes y su funcionamiento, para una mejor comprensión del panorama.

Estaba primero el Cuerpo de Krigers activos, formado por aquellos que ya habían concluido el entrenamiento, que duraba un año e incluía, entrenamiento físico y mental. El aspecto físico abarcaba pruebas de resistencia, duelos tanto con Gwialen como con el Athame, y tiro con Arco. Y el aspecto mental, era exclusivamente para aprender a manejar el don con el que habían nacido.

Una vez superado y aprobado el entrenamiento, entraban a formar parte oficial de los guerreros, porque durante la etapa de entrenamiento, y a menos que hubiese una emergencia de grandes proporciones, esos chicos no eran enviados a ninguna misión.  Pero en cuanto superaban esa etapa, comenzaba su participación en ellas.

Siendo ya parte del Cuerpo, también había ciertas especializaciones que podían seguir, como por ejemplo, los que se entrenaban para trabajar encubiertos en el mundo Firbolg, lo que no era muy popular, los que lo hacían específicamente en combate, o los que se dedicaban a la investigación. Pero aunque la meta de todos, era convertirse en Arzhaelíes, no todos lo conseguían.

Después estaba el Cuerpo de Arzhaelíes, que eran guerreros de élite, preparados para enfrentar cualquier situación y en cualquier condición. Y por último el Consejo Arzhaelí, al cual se accedía por dos medios. O bien una vez que se alcanzaba una dilatada trayectoria, o por méritos especiales. En la actualidad solo constaba de ocho miembros, a saber, Delos, Dorila, Leomer, los Cornwall, los Natchzhrer y Eowaz, quien los presidía.

Los chicos habían comenzado su entrenamiento y al principio lo más duro en el caso de las chicas resultó la parte física. Los instructores eran tremendamente exigentes y en más de una ocasión, Mael tuvo que contenerse para no golpear a alguno por la forma en que trataban a las niñas. Sin embargo, pronto se darían cuenta, que lo más duro no era el entrenamiento físico, sino el adiestramiento en el manejo y uso de sus poderes.

Estaban teniendo que trabajar muy duro la parte física para poder ponerse a la par del grupo que había comenzado desde el inicio del año. Los varones no tuvieron tanto problema, porque sus entrenamientos con el Vliegend los había hecho muy resistentes, y aunque Mael nunca formó parte del equipo, con mucha frecuencia jugaba con ellos o los acompañaba cuando practicaban, aparte de su natural constitución física, pero para las niñas resultó mucho más difícil. No obstante, ellos las ayudaban tanto como podían.

En cuanto habían sido juramentados, los chicos habían tenido que abandonar el área del Castillo que habían habitado hasta entonces y se habían trasladado al ala que ocupaba el Cuerpo de Krigers. Una madrugada inusualmente lluviosa, fueron sacados de sus camas de manera intempestiva, apenas les dieron tiempo a ponerse el uniforme de entrenamiento y salir.

Se formaron en el patio  bajo la atenta mirada de un Arzhaelí de los más jóvenes. Cuando llevaban cerca de veinte minutos empapándose con aquella helada y pertinaz lluvia…

-         Entrenamiento nocturno  --  dijo una voz

Los chicos gimieron internamente al reconocerla como la de Garlan McEwan, sin duda uno de sus instructores menos apreciados, especialmente por Sam. La chica estaba convencida de que por alguna razón, él le tenía antipatía y solo esperaba no tener que agradecérselo a su padre. En los años que llevaban en su mundo, los Douglas se habían acostumbrado a que la gente los odiaba o los amaba, y en la generalidad de los casos, los que los odiaban era debido a alguna trastada que les hubiese hecho Dan, pero cuando era así, los destinatarios de aquella antipatía eran ambos gemelos, pero este no parecía ser el caso, porque aquel sujeto la tenía era con ella nada más. Se obligó a prestar atención, porque si se perdía algo de la instrucción, sería mucho peor.

-         Situación de rastreo y rescate  --  estaba diciendo Garlan  --  En algún lugar de la zona Azul, hay un sujeto al que deben encontrar y sacar de allí ¿entendido?

-         Sí señor  --  contestaron todos

-         Natchzhrer y Douglas, irán en dirección Oeste. Berserker y McKenzie  --  dijo señalando a Diandra  --  en dirección Este. McKenzie y la señorita  --  aquel infeliz nunca la llamaba por su nombre  --  en dirección Sur. Tienen una hora. ¡Muévanse!

Los chicos partieron a toda velocidad desapareciendo por los puntos que les habían sido indicados. En cuanto se perdieron de vista, Garlan se volvió a su asistente.

-         Máximo en quince minutos los quiero a todos capturados  --  dicho esto se marchó

Gail y Danny aguzaron sus sentidos en cuanto ingresaron a la zona Azul. Cuando habían comenzado el entrenamiento, les habían informado y mostrado, las dos áreas en las que se dividía el campo de entrenamiento. La zona Azul y la zona Roja, estas se usaban para las maniobras en equipos.

-         ¿Y quién se supone que es el sujeto al que debemos encontrar?  --  preguntó Gail

-         ¡Que te importa!    --  exclamó Danny  --  Solo agarremos al individuo y regresemos, quiero volver a la cama.

-         Dudo que sea tan fácil como eso, hermano

-         Tienes razón  --  reconoció Danny  --  Este imbécil, aparte de hacernos los días miserables, ahora tampoco nos dejará dormir en toda la noche, eso es seguro.

Pero cuando llevaban como diez minutos caminando, Danny se detuvo bruscamente y sujetando a Gail por un brazo se llevó un dedo a los labios indicándole silencio.

-         ¿Lo sentiste?  --  susurró y Gail asintió, pero por más que miraron no vieron a nadie

Ambos aferraron sus Athame y siguieron avanzando, pero dos minutos después.

-         ¡VORAGINIS!  --  lanzó Danny

Un fuerte torbellino golpeó los árboles que tenían al frente y dejaron al descubierto por unos breves segundos a una figura entre las ramas, lo que Gail aprovechó.

-         ¡VEXO!  --  escucharon un leve quejido y el sonido de un cuerpo al caer

-         Sí hay uno, hay más  --  dijo Danny y miraron en todas direcciones

Sin embargo, antes de que pudiesen hacer nada más, fueron alcanzados por un rayo en la espalda, y cayeron sin sentido.

Sam y Aderyn caminaban con precaución pero lo más aprisa que podían. Avanzar por entre aquellos árboles sin ninguna luz que las guiara, no resultaba fácil.

-         Me pregunto qué clase de sorpresitas nos habrá preparado nuestro “querido” instructor  --  dijo Aderyn

-         Cualquier cosa desagradable que te quieras imaginar  --  le contestó Sam

Se detuvo un momento y cerró los ojos. Aderyn aguardó en silencio sabiendo lo que ella estaba haciendo. Cuando los abrió le hizo una seña a Aderyn y ésta asintió.

-         ¡BARSTEN!  --  lanzó Sam y escucharon el estallido

Dos figuras cayeron y Aderyn apuntó hacia ellas.

-         ¡LEKKIO UISCE!  --  de la nada comenzó a fluir una gran cantidad de agua que envolvió a los hombres

Pero en el momento que Sam se estaba volviendo porque había sentido otra presencia, Aderyn cayó, ella sintió que una mano se cerraba sobre su boca y antes de que pudiese siquiera pensar en nada, vio el rayo que se acercaba a toda velocidad.

Desde el momento que habían ingresado a la zona Azul, Diandra había comenzado a protestar, mientras que Mael iba con todos sus sentidos alertas. Gracias a su condición, la visión nocturna no era un problema, de modo que no corrían el riesgo de tropezarse con nada.

-         ¿Será que este desgraciado ni siquiera duerme?  --  estaba quejándose en aquel momento  --  No se conforma con fastidiarnos de día, sino también de noche.

-         Querías ser Arzhaelí ¿no?  --  dijo Mael filosóficamente

-         Quiero ser Arzhaelí, no…

-         Silencio Di  --  indicó él y ella se calló de forma inmediata

Tanto su olfato, como su oído los había captado, pero debían estar a distancia porque no podía verlos, pensó Mael.

-         Nos están siguiendo, diría que dos  -- le susurró Mael  --  y en aquella dirección  --  señaló hacia el lado izquierdo  --  hay dos más

-         ¡Este maldito infeliz!  --  susurró Diandra con indignación, pero en ese momento Mael la empujó al piso cayendo sobre ella

Vieron el rayo estrellarse contra un árbol, pero con la misma velocidad que la había tirado, Mael se levantó y tomándola por una mano corrió en dirección contraria.

A cierta distancia, dos individuos maldecían por lo bajo y recordaron las palabras de Garlan: 

-         “A Berserker síganlo a distancia, puede detectarlos y verlos antes que ustedes a él”

El problema era que Garlan no les había dicho a qué distancia seguirlo. Estaban a toda la que podían para poder acertarle y acababan de fallar, de modo que debían arriesgarse a un enfrentamiento, aunque su jefe les había advertido que lo evitaran, pero era eso o pasarse del tiempo en el que debían tenerlos a todos.

Mael ahora tenía todos sus sentidos en alerta máxima, sabía que los estaban cercando y a menos que se transformara y lo tenía prohibido, dudaba que pudiese salir de aquello fácilmente.

-         Di, cubre el lado izquierdo y no dudes en atacar  --  le dijo mientras él miraba al frente

En efecto un minuto después vio el destello que partía a toda velocidad en su dirección y aunque no vio el que venía en dirección a Diandra, sí la escuchó lanzar el suyo.

-         ¡AFLEIDEN!  --  dijo Diandra deteniendo el ataque y en seguida  --  ¡VERNIETIGEN!

No sabía si había acertado, pero al menos no habían respondido. Mael por su parte hacía otro tanto.

-         ¡DARGYFEIRIO!  --  y de inmediato  --  ¡DYMCHWEL!

Él sí estaba seguro de haber acertado y junto con los sujetos habían caído varias ramas de los árboles circundantes, pero cuando iba a tomar a Diandra de la mano para correr, sintió la presencia tras él, se volvió con rapidez y golpeó en pleno rostro al individuo. Sin embargo, el otro tenía su Athame en el cuello de Diandra, así que no le quedó más remedio que rendirse.

Los condujeron, para extrañeza de Mael, no hacia el patio de entrenamiento sino más hacia el centro de la zona Azul. Habían caminado unos cuantos minutos, cuando vieron aparecer ante ellos una estructura que tenía el aspecto de choza y en el interior había luz. Uno de los sujetos que los conducía abrió la puerta y los hizo pasar a ellos primero.

-         Cinco minutos de retraso  --  escucharon la voz de Garlan

-         Tuvimos algunos inconvenientes  --  dijo él que Mael había golpeado y que aun sangraba por la nariz

-         Se los advertí  --  dijo Garlan

Mael hizo un rápido inventario visual. Todos estaban sin sentido y tirados en el piso de cualquier manera. Garlan les hizo un gesto y ellos caminaron hasta situarse al lado de los cuerpos desvanecidos de sus amigos.

-         Hora de despertar a las “criaturas”   --  y a continuación  --  ¡REINVIA!

Comenzaron a abrir los ojos y a moverse. En cuanto sus cerebros les enviaron la información, se incorporaron con rapidez. Varias cosas se registraron en sus mentes. La primera, que el ejercicio no había terminado, porque tanto Garlan como los demás Arzhaelíes llevaban trajes negros, lo que indicaba que aún eran “el enemigo”. Segundo, que si bien no estaban inmovilizados, sí estaban desarmados. Y tercero, que nadie había logrado llegar al objetivo. Esto los hizo preguntarse en qué consistía aquello, si no les habían permitido llegar a él. La respuesta llegó extraordinariamente rápido.

-         Veamos cuál de ellos es el que tendrá la amabilidad de decirnos cuál era el objetivo que perseguían  --  dijo Garlan paseándose delante de ellos.

Esas palabras bastaron para saber que el objetivo de aquello, era medir su capacidad para guardar silencio. Fueron tres horas de insultos, gritos y golpes, pero ninguno dijo nada. Sin embargo, llegados al punto de interrogar a las chicas, las cosas se pusieron difíciles. Garlan se detuvo delante de Diandra.

-         ¡Si la tocas, te mueres infeliz!  --  dijo Danny

Garlan sonrió con malevolencia, pero no escogió a Diandra sino a Samantha.

-         ¡No te atrevas!  --  exclamó Danny

Los ojos de Gail adquirieron de nuevo aquel peligroso color rojo intenso, pero nada dijo. Mientras que Mael intentaba controlarse por todos los medios que tenía a su alcance.

Al igual que con los chicos, Garlan lo intentó todo, gritos, insultos, amenazas pero a diferencia de los muchachos, Sam en ningún momento dejó de mirarlo a los ojos. Garlan se acercó a ella y levantó la mano.

-         ¡No lo hagas McEwan o te vas a arrepentir!  --  le gritó Danny, pero fue silenciado de forma muy violenta por uno de los Arzhaelíes

Pero Garlan se había limitado a colocar sus dedos en las sienes de Sam intentando penetrar su mente, lo que no se esperaba este individuo era salir expulsado como si hubiese recibido una descarga eléctrica. Se levantó y se acercó de nuevo.

-         Conque después de todo, sí eres capaz de hacer algo  --  le dijo, lo que desconcertó un poco a Sam, ya que no estaba al tanto de la opinión del Arzhaelí con respecto a ella

Pero de forma inesperada, el hombre le dio una sonora bofetada e inmediatamente le sujetó de nuevo la sien. Obviamente aquello había sido hecho con la intención de hacerla bajar las defensas, pero aparte de no conseguirlo, volvió a salir expulsado contra la pared, pero en esta ocasión no había sido Samantha.

En cuanto Garlan había golpeado a Sam, Mael perdió por completo el control que tan duramente había mantenido. Estiró la mano y el Athame de uno de los Arzhaelíes voló hacia ella y atacó a Garlan.

-         ¡GERESERVEERD! 

Pero casi con la misma rapidez fue desarmado y otro rayo había dado en su pecho. Garlan se levantó y caminó hacia él que permanecía sujeto contra la pared.

-         ¡Eres un imbécil Berserker!  ¿Te das cuenta que si fuese un Nemhain en este momento estarías muerto?  --  dicho esto miró a los demás  --  Tienen una hora para regresar, bañarse, bajar a comer y presentarse en el patio central  --  después de lo cual abandonó el lugar

En cuanto los Arzhaelíes abandonaron el recinto, todos se acercaron a Sam.

-         ¿Estás bien?  --  preguntó Danny sujetándola por los hombros y ella asintió

Danny se volvió hacia Diandra y la abrazó, mientras Gail hacía lo mismo con Aderyn. Mael se acercó a Sam y le limpió el hilillo de sangre que salía de un lado de su boca.

-         No debiste cachorro  --  le dijo ella  --  él tiene razón, si hubiesen sido…

-         Pero no eran  --  la cortó él  --  estás helada  --  dijo mientras le frotaba los brazos 

Pero se decidió por otro método y la atrajo hacia sí. Su temperatura natural era muy elevada, ya que constituía uno de los instintos de supervivencia básicos de su raza. Por un momento a Sam le vino a la memoria el recuerdo de una noche helada camino a Asgard, en la que Mael había hecho lo mismo, devolviéndole el calor.

-         Será mejor que nos demos prisa, no sabemos dónde estamos y…  --  estaba diciendo Danny

-         Nosotros sí sabemos  --  dijo Diandra

Mientras se ponían en marcha, todos contaron lo que les había sucedido y finalmente Gail y Danny, palmearon la espalda de Mael.

-         Bien hecho cachorro  --  dijo Gail

-         Me alegra que la hayan tenido tan difícil contigo  --  le dijo Danny

Se apresuraron y alcanzaron a estar listos a tiempo. Sin embargo, cuando los chicos salían del dormitorio para dirigirse al comedor, Mael divisó a Garlan y les dijo a sus amigos que enseguida los alcanzaba. Rodeó el edificio a toda prisa y se detuvo frente al Arzhaelí.

-         ¿Qué haces aquí Berserker?

-         Nemhain o Arzhvael, entrenamiento o no. Quien le ponga una mano encima, tendrá motivos más que suficientes para lamentarlo, en caso de que viva para ello  --  dicho esto le dio la espalda y comenzó a alejarse

-         ¡Berserker!  -- escuchó que lo llamaba y el chico se volvió  --  Veinticuatro horas en el calabozo

-         Sí señor  --  dijo él  --  permiso para retirarme  --   y él asintió

Garlan subió a la sala de reuniones y ya estaban todos allí. Se reunían siempre a primera hora, para entregar los informes del día anterior.

-         ¿Te quedaste dormido o alguna linda chica te retuvo?  --  bromeó Daira

-         Ni lo uno, ni lo otro  --  dijo él  --  entrenamiento nocturno  --  y acercándose a Eowaz le entregó una carpeta  --  Todos lo superaron con éxito, lo que hay que trabajar es el control de las emociones y les alegrará saber  --  dijo mirando a los demás  --  que la señorita Douglas tiene un asombroso control sobre su mente, pero supongo que eso tú ya lo sabías ¿verdad?  --  finalizó mirando a Eowaz  --  Pudiste habérmelo dicho y nos ahorrábamos el mal rato anterior

-         En ocasiones es necesario que nos recordemos a nosotros mismos, que no debemos apresurarnos en nuestros juicios, Garlan  --  le dijo el anciano  --  y no tenía ninguna duda que cuando lo notaras, nada te impediría reconocerlo.

-         Gracias señor  --  dijo el Arzhaelí  --  Ahora debo retirarme, los tengo a primera hora.

-         De acuerdo, podrás leer los informes de los demás, más tarde  --  le dijo Eowaz

Pero cuando ya iba por la puerta se detuvo.

-         Berserker tiene veinticuatro horas de castigo  --  dijo

-         ¿Por qué?  --  preguntaron varias voces

-         Por insubordinación y no estoy hablando de algo sucedido durante el ejercicio. Vino a amenazarme justo cuando venía para acá.

Cuando el Arzhaelí se marchó, Eowaz no tuvo dificultad en imaginarse que si Garlan había sido tan rudo con Sam, como solía ser en todos sus entrenamientos, ese habría sido el motivo de Mael y si era así, estaba bien el castigo, porque si bien era cierto que admiraban y respetaban la lealtad, también era cierto que debían velar porque aprendieran disciplina para que no fueran por el camino de los gemelos Cornwall y en beneficio de su propia supervivencia.