La Magia de Arzhvael

La Magia de Arzhvael
¿Qué es el destino? El destino es un conjunto de hechos inevitables o ineludibles, y existen distintas interpretaciones a cerca de él. Desde el punto de vista religioso, el destino es un gran plan creado por Dios y que no puede ser modificado por nada ni por nadie, algo que se contradice de entrada, con su concepto de libre albedrío. La filosofía en cambio le da un significado algo más amplio. Aceptando que nada sucede por azar, que nada se crea de la nada y que todo tiene una causa, entonces es porque estaba predestinado a suceder desde el momento en el que surgió la causa primaria. Teniendo en cuenta todo lo anterior, podemos resumir la cuestión, en que el señor destino, es una sucesión de acontecimientos que ocurren en diferente lugar y tiempo y cuyas consecuencias afectan al futuro, porque las acciones presentes son consecuencia de otras pasadas y de ellas derivaran las futuras… Adentrémonos pues, en las vidas, acontecimientos y decisiones que han tomado nuestros protagonistas, y veamos que misterios, aventuras o desventuras traerá consigo… El Destino

martes, 10 de junio de 2014

Cap. 33 ¿Quién…?



Will había acompañado a Sam hasta la puerta de su habitación y una vez que ella entró se fue la suya. Tal y como esperaba, unos minutos después entraron sus padres y hermanos.

-         ¿Podríamos dejar esta conversación para después?  --  preguntó sin volverse 
-         No Will  --  dijo Anne  --  Nos debes muchas explicaciones
-         ¿De veras?  --  preguntó volviéndose
-         Will  --  intervino Peter, como siempre más diplomático  --  sabemos que no tienes por qué dar explicaciones, pero al menos nos habría gustado saber acerca de esto, no solo porque sigues siendo nuestro hijo sino porque también queremos a Sam como a una hija.
-         Lo cual me parece excelente, porque eso anula el hipotético problema de que no la aprobasen, suponiendo que eso representase un problema para mí a la hora de tomar una decisión  --  les dijo  --  En cuanto a lo otro, iban a enterarse, asumo que escucharon a Samantha cuando dijo que yo iba a hablar con Iván antes de su cumpleaños y anunciaríamos nuestra intención de comprometernos ese día. Ninguno de nosotros dos tiene la culpa de que Giulian Cornwall sea un imbécil y que con sus absurdas acusaciones haya precipitado todo.

Peter y Jonathan miraban a su hermano con asombro, mientras que su padre lo hacía intentando decidir si su hijo estaba seguro de lo que decía, en tanto que Anne lo miraba con una expresión que era una mezcla de dolor y resentimiento, porque de todos sus hijos el único que parecía no serlo era aquel, ya que nunca la tomaba en cuenta para nada. Y por otro lado, si bien habían tenido esperanzas de que Sam y Kenny llegasen a una relación formal, porque en verdad la querían mucho, ahora al menos ella se cuestionaba la asertividad de Sam al escoger al único de sus hijos que tenía tantas posibilidades de hacerla infeliz por su frío carácter.

-         Bien si no tienen nada más qué decir, les agradecería que me dejasen solo. Acabo de llegar de pasar una pésima noche tratando de que Samantha se tranquilizara y no he dormido nada. De modo que tengo necesidad de descanso.

En primer lugar sí tenían mucho qué decir, solo que no sabían cómo hacerlo, y en segundo, ninguno de ellos a excepción de Jonathan, sabía que Will y Sam no habían regresado a casa la noche anterior, lo que causó una preocupación aun mayor y los hizo preguntarse dónde lo habían hecho. Y aunque pareció que Anne iba a protestar o a decir algo más, Peter la sujetó por el brazo para salir de la habitación. Conocía bien a su hijo, o al menos eso había creído, pero de lo que sí estaba seguro era que no diría nada que no quisiera decir y tenían pocas por no decir nulas posibilidades de sacarle algo más.


Sam se había sentado en su cama, no tenía sueño pero tampoco se sentía con deseos de hablar con nadie. Sin embargo, pensó que Will tenía razón y no podría esconderse para siempre, de modo que se dio un baño, se vistió y bajó. A los que primero se encontró fue a los chicos que hablaban en el salón y tenían caras muy largas. Entro y luego de saludarlos y soportar estoicamente que la mirasen como si estuviese enferma, se sentó al lado de Danny.

-         Sé que están molestos, dolidos o sorprendidos, pero la verdad es que no veo razón para ello  --  comenzó  --  Cuando ustedes declararon de forma tan sorpresiva sus sentimientos  --  dijo mirando a Danny a Gail  --  nadie se molestó con ustedes, quizá nos sorprendió un poco la forma pero nada más, y ciertamente todos estuvimos dispuestos a aceptarlo y apoyarlo. No les pido que lo entiendan, ni siquiera que estén de acuerdo, solo espero que apoyen mis acciones y confíen en mí.

Gail la miraba tratando de entender todo aquello, porque desde el asunto del ataque a su padre y a raíz de la conversación que había escuchado entre sus tíos, poco a poco se había ido convenciendo de que realmente Sam sentía más de lo que decía por su padre, de modo que este repentino cambio lo tenía muy confundido.

Danny hacía esfuerzos sobrehumanos por ocultar con muy escaso éxito su enorme molestia, porque si bien es cierto, que lo que había dicho Sam con relación a su sorpresiva declaración de sentimientos por Di, estaba seguro que eso no había sido un secreto y menos para ella. Fuera de eso, la constante insistencia de Gail con relación al asunto de Iván casi había llegado a convencerlo y aunque tampoco aquello le gustaba, la nueva situación le gustaba menos aún aunque no sabía por qué. De modo que seguía sintiéndose traicionado.

Diandra no podía estar más satisfecha, porque ella siempre había sostenido que Danny y Gail se equivocaban al creer que Sam estaba interesaba en Iván, en cambio le gustaba mucho que se hubiese fijado en Will, aunque Aderyn dijera lo que dijese. Mientras que Aderyn pensaba que todo aquello era un enorme error, pero si Sam había tomado esa decisión, sin importar a qué obedeciese, ella la apoyaría de manera incondicional.

Y él único que no se había detenido a pensar ni a analizar absolutamente nada había sido Mael, que en cuanto ella había terminado de hablar, se había ido derecho hacia ella y se había arrodillado a su lado tomando sus manos.

-         Nena, una vez te dije que haría cualquier cosa si con ello contribuía de alguna forma a tu felicidad y sigo pensando del mismo modo, así que si esa es tu decisión no pienso cuestionar si es buena o mala y por el contrario haré lo que sea necesario para proteger tu derecho a tomar tus propias decisiones. Lo que sí te advierto, es que mientras sea lo que deseas y te haga feliz yo también lo seré, pero en el momento que ese sujeto o cualquier otro te haga derramar una sola lágrima, deseará no haber nacido.
-         Gracias cachorro  --  dijo ella abrazándolo  --  sabía perfectamente que si por alguien no debía preocuparme era por ti  --  esto último solo fue escuchado por él
La diferencia entre Mael y los demás, era que él estaba absolutamente seguro y sin la más mínima sombra de duda, que Sam no quería a Will McKenzie más que a cualquier otro McKenzie, y que si había dicho aquello y lo seguía manteniendo, era para ocultar otro asunto que era lo que verdaderamente causaba la desdicha de Mael y estaba destrozando su corazón, pero tal y como había dicho, estaba dispuesto a pasar por encima de sí mismo hasta por el más mínimo de sus deseos.

-         Pues yo estoy muy feliz por ti y por Will, Sam  --  le dijo Diandra
-         Sabes que te apoyaré siempre en cualquier cosa que decidas Sam  --  le dijo Aderyn
-         Gracias chicas, sabía que lo entenderían.
-         Bueno, yo no voy decir que lo entiendo porque la verdad es que no entiendo nada  --  dijo Gail  --  Will es el individuo más simple y antipático que he conocido, pero si es lo que tú quieres, pues ni modo  --  agregó con su habitual franqueza, pero esto le valió un doloroso golpe cortesía de Diandra y una mirada feroz de Aderyn  --  No estoy diciendo que el sujeto sea mala persona, es solo que… no sé, es tan raro. Hasta habría entendido si hubieses dicho Jonathan por ejemplo, pero ¿Will?
-         Ya basta Gail  --  dijo Diandra  y Sam solo se limitó a sonreírle

Siendo que ya todos habían hablado, ahora miraban con atención a Danny. Él los había escuchado a todos y se sentía mal, porque él no podía sentir u opinar igual que ellos y no habría sido Daniel Douglas si hubiese dicho algo contrario a sus pensamientos o sentimientos.

-         No, a mí no me gusta, no estoy de acuerdo y dudo que vaya a cambiar de opinión. Estás cometiendo un error y él no ha empezado de la mejor forma para hacer méritos en el sentido de que yo pudiese considerar que es el sujeto indicado, si lo primero que hace es no traerte a casa cuando todos estábamos tan preocupados por lo que acababa de suceder.
-         Danny, fui yo la que no quiso regresar
-         Da lo mismo, es su responsabilidad
-         Danny…
-         No, Samantha. Ya te lo dije, no me gusta, no estoy de acuerdo y haré lo que sea para que no suceda.

Y dicho esto se levantó y abandonó el salón. Diandra se levantó para seguirlo pero Sam se lo impidió.

-         Déjalo Di  --  dijo con tristeza  --  ya se le pasará
-         Lo dudo, es terco y lo sabes, y no voy a permitir que le haga pasar malos a ratos a Will solo por su necedad  --  dijo ella

Después de eso Sam consideró que ahora debía hablar con Iván, y pensando que lo mejor era no retrasarlo más se fue a buscarlo.  Como supuso lo encontró en el estudio con un libro entre las manos, pero estaba positivamente segura de que no estaba prestándole ninguna atención.

-         ¿Podemos hablar?
-         Sabes que sí  --  le dijo él
-         Iván, todo esto es muy…
-         Espera Sam  --  la interrumpió él  --  solo quiero que me contestes una cosa ¿Lo amas?

Sam lo miró y sintió un profundo dolor por tener que mentirle, pero lo hacía justamente por él, porque no quería que Giulian siguiese pensando necedades.

-         No

Después que dijo aquello se sorprendió y por un loco momento se preguntó si Iván había utilizado su poder con ella, porque no era eso lo que iba a decir. Pero con la misma velocidad se reprendió por pensarlo, ya que estaba segura que Iván jamás haría tal cosa. Lo que había sucedido era que simplemente a él no podía mentirle.

-         Linda, se me ocurren solo dos posibles razones para que estés haciendo esto y ninguna de las dos lo justifica. La primera, que pienses que con ello me proteges de alguna manera, y la segunda, que estés interesada en que el verdadero dueño de tu corazón no lo sepa  --  pero como ella no dijo nada, él continuó  --  Si fuese por lo primero, debes saber que no hay ninguna necesidad para ello, porque Giulian puede decir muchas idioteces y de hecho las dice, pero jamás me haría ningún daño y espero que no estés pensando que yo se lo haría a él, porque es algo que no sucederá. Y si es por lo segundo, estás cometiendo un error aún mayor, de nada nos sirve ocultar lo que sentimos porque tarde o temprano eso nos destruye. Y la verdad, ni siquiera me atrevo a aventurar una posible razón para que quisieras ocultarlo, porque estoy más que seguro que cualquier hombre se sentiría el más dichoso de la tierra al saberse el destinatario de tu amor.

Ella no estaba de acuerdo con él, Iván era de la clase que estaba dispuesto a creer siempre lo mejor de todos, pero Giulian había demostrado ser capaz no solo de decir muchas estupideces sino que era más capaz aun de actuar en forma  muy violenta, aunque existiese la posibilidad de que luego se arrepintiese de ello, de modo que no pensaba arriesgarse. La diferencia entre Sam e Iván era la experiencia, él tenía no solo la experiencia en cómo manejar a Giulian, sino la suficiente confianza en su propio poder a la hora de tener que detener un hipotético ataque de su amigo en un momento de locura, después de todo ya había pasado por ello cuando Giulian se enteró de que él estaba enamorado de su hermana, de modo que eso no lo preocupaba en lo más mínimo, pero Sam era otro asunto. Su falta de experiencia y el terror de lo que pudiese suceder, pesaba mucho más que cualquier razonamiento lógico que Iván pudiese plantearle. En cuanto al segundo asunto, también difería mucho de su opinión.

-         Solo te pido que confíes en mí Iván  --  pero recordando lo que le había dicho una vez con respecto a Casander, agregó  --  Y en este caso no tienes nada que temer, porque Will está perfectamente de acuerdo con todo esto.
-         De acuerdo linda  --  le dijo  --  pero prométeme que si en algún momento sientes que no puedes continuar, te detendrás de inmediato.
-         Lo prometo, pero promete tú no decirlo a nadie. Además quien sabe, tal vez hasta terminemos enamorándonos de verdad, Will es un gran chico, lo que sucede es que es poco dado a socializar pero nos llevamos muy bien.

Iván la miró tratando de decidir qué era lo que intentaba ocultar, si es que lo estaba haciendo, pero a la única conclusión que llego, fue a que tal vez él estuviese equivocado y realmente ella no fuese consciente estar enamorada de nadie. Sin embargo, consideró su deber advertirle algo.

-         Sam, Giulian puede ser muchas cosas pero estúpido no es una de ellas. Puede que se deje llevar por sus emociones cuando las personas a las que ama están involucradas en algún problema o peligro, pero finalmente recupera la cordura en algún momento. De modo que te arriesgas a que descubra que lo estás engañando y cuando eso suceda, su reacción va a ser la que ya conocemos.
-         No me descubrirá, porque contrario a lo que pareces pensar, ese infeliz solo cree lo que quiere creer  --  por un momento Iván sintió deseos de reír porque no le faltaba razón en eso, pero tarde o temprano él lo notaría
-         De acuerdo linda, voy a confiar en tu buen juicio, pero ya sabes, si en algún momento las cosas te superan, recuerda que yo siempre voy a estar aquí.
-         Lo sé Iván  --  y se levantó para marcharse, pero había dado unos pocos pasos cuando se volvió  --  Con respecto a lo que dijiste de que cualquier hombre se sentiría feliz de que yo lo quisiese, aparte de que me parece una exageración no creo que sea totalmente cierto, porque ¿qué pasaría si me enamorase de alguien que no pueda quererme? Sabemos y te has encargado de decírmelo muchas veces, que el amor no se obliga. Así es que como verás no es necesariamente cierto lo que dijiste.

Después de decirle aquello se marchó pero dejó a Iván con una seria duda. Repasó mentalmente los miembros del género masculino a los que conocía Sam pero podía ser cualquiera, lo que encontraba difícil de creer era que alguno no correspondiese a su amor a menos que… se puso de pie violentamente “Alguien que no pueda quererme”.  

Las palabras de Sam se repitieron una y otra vez en su mente pero trató de calmarse y analizar el asunto con fría lógica dejando fuera sus sentimientos. Esta era una técnica que aplicaba solo a cuestiones de trabajo y rara vez a asuntos de tipo personal, porque ello implicaba separarse de su lado humano y recurrir a su sangre vampírica que era lo que lo hacía frío y sin sentimientos.

Subió a toda prisa a su habitación y cerró firmemente la puerta. Cerró los ojos y se concentró en el asunto. Samantha era la hija de Daniel Douglas, de modo que eso la hacía descendiente de una Ninfa, toda mujer por cuyas venas corriese la sangre de una Ninfa, invariablemente tenía un poder de atracción sobre los hombres a los que rara vez podían resistirse si ella decidía ejercerlo. Y por otra parte era hija de Amy O’Neill, hija a su vez de una Sirena y en este caso el poder de atracción era mucho mayor y sin necesidad de su participación consciente. Amy había sido así y era algo por lo que Daniel había sufrido mucho y había costado serias lesiones a más de un pobre sujeto. Este doble parentesco hacía virtualmente imposible que ningún mortal fuese capaz de resistirse a Samantha queriendo o no. De modo que esto descartaba de forma sumaria a casi cualquier individuo y reducía en mucho el campo de búsqueda, ya que solo aquellos cuya sangre los protegía de esa atracción sobrenatural podían representar un problema, pero ella por sí misma poseía las suficientes virtudes y encantos como para atraer a cualquiera de forma natural, como le había sucedido a Amy con Daniel.

Dentro de los allegados a Samantha que cumpliesen con esa condición, solo estaban cinco individuos, a saber: los Cornwall por ser descendientes de una Dríade; Mael, por ser un berserker; Gail, por su sangre vampírica; y él mismo por ser un vampiro.

Ahora, teniendo en cuenta lo que ella dijo: “Alguien que no pueda quererme”, la única razón posible para que ella pensase que su amor no podía ser correspondido, era que el sujeto en cuestión ya estuviese enamorado de alguien más, lo que descartaba de entrada a Mael, porque todos sabían que la adoraba, del mismo modo que descartaba a Giulian, porque él era libre.  En el caso de Gail, analizó con la misma fría lógica que ella nunca había tenido el más mínimo comportamiento que indicase otra clase de afecto que no fuese el que se profesa a un hermano, de modo que eso solo los dejaba a Vladimir y a él. Así que volvió a emplear la misma fría observación. 

¿Sería posible que Giulian no estuviese tan equivocado? ¿Sería posible que Samantha se hubiese enamorado de él y él no lo hubiese notado? O ¿Sería posible que se hubiese enamorado de Vladimir? Porque los cambios de Samantha comenzaron aproximadamente alrededor de la fecha en que Vladimir y Eveska se habían comprometido, pero aunque revisó una y otra vez los recuerdos, las situaciones, las manifestaciones de afecto y todo cuanto pudo recordar. Ambos seguían teniendo las mismas posibilidades. La pregunta era… ¿Quién?

Una vez que concluyó con aquello y volvió a su estado natural el golpe fue brutal, porque aceptar cualquiera de aquellas dos posibilidades era igualmente doloroso y volvió a preguntarse pero ahora abrumado bajo el peso de aquella terrible perspectiva, si el único que había estado acertado había sido Giulian y en su cerebro seguía repitiéndose la misma pregunta… ¿Quién?


3 comentarios:

  1. Y no solo Ivan se pregunta eso, yo tambien me pregunto QUIEEEEEEEEN?????
    Por favor q no sea Giulian
    Por favor q no sea Giulian
    Por facor q no sea Giulian jajajaja

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    Respuestas
    1. Buen día de nuevo Keila...

      jajajajajajajaajajajajajajaja... pues tendremos q esperar a que ella misma no aclare las dudas, jajajajajaja...

      gracias Keila, de veras estoy muy contenta de tenerte como lectora y espero q sigas disfrutando de ambas hitorias y q sigamos manteniendo el contacto :-)... no vemos en el sig... kisses...

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  2. Obvioooooo jajajajaja estoy al pendiente de las 2 aunq debo mencionar q me gusta mas esta, no es q la otra historia no me guste si no q mi favorita es La Magia de Arzhvael :P
    Hasta la proxima! :)

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