Will
había acompañado a Sam hasta la puerta de su habitación y una vez que ella
entró se fue la suya. Tal y como esperaba, unos minutos después entraron sus
padres y hermanos.
-
¿Podríamos dejar esta conversación para
después? -- preguntó sin volverse
-
No Will
-- dijo Anne -- Nos
debes muchas explicaciones
-
¿De veras? --
preguntó volviéndose
-
Will
-- intervino Peter, como siempre
más diplomático -- sabemos que no tienes por qué dar
explicaciones, pero al menos nos habría gustado saber acerca de esto, no solo
porque sigues siendo nuestro hijo sino porque también queremos a Sam como a una
hija.
-
Lo cual me parece excelente, porque eso
anula el hipotético problema de que no la aprobasen, suponiendo que eso
representase un problema para mí a la hora de tomar una decisión -- les
dijo --
En cuanto a lo otro, iban a enterarse, asumo que escucharon a Samantha
cuando dijo que yo iba a hablar con Iván antes de su cumpleaños y anunciaríamos
nuestra intención de comprometernos ese día. Ninguno de nosotros dos tiene la
culpa de que Giulian Cornwall sea un imbécil y que con sus absurdas acusaciones
haya precipitado todo.
Peter
y Jonathan miraban a su hermano con asombro, mientras que su padre lo hacía
intentando decidir si su hijo estaba seguro de lo que decía, en tanto que Anne
lo miraba con una expresión que era una mezcla de dolor y resentimiento, porque
de todos sus hijos el único que parecía no serlo era aquel, ya que nunca la
tomaba en cuenta para nada. Y por otro lado, si bien habían tenido esperanzas
de que Sam y Kenny llegasen a una relación formal, porque en verdad la querían
mucho, ahora al menos ella se cuestionaba la asertividad de Sam al escoger al
único de sus hijos que tenía tantas posibilidades de hacerla infeliz por su
frío carácter.
-
Bien si no tienen nada más qué decir, les
agradecería que me dejasen solo. Acabo de llegar de pasar una pésima noche
tratando de que Samantha se tranquilizara y no he dormido nada. De modo que
tengo necesidad de descanso.
En
primer lugar sí tenían mucho qué decir, solo que no sabían cómo hacerlo, y en
segundo, ninguno de ellos a excepción de Jonathan, sabía que Will y Sam no
habían regresado a casa la noche anterior, lo que causó una preocupación aun
mayor y los hizo preguntarse dónde lo habían hecho. Y aunque pareció que Anne
iba a protestar o a decir algo más, Peter la sujetó por el brazo para salir de
la habitación. Conocía bien a su hijo, o al menos eso había creído, pero de lo
que sí estaba seguro era que no diría nada que no quisiera decir y tenían pocas
por no decir nulas posibilidades de sacarle algo más.
Sam se
había sentado en su cama, no tenía sueño pero tampoco se sentía con deseos de
hablar con nadie. Sin embargo, pensó que Will tenía razón y no podría
esconderse para siempre, de modo que se dio un baño, se vistió y bajó. A los
que primero se encontró fue a los chicos que hablaban en el salón y tenían
caras muy largas. Entro y luego de saludarlos y soportar estoicamente que la
mirasen como si estuviese enferma, se sentó al lado de Danny.
-
Sé que están molestos, dolidos o
sorprendidos, pero la verdad es que no veo razón para ello --
comenzó -- Cuando ustedes declararon de forma tan
sorpresiva sus sentimientos -- dijo mirando a Danny a Gail --
nadie se molestó con ustedes, quizá nos sorprendió un poco la forma pero
nada más, y ciertamente todos estuvimos dispuestos a aceptarlo y apoyarlo. No
les pido que lo entiendan, ni siquiera que estén de acuerdo, solo espero que
apoyen mis acciones y confíen en mí.
Gail
la miraba tratando de entender todo aquello, porque desde el asunto del ataque
a su padre y a raíz de la conversación que había escuchado entre sus tíos, poco
a poco se había ido convenciendo de que realmente Sam sentía más de lo que
decía por su padre, de modo que este repentino cambio lo tenía muy confundido.
Danny
hacía esfuerzos sobrehumanos por ocultar con muy escaso éxito su enorme
molestia, porque si bien es cierto, que lo que había dicho Sam con relación a
su sorpresiva declaración de sentimientos por Di, estaba seguro que eso no
había sido un secreto y menos para ella. Fuera de eso, la constante insistencia
de Gail con relación al asunto de Iván casi había llegado a convencerlo y
aunque tampoco aquello le gustaba, la nueva situación le gustaba menos aún
aunque no sabía por qué. De modo que seguía sintiéndose traicionado.
Diandra
no podía estar más satisfecha, porque ella siempre había sostenido que Danny y
Gail se equivocaban al creer que Sam estaba interesaba en Iván, en cambio le
gustaba mucho que se hubiese fijado en Will, aunque Aderyn dijera lo que
dijese. Mientras que Aderyn pensaba que todo aquello era un enorme error, pero
si Sam había tomado esa decisión, sin importar a qué obedeciese, ella la
apoyaría de manera incondicional.
Y él
único que no se había detenido a pensar ni a analizar absolutamente nada había
sido Mael, que en cuanto ella había terminado de hablar, se había ido derecho
hacia ella y se había arrodillado a su lado tomando sus manos.
-
Nena, una vez te dije que haría cualquier
cosa si con ello contribuía de alguna forma a tu felicidad y sigo pensando del
mismo modo, así que si esa es tu decisión no pienso cuestionar si es buena o
mala y por el contrario haré lo que sea necesario para proteger tu derecho a
tomar tus propias decisiones. Lo que sí te advierto, es que mientras sea lo que
deseas y te haga feliz yo también lo seré, pero en el momento que ese sujeto o
cualquier otro te haga derramar una sola lágrima, deseará no haber nacido.
-
Gracias cachorro --
dijo ella abrazándolo -- sabía
perfectamente que si por alguien no debía preocuparme era por ti --
esto último solo fue escuchado por él
La
diferencia entre Mael y los demás, era que él estaba absolutamente seguro y sin
la más mínima sombra de duda, que Sam no quería a Will McKenzie más que a
cualquier otro McKenzie, y que si había dicho aquello y lo seguía manteniendo,
era para ocultar otro asunto que era lo que verdaderamente causaba la desdicha
de Mael y estaba destrozando su corazón, pero tal y como había dicho, estaba
dispuesto a pasar por encima de sí mismo hasta por el más mínimo de sus deseos.
-
Pues yo estoy muy feliz por ti y por
Will, Sam -- le dijo Diandra
-
Sabes que te apoyaré siempre en cualquier
cosa que decidas Sam -- le dijo Aderyn
-
Gracias chicas, sabía que lo entenderían.
-
Bueno, yo no voy decir que lo entiendo
porque la verdad es que no entiendo nada
-- dijo Gail --
Will es el individuo más simple y antipático que he conocido, pero si es
lo que tú quieres, pues ni modo -- agregó con su habitual franqueza, pero esto
le valió un doloroso golpe cortesía de Diandra y una mirada feroz de
Aderyn -- No estoy diciendo que el sujeto sea mala
persona, es solo que… no sé, es tan raro. Hasta habría entendido si hubieses
dicho Jonathan por ejemplo, pero ¿Will?
-
Ya basta Gail --
dijo Diandra y Sam solo se limitó
a sonreírle
Siendo
que ya todos habían hablado, ahora miraban con atención a Danny. Él los había
escuchado a todos y se sentía mal, porque él no podía sentir u opinar igual que
ellos y no habría sido Daniel Douglas si hubiese dicho algo contrario a sus
pensamientos o sentimientos.
-
No, a mí no me gusta, no estoy de acuerdo
y dudo que vaya a cambiar de opinión. Estás cometiendo un error y él no ha
empezado de la mejor forma para hacer méritos en el sentido de que yo pudiese
considerar que es el sujeto indicado, si lo primero que hace es no traerte a
casa cuando todos estábamos tan preocupados por lo que acababa de suceder.
-
Danny, fui yo la que no quiso regresar
-
Da lo mismo, es su responsabilidad
-
Danny…
-
No, Samantha. Ya te lo dije, no me gusta,
no estoy de acuerdo y haré lo que sea para que no suceda.
Y
dicho esto se levantó y abandonó el salón. Diandra se levantó para seguirlo
pero Sam se lo impidió.
-
Déjalo Di
-- dijo con tristeza -- ya
se le pasará
-
Lo dudo, es terco y lo sabes, y no voy a
permitir que le haga pasar malos a ratos a Will solo por su necedad --
dijo ella
Después
de eso Sam consideró que ahora debía hablar con Iván, y pensando que lo mejor
era no retrasarlo más se fue a buscarlo.
Como supuso lo encontró en el estudio con un libro entre las manos, pero
estaba positivamente segura de que no estaba prestándole ninguna atención.
-
¿Podemos hablar?
-
Sabes que sí -- le
dijo él
-
Iván, todo esto es muy…
-
Espera Sam -- la
interrumpió él -- solo quiero que me contestes una cosa ¿Lo
amas?
Sam lo
miró y sintió un profundo dolor por tener que mentirle, pero lo hacía
justamente por él, porque no quería que Giulian siguiese pensando necedades.
-
No
Después
que dijo aquello se sorprendió y por un loco momento se preguntó si Iván había
utilizado su poder con ella, porque no era eso lo que iba a decir. Pero con la
misma velocidad se reprendió por pensarlo, ya que estaba segura que Iván jamás
haría tal cosa. Lo que había sucedido era que simplemente a él no podía
mentirle.
-
Linda, se me ocurren solo dos posibles
razones para que estés haciendo esto y ninguna de las dos lo justifica. La
primera, que pienses que con ello me proteges de alguna manera, y la segunda,
que estés interesada en que el verdadero dueño de tu corazón no lo sepa --
pero como ella no dijo nada, él continuó
-- Si fuese por lo primero, debes
saber que no hay ninguna necesidad para ello, porque Giulian puede decir muchas
idioteces y de hecho las dice, pero jamás me haría ningún daño y espero que no
estés pensando que yo se lo haría a él, porque es algo que no sucederá. Y si es
por lo segundo, estás cometiendo un error aún mayor, de nada nos sirve ocultar
lo que sentimos porque tarde o temprano eso nos destruye. Y la verdad, ni
siquiera me atrevo a aventurar una posible razón para que quisieras ocultarlo,
porque estoy más que seguro que cualquier hombre se sentiría el más dichoso de
la tierra al saberse el destinatario de tu amor.
Ella
no estaba de acuerdo con él, Iván era de la clase que estaba dispuesto a creer
siempre lo mejor de todos, pero Giulian había demostrado ser capaz no solo de
decir muchas estupideces sino que era más capaz aun de actuar en forma muy violenta, aunque existiese la posibilidad
de que luego se arrepintiese de ello, de modo que no pensaba arriesgarse. La
diferencia entre Sam e Iván era la experiencia, él tenía no solo la experiencia
en cómo manejar a Giulian, sino la suficiente confianza en su propio poder a la
hora de tener que detener un hipotético ataque de su amigo en un momento de
locura, después de todo ya había pasado por ello cuando Giulian se enteró de
que él estaba enamorado de su hermana, de modo que eso no lo preocupaba en lo
más mínimo, pero Sam era otro asunto. Su falta de experiencia y el terror de lo
que pudiese suceder, pesaba mucho más que cualquier razonamiento lógico que
Iván pudiese plantearle. En cuanto al segundo asunto, también difería mucho de
su opinión.
-
Solo te pido que confíes en mí Iván --
pero recordando lo que le había dicho una vez con respecto a Casander,
agregó -- Y en este caso no tienes nada que temer,
porque Will está perfectamente de acuerdo con todo esto.
-
De acuerdo linda -- le
dijo --
pero prométeme que si en algún momento sientes que no puedes continuar,
te detendrás de inmediato.
-
Lo prometo, pero promete tú no decirlo a
nadie. Además quien sabe, tal vez hasta terminemos enamorándonos de verdad,
Will es un gran chico, lo que sucede es que es poco dado a socializar pero nos
llevamos muy bien.
Iván
la miró tratando de decidir qué era lo que intentaba ocultar, si es que lo
estaba haciendo, pero a la única conclusión que llego, fue a que tal vez él
estuviese equivocado y realmente ella no fuese consciente estar enamorada de
nadie. Sin embargo, consideró su deber advertirle algo.
-
Sam, Giulian puede ser muchas cosas pero
estúpido no es una de ellas. Puede que se deje llevar por sus emociones cuando
las personas a las que ama están involucradas en algún problema o peligro, pero
finalmente recupera la cordura en algún momento. De modo que te arriesgas a que
descubra que lo estás engañando y cuando eso suceda, su reacción va a ser la que
ya conocemos.
-
No me descubrirá, porque contrario a lo
que pareces pensar, ese infeliz solo cree lo que quiere creer -- por
un momento Iván sintió deseos de reír porque no le faltaba razón en eso, pero
tarde o temprano él lo notaría
-
De acuerdo linda, voy a confiar en tu
buen juicio, pero ya sabes, si en algún momento las cosas te superan, recuerda
que yo siempre voy a estar aquí.
-
Lo sé Iván -- y
se levantó para marcharse, pero había dado unos pocos pasos cuando se
volvió -- Con respecto a lo que dijiste de que
cualquier hombre se sentiría feliz de que yo lo quisiese, aparte de que me
parece una exageración no creo que sea totalmente cierto, porque ¿qué pasaría
si me enamorase de alguien que no pueda quererme? Sabemos y te has encargado de
decírmelo muchas veces, que el amor no se obliga. Así es que como verás no es
necesariamente cierto lo que dijiste.
Después
de decirle aquello se marchó pero dejó a Iván con una seria duda. Repasó
mentalmente los miembros del género masculino a los que conocía Sam pero podía
ser cualquiera, lo que encontraba difícil de creer era que alguno no
correspondiese a su amor a menos que… se puso de pie violentamente “Alguien que no pueda quererme”.
Las
palabras de Sam se repitieron una y otra vez en su mente pero trató de calmarse
y analizar el asunto con fría lógica dejando fuera sus sentimientos. Esta era
una técnica que aplicaba solo a cuestiones de trabajo y rara vez a asuntos de
tipo personal, porque ello implicaba separarse de su lado humano y recurrir a
su sangre vampírica que era lo que lo hacía frío y sin sentimientos.
Subió
a toda prisa a su habitación y cerró firmemente la puerta. Cerró los ojos y se
concentró en el asunto. Samantha era la hija de Daniel Douglas, de modo que eso
la hacía descendiente de una Ninfa, toda mujer por cuyas venas corriese la
sangre de una Ninfa, invariablemente tenía un poder de atracción sobre los
hombres a los que rara vez podían resistirse si ella decidía ejercerlo. Y por
otra parte era hija de Amy O’Neill, hija a su vez de una Sirena y en este caso
el poder de atracción era mucho mayor y sin necesidad de su participación
consciente. Amy había sido así y era algo por lo que Daniel había sufrido mucho
y había costado serias lesiones a más de un pobre sujeto. Este doble parentesco
hacía virtualmente imposible que ningún mortal fuese capaz de resistirse a Samantha
queriendo o no. De modo que esto descartaba de forma sumaria a casi cualquier
individuo y reducía en mucho el campo de búsqueda, ya que solo aquellos cuya
sangre los protegía de esa atracción sobrenatural podían representar un problema,
pero ella por sí misma poseía las suficientes virtudes y encantos como para
atraer a cualquiera de forma natural, como le había sucedido a Amy con Daniel.
Dentro
de los allegados a Samantha que cumpliesen con esa condición, solo estaban
cinco individuos, a saber: los Cornwall por ser descendientes de una Dríade;
Mael, por ser un berserker; Gail, por su sangre vampírica; y él mismo por ser
un vampiro.
Ahora,
teniendo en cuenta lo que ella dijo: “Alguien
que no pueda quererme”, la única razón posible para que ella pensase que su
amor no podía ser correspondido, era que el sujeto en cuestión ya estuviese
enamorado de alguien más, lo que descartaba de entrada a Mael, porque todos
sabían que la adoraba, del mismo modo que descartaba a Giulian, porque él era
libre. En el caso de Gail, analizó con
la misma fría lógica que ella nunca había tenido el más mínimo comportamiento
que indicase otra clase de afecto que no fuese el que se profesa a un hermano, de
modo que eso solo los dejaba a Vladimir y a él. Así que volvió a emplear la
misma fría observación.
¿Sería
posible que Giulian no estuviese tan equivocado? ¿Sería posible que Samantha se
hubiese enamorado de él y él no lo hubiese notado? O ¿Sería posible que se
hubiese enamorado de Vladimir? Porque los cambios de Samantha comenzaron
aproximadamente alrededor de la fecha en que Vladimir y Eveska se habían
comprometido, pero aunque revisó una y otra vez los recuerdos, las situaciones,
las manifestaciones de afecto y todo cuanto pudo recordar. Ambos seguían
teniendo las mismas posibilidades. La pregunta era… ¿Quién?
Una
vez que concluyó con aquello y volvió a su estado natural el golpe fue brutal,
porque aceptar cualquiera de aquellas dos posibilidades era igualmente doloroso
y volvió a preguntarse pero ahora abrumado bajo el peso de aquella terrible
perspectiva, si el único que había estado acertado había sido Giulian y en su
cerebro seguía repitiéndose la misma pregunta… ¿Quién?
Y no solo Ivan se pregunta eso, yo tambien me pregunto QUIEEEEEEEEN?????
ResponderEliminarPor favor q no sea Giulian
Por favor q no sea Giulian
Por facor q no sea Giulian jajajaja
Buen día de nuevo Keila...
Eliminarjajajajajajajaajajajajajajaja... pues tendremos q esperar a que ella misma no aclare las dudas, jajajajajaja...
gracias Keila, de veras estoy muy contenta de tenerte como lectora y espero q sigas disfrutando de ambas hitorias y q sigamos manteniendo el contacto :-)... no vemos en el sig... kisses...
Obvioooooo jajajajaja estoy al pendiente de las 2 aunq debo mencionar q me gusta mas esta, no es q la otra historia no me guste si no q mi favorita es La Magia de Arzhvael :P
ResponderEliminarHasta la proxima! :)