Durante
los tres meses siguientes las cosas dieron un vuelco inesperado, por un lado
Sam literalmente se bebió tantos libros como pudo, superando en horas de
biblioteca a Aderyn y a Mael, pero a pesar de que pasaba gran parte de su
tiempo libre en la biblioteca, sus charlas con Will se redujeron al mínimo. Si
él lo echaba de menos o no, no se sabía porque nunca dijo nada, se limitaba a
que la chica tuviese un servicio de té siempre a su disposición y contestaba
las ocasionales preguntas que le hacía.
Giulian
y Jonathan salieron y volvieron en varias ocasiones, Vlad estuvo un par de
semanas pero Iván llevaba meses sin aparecer.
Tres
hechos de igual naturaleza, aunque con diferentes protagonistas, fueron los que
marcaron el fin de una etapa y el inicio de otra.
En una
de las clases de Alquimia y dándose cuenta el profesor que Danny y Gail como de
costumbre estaban haciendo estupideces en lugar de prestar la debida atención,
fueron castigados a quedarse al final de la clase, de modo que Mael se marchó
con las chicas.
-
¿Tomarás la merienda con nosotros
Sam? --
preguntó Diandra
-
No, estoy terminando un…
-
… trabajo en la biblioteca --
completó Diandra -- ¿Sabes?
Casi estoy por creer que te has enamorado del guapísimo y antipatiquísimo de mi primo.
-
¡Diandra!
-- exclamó Aderyn
-
¿Qué?
Will es lo bastante guapo como para que cualquiera se fije en él -- se defendió la chica -- Si
fuera menos desagradable, claro
Los
cuatro rieron y continuaron su camino, pero antes de llegar a la puerta por la
que accedían a la otra parte del Castillo, Denis Bishop, uno de sus compañeros
de clase y uno no muy apreciado debido a la prepotencia con la que sus padres
trataban a todo el mundo, hizo que se detuvieran.
-
¡Aderyn!
-- llamó y todos se volvieron
-
¿Sí?
-
¿Podemos salir al jardín un momento? Me
gustaría hablar contigo.
Si
Aderyn estaba sorprendida, mucho más lo estaban sus amigos y su prima, quien
mucho menos discreta que los demás la miró con cierto brillo de picardía.
-
¿Denis?
-- susurró elevando una ceja
-
Déjala Di
-- dijo Sam -- Ve
Aderyn
-
¿Quieres que te esperemos? --
preguntó Mael en un gesto de solidaridad con Gail, aunque no sabía ni
para qué si el muy necio ni cuenta se daba. Mientras Diandra le propinaba un
pellizco en el brazo
-
No, no lo haremos --
dijo Diandra -- Aderyn conoce perfectamente el camino
cachorro ¡Vamos! -- y tiró de su brazo
Hasta
allí todo habría estado muy bien, pero como siempre y sustentando la teoría del
caos, las variables hicieron la diferencia.
En el
camino Diandra fastidió tanto a Sam que ésta acepto ir a merendar con ellos, y
por otra parte el profesor de Alquimia fue requerido por Endering, de modo que
se contentó con enviar el doble de deberes a los chicos prometiendo que si no
los tenían listos para la próxima clase, estarían castigados hasta navidad. Sam
y los demás se sorprendieron al verlos de regreso tan pronto.
-
Tuvimos suerte --
dijo Danny
-
Sí, solo nos enviaron el doble de
deberes -- agregó Gail mientras agarraba un trozo de
pastel
-
¿Y a eso le llaman suerte? --
preguntó Mael -- A ese paso estarán haciendo deberes todo el
fin de semana, porque si mal no recuerdo Endering también les mandó una grosera
cantidad al igual que…
-
Sí, sí cachorro --
dijo Gail -- eres extraordinariamente amable al
recordárnoslo, pero contamos con tu ayuda, la de… -- y
se detuvo -- ¿Dónde está Aderyn?
-
En el jardín -- contestó
Diandra
-
¿Haciendo qué? --
preguntó Danny
Pero
aunque Sam y Mael le habrían sugerido no decirlo, era mucho esperar eso de
Diandra.
-
Dando un paseo con Denis --
dijo la chica mientras bebía su té.
Como
era de esperar, tanto Gail como Danny se pusieron de pie de inmediato y ambos
miraron con ira a Mael.
-
¿Y la dejaste ir sola? --
preguntó Danny mientras comenzaba a caminar tras Gail que ya le llevaba
unas cuantos pasos
-
No está sola Douglas, dije perfectamente…
-
¡Te escuché! -- le
gritó Danny
Mael había
intentado darle alcance a Gail y lo consiguió cuando ya casi llegaban a la
salida.
-
Gail escúchame -- le
dijo sujetándolo por un brazo
-
¡Déjame en paz!
Si
bien era cierto que Mael habría podido emplear su fuerza, no quería hacerle un
daño innecesario a su amigo, aunque personalmente pensaba que se lo merecía.
Entre tanto, Diandra iba corriendo tras Danny
riñéndolo.
-
Ya no somos niñas Douglas ¿te
enteras? Y nosotras no andamos tras
ustedes cuando alguna cabeza hueca de esas que siempre andan revoloteando
alrededor de ustedes… -- pero hizo silencio cuando Danny se detuvo
bruscamente y la sujetó por los hombros.
-
¡Cállate de una vez Diandra o te haré
callar yo!
-
¡Ja! No me amenaces Douglas o podrías
descubrir…
Pero
nadie se enteró de lo que podría descubrir, porque de forma inesperada y
absurda, dadas las circunstancias, Danny cerró la boca de Diandra con sus
propios labios. Sam y Mael quedaron paralizados por la sorpresa. Ambos sabían
sobradamente que aquellos dos terminarían juntos, siempre lo habían sabido,
pero definitivamente no pudo escoger peor momento. Sin embargo, tenían otro
asunto entre manos, Danny y Diandra al menos no iban a matarse por ahora.
-
¡Vamos Mael! --
dijo Sam tirando de su brazo
-- Tenemos que alcanzar a Gail
antes de que cometa una estupidez
No
obstante, cuando salieron al jardín no
había rastros del chico y como no tenían idea de dónde se encontraban Aderyn y
Denis, eso planteaba un serio problema, y aunque Gail tampoco lo sabía, siempre
estaba el riesgo de que los hallase primero que ellos.
-
Será mejor que nos separemos --
dijo Sam
-
No, espera -- la
detuvo el chico
Mael
cerró los ojos, Sam vio cómo olfateaba
el aire y comprendió que intentaba seguir su olor.
-
Por aquí
-- dijo el chico y tiró del brazo
de Sam
Corrieron
hacia el lado izquierdo pero sintieron la voz de Danny a sus espaldas. Sin detenerse volvieron la cabeza y lo vieron que
venía a toda velocidad tras ellos pero sin Diandra. De común y tácito acuerdo
Sam y Mael no hicieron preguntas sino que siguieron corriendo.
A
medida que Gail corría, su razón había ido desapareciendo y todo lo que veía
ante él era la estúpida cabeza de Bishop separada de su cuerpo. Aunque no tenía
idea de dónde podían estar, algo que por
aproximación habría que llamar instinto, pareció guiar sus pasos. Al rodear el
Castillo apareció ante él el Lago y allí justamente era dónde estaban. Le bastó una mirada para que lo poco que le
quedaba de razón se fuera al demonio.
Denis
sostenía en las suyas las manos de Aderyn y a todas luces estaba acortando la
distancia que los separaba cuando se sintió suspendido y luego voló por los
aires cayendo a varios metros de distancia.
-
¡Gail!
-- gritó Aderyn
Pero
Gail estaba más allá de todo razonamiento. Caminó hacia Denis y lo sujetó por
la camisa levantándolo del piso.
-
¿Qué te sucede Natchzhrer? --
exclamó intentando soltarse
Sin
embargo, aquello era del todo inútil porque Gail parecía no escuchar, y una vez
que Denis estuvo de pie le dio un puñetazo en el estómago y en seguida otro en
el rostro. Aderyn intentaba por todos los medios hacerse escuchar, pero ante la
inutilidad del asunto y viendo que Gail estaba masacrando a Denis, sacó su
Gwialen pero cuando la apuntaba hacia Gail, llegaron los demás a toda carrera.
Sam le sujetó la mano mientras Danny y Mael pasaron como una exhalación hacia
donde estaban los chicos.
Ciertamente
llegaron hasta ellos, pero tanto Danny como Mael a pesar de la considerable
fuerza del segundo, salieron despedidos en direcciones opuestas cuando Gail
empujó primero a uno y después al otro. Se levantaron y vieron con horror que
Gail apuntaba su Athame hacia Denis que estaba tirado de cualquier manera a
unos pasos de él. Sam soltó a Aderyn y corrió hacia Gail interponiéndose entre
él y Denis.
-
¡Apártate Samantha! --
pero Sam lo estaba mirando en aquel momento con verdadera sorpresa
Los
hermosos ojos azules de Gail, habían sido sustituidos por un par de rubíes brillantes
de ira.
-
¡Qué te apartes he dicho!
-
No, no lo haré y para hacerle algo a él
tendrás que lastimarme a mí -- le dijo de manera pausada
Pero
mientras le decía aquello, al mismo tiempo intentaba penetrar su mente
encontrándose con el insólito caso de no poder hacerlo.
-
Gail, baja tu Athame por favor -- le
pidió --
vas a arrepentirte de esto.
-
Te aseguro que no ¡Apártate!
Sin
embargo, Mael tomó una decisión y sacando su propio Athame desarmó a Gail y
tanto él como Danny se acercaron a ellos. La expresión de Gail era en verdad
peligrosa, pero ignorando eso Sam dio un paso hacia él y lo abrazó.
-
Cálmate Gail --
ella sintió como su respiración aunque seguía agitada comenzaba a
relajarse
Danny
al ver que Sam no corría peligro caminó hacia Denis.
-
Danny…
-- lo llamó Mael
Por un
momento pensó que podía hacer alguna estupidez, pero Danny se agachó al lado de
Denis solo para hablarle.
-
¿Estás bien? --
preguntó de manera absurda,
porque era obvio que no podía estarlo después de semejante paliza -- No,
creo que no, de modo que te sugiero recordarlo por si vuelves a tener la pésima
idea de acerarte a ella -- y puso la punta de su Athame sobre el pecho
del chico
-
Danny
-- volvió a llamarlo Mael -- Ya
déjalo
Pero
cuando Danny se levantó y comenzó a caminar hacia donde aún Sam seguía
sujetando a Gail escucho a Denis.
-
¿Qué les sucede a ustedes? ¿Están locos?
-- Danny se detuvo, se giró y entrecerrando los ojos se acercó de nuevo
-
Espero que recuerdes la sensación
Bishop, porque la próxima vez, podrías
no tener tanta suerte.
Después
de eso comenzaron a caminar hacia el Castillo. Aderyn iba llorando y Gail había
recuperado el color habitual de sus ojos. Nadie dijo nada y subieron
directamente a sus habitaciones. Sam pensó en Iván en cuanto se quedó sola, era
con quien deseaba hablar en aquel momento pero luego pensó que también podía
hacerlo con Eve. También recordó que quería hablar con su hermano acerca de lo
sucedido con Diandra. Sin embargo, no habló ni con uno ni con el otro, porque
le dio la hora de la cena sumida en sus pensamientos. Se cambió con rapidez y
bajó, ya estaban allí Danny y Mael pero ni Gail ni las chicas habían bajado
aún. Después de un rato apareció una Aderyn con los ojos aún enrojecidos en
compañía de una silenciosa Diandra, pero cuando Sam se acercaba a ellas, entró
Eve.
-
¿Dónde está Gail? --
preguntó al ver que no estaba allí
-
Aquí
-- escucharon la voz del chico
detrás de ella
-
Al estudio -- le
dijo Eve
-
¿Por qué?
-- preguntó él -- ¿No
vamos a cenar?
-
No por ahora -- le
contestó ella, pero era obvio para todos que estaba muy molesta --
Ustedes también -- les dijo a los demás
-
Espera, espera -- se
interpuso Gail -- ¿Qué está sucediendo tía?
-
Estamos esperando a Iván, así que al
estudio he dicho
-
¿A papá?
-- y por un momento el chico
pensó que pudiese haberle ocurrido algo
-- Él está bien ¿no?
-
Se acabaron las preguntas, así que
andando
-
No pienso…
-
¡Ahora!
-- dijo Eve levantando la voz
considerablemente y saliendo del Salón
Danny
tomó a Gail por el brazo y lo arrastró.
-
Vamos hermano, no compliques más las
cosas. Sea lo que sea no nos vamos a enterar aquí parados.
Cuando
entraron se sorprendieron al ver quiénes que se encontraban allí, pero al mismo
tiempo cayeron en cuenta de por dónde venía todo. Se encontraban los McKenzie,
Eowaz y los Bishop, pero antes de que pudiesen decir nada entraron Jonathan y
Giulian.
-
¿Qué es lo que está sucediendo
Vampi? -- preguntó Giulian sin prestar mayor
atención a los presentes -- ¿Cuál es la urgencia?
-
Haz el favor de aguardar un momento
Giulian, estamos esperando a Iván
-- dijo Eowaz
-
¿A Iván? Pero…
Sin
embargo, no pudo decir nada más, porque en ese momento hizo su entrada el
Arzhaelí. Aunque la situación parecía presentarse muy seria, Sam no pudo evitar
el correr a los brazos de Iván, con lo que Giulian frunció el entrecejo, porque
repentinamente se dio cuenta que hacía mucho Sam no lo recibía de aquel
modo. Después de sonreírle y darle un
beso en la frente como de costumbre, ella se apartó y volvió al lado de Mael.
Iván saludó a todos y cómo es lógico, luego quiso saber qué sucedía.
-
Iván los señores Bishop están aquí,
porque quieren interponer una demanda contra Gail --
informó Eowaz
Iván
abrió la boca pero ningún sonido salió de ella. Miró hacia donde estaban los
chicos y la total ausencia de expresión y hermetismo en sus rostros, le reveló
a las claras que no les sorprendía lo que acababan de escuchar. Eve tenía una
mirada de disgusto, Jonathan una de asombro, mientras que Giulian, que había
estado indolentemente recostado contra la estantería se había enderezado y
miraba a los Bishop como a especies de zoológico.
-
De acuerdo --
dijo Iván de forma pausada
-- ¿Y puedo saber la razón?
-
Al parecer Gail y Denis, el hijo de los
señores -- dijo Eowaz señalando a la pareja --
tuvieron un altercado…
-
¿Altercado? --
chilló la señora Bishop
-
¡Ese engendro casi mata a nuestro
hijo! --
exclamó el señor Bishop
De
todo el universo de palabras que existía, aquel sujeto había escogido sin duda
la menos adecuada. Eowaz aún se mostraba sereno pero había juntado las cejas,
lo que expresaba claramente su disgusto. Los McKenzie, tanto padres como hijo,
miraban al matrimonio con franca antipatía. Iván al igual que Eowaz, conservaba
la serenidad, pero al menos a Sam no se le escapó el peligroso brillo que
apareció en sus ojos, y en el caso de Eve, notó que los ojos de la vampiresa
adquirían el mismo color que había visto en los de Gail, aunque desapareció
rápidamente dejando solo la mirada de profunda ira. Pero Giulian era otro
asunto, había abandonado definitivamente su actitud de aparente indiferencia y
avanzaba con una mirada amenazadora en los fríos ojos azules.
-
¡Un momento! --
exclamó Gail y Giulian se detuvo en seco, mientras que todos los demás
giraban la cabeza hacia el chico -- En primer lugar, me permito recordarte Eowaz
que ya soy mayor de edad, por lo tanto legalmente responsable de mis actos, de
modo que no veo razón para haber molestado a mi padre que tiene cosas mucho más
importantes en las que ocuparse que una estupidez como ésta -- el
señor Bishop parecía querer hablar pero Gail lo detuvo -- En
cuanto a usted, haga lo que le parezca conveniente. Si quiere poner una
denuncia ante las autoridades, hágalo. Si quiere que se me juzgue por agresión,
bien. Si lo que quiere es que me
encierren en un calabozo por lo que le hice a su hijo, probablemente vea sus
deseos satisfechos, porque en efecto lo hice y si no terminó peor fue gracias a
mis amigos. Pero lo que no haré será disculparme por ello -- dio
unos pasos hacia los Bishop -- Y yo en su lugar, enseñaría al necio de su
hijo a respetar lo ajeno. Le sugiero asegurarse que le quede claro que Aderyn
McKenzie me pertenece y que si vuelvo a verlo cerca de mi chica, ni siquiera
tendrá tiempo para lamentarlo.
Gail
no fue consciente de que los McKenzie habían ahogado una exclamación, ni que
Aderyn había enrojecido hasta la raíz del cabello. Tampoco de la mirada de
asombro de su padre y su tía, ni de las sonrisas complacidas de Giulian y
Danny.
-
Ahora
-- dijo al ver que los Bishop no
decían nada -- si no tienen nada más que decir, la cena nos
espera y ya que mi padre está aquí, me gustaría disfrutar de su compañía.
Y
dándoles la espalda comenzó a caminar hacia la puerta.
-
¡Mocoso insolente! --
exclamó el señor Bishop y Gail se volvió con una sonrisa sarcástica que
destacó su parecido con los Cornwall
-
Le sugiero mirar con atención lo que este
“mocoso” es capaz de hacer si lo molestan demasiado. De modo que es poco
prudente hacerlo y sumamente perjudicial para la propia salud -- se
giró de nuevo pero antes de emprender el camino hacia la puerta extendió su
mano a Aderyn y ella sin dudarlo le dio la suya
La
atrajo hacia sí y sin tener en cuenta quienes estaban presentes, le dio un
fugaz beso en los labios y abandonaron la estancia.
Un
pesado silencio cayó sobre ellos en cuanto la pareja abandonó el estudio. El
señor Bishop parecía a punto de sufrir un ataque cardíaco. Iván, Jonathan e
incluso Eve, tenían la sombra de una sonrisa en los labios, mientras que
Giulian y Danny seguían sonriendo ampliamente y el primero en realidad tenía
deseos de ponerse a aplaudir. El
silencio fue roto por la señora Bishop, porque parecía que su marido era
incapaz de decir nada.
-
¿Se va a quedar así?
-
Ya escucharon a mi hijo --
dijo Iván en el mismo tono sereno
-- Está dispuesto a afrontar las consecuencias de sus actos, de modo que
pueden ustedes proceder como tengan a bien
hacerlo.
-
Eowaz
-- dijo el señor Bishop que
finalmente había encontrado su voz
-- Lo escuchaste, ese… niño… ¡Nos
amenazó!
-
Según y cómo yo veo las cosas --
intervino Giulian -- solo les hizo un par de amables sugerencias en
beneficio de su salud y la de su hijo
Aquello
era sin duda alguna el colmo de la desfachatez, porque ciertamente Gail les
había hecho una amenaza en toda la regla, de modo que Eowaz cerró brevemente
los ojos y luego miró a los Bishop.
-
Estoy dispuesto a recibirlos mañana a
primera hora para que formalicen su denuncia
-- les dijo -- y
les aseguró que será procesada con la mayor celeridad.
-
¿Ah sí? ¿Puedes garantizarnos que pagará
por lo que ha hecho?
-
¿Es usted sordo o qué? -- se
adelantó Danny ya harto de todo el asunto
-- Gail ya reconoció ante suficientes
testigos -- dijo señalando a todos los presentes -- lo
que hizo ¿Qué más quiere?
-
Sí, y todos parientes o amigos suyos
-
Pero no por eso sordos --
dijo el chico con ira -- Escúcheme, es posible que usted piense que
Gail se pasó en la forma que agredió a su hijo, aunque personalmente pienso que
se lo merecía, pero aun así todos estamos conscientes de lo sucedido y no vamos
a negarlo.
-
Como dije
-- habló de nuevo Eowaz -- los
recibiré mañana temprano y pondremos fin a esto
La
pareja finalmente pareció darse por satisfecha y comenzaron a caminar hacia la
puerta pero antes de llegar Sam los detuvo.
-
De veras lamentamos mucho lo sucedido a
Denis y aunque no lo crean intentamos impedirlo, solo que no pudimos -- les dijo
-- Sin embargo, les aconsejo que
en lo sucesivo escojan con el mayor cuidado los adjetivos que utilicen para
calificar a mis amigos o de lo contrario, podrían verse en una situación por
demás peligrosa -- esperó unos segundos hasta asegurarse de que
habían comprendido sus palabras y luego agregó
-- Y sí, es una amenaza y también
pueden tomar acciones legales en mi contra, pero eso no impedirá que la cumpla.
-
Y desde ya puede irnos denunciando a
todos señor Bishop -- agregó Mael tomando de nuevo la mano de
Sam --
porque todos sustentamos la misma opinión y “todos” somos igualmente
peligrosos
Dicho
esto arrastró a Sam hacia la puerta, Danny hizo lo mismo trayendo a Diandra
consigo y ambos les dirigieron una mirada que no dejaba lugar a dudas de que
aquellos individuos eran perfectamente capaces de cumplir sus amenazas.
ay q emociooon! Perfectamente Emocionte, asi califico el capitulo del dia jajaja
ResponderEliminarsaludos! hasta mañana :) xoxox
Buen día Keila:
Eliminarme alegra mucho q te haya gustado amiga :-)... jajajajaja fue algo sorpresivo para casi todos,jeje...
gracias Keila... nos leemos en el siguiente... kisses...