Una
vez que los Bishop se marcharon, se desató el caos porque todos comenzaron a
hablar al mismo tiempo.
-
Señores por favor -- se
impuso Eowaz
-
Esos individuos son unos…
-
Giulian
-- lo interrumpió Eowaz -- Son
muchas las cosas que debemos discutir, algunas de ellas aplazadas por la
ausencia de Iván, pero sugiero que pasemos al comedor y después de la cena
cuando todos estemos un poco más calmados, nos reunamos de nuevo.
Mientras
iba camino al comedor, Iván abrazó a Eve.
-
¿Cómo te has sentido? -- le preguntó --
¿Todo en orden?
-
Sí, todo marcha perfectamente y espero
que Vlad regrese dentro de tres semanas, quiere estar aquí por lo menos una
semana antes del nacimiento.
-
Están en un error -- le
dijo él -- El bebé nacerá cuando mucho en dos semanas,
te dije desde el inicio que estabas equivocada en las fechas.
-
Iván, tú no puedes saberlo mejor que
yo --
dijo ella con paciencia y él rió,
pero decidió no discutir, ya se reiría mucho cuando las cosas salieran como él
lo estaba diciendo
Cuando
entraron al comedor, Sam volvió a correr refugiándose de nuevo en brazos de
Iván.
-
Te he echado mucho de menos ¿sabes?
-
Y yo a ti linda --
pero al verla notó varios cambios
-- ¿Qué sucede?
-
¿Podremos hablar más tarde?
-
Por supuesto --
dijo él de inmediato -- Cuando terminemos de cenar tenemos que
reunirnos con Eowaz, pero apenas termine allí te busco en tu habitación ¿está
bien?
-
Claro
-- y volvió a abrazarlo
-
¿Interrumpo?
-
¿Desde cuándo te preocupa eso? --
preguntó Iván mirando con extrañeza a Giulian
-
Te voy a estar esperando --
dijo Sam y fue a sentarse mientras Giulian la veía marchar
-
¿Me puedes decir qué le has hecho ahora?
-
Nada
-- dijo él sin dejar de mirar en
dirección a Sam -- Es decir, no lo sé, pero después que salió
del hospital ha estado actuando extraño. Me pregunto si tal vez…
-
¿Tal vez qué? --
preguntó al ver que no concretaba la idea
-
No lo sé Iván, pero… ¿podría ser que
estuviese molesta porque no la protegí cómo debía? -- le
consultó
-
¿Sabes algo Giulian? --
dijo Iván mientras caminaban hacia sus lugares en la mesa --
Eres brillante para muchas cosas, loco sí, pero brillante. Sin embargo,
en ocasiones exhibes una estupidez impresionante
-
Gracias, eso me ayuda mucho --
dijo Giulian mirándolo con resentimiento.
-
En ningún caso Sam te culparía de
semejante cosa, de modo que revisa tu archivo mental e intenta averiguar qué
demonios le hiciste, aunque si prefieres puedo echar un vistazo yo mismo,
claro.
-
¡Olvídalo! --
dijo el Arzhaelí alejándose de él
-- La última vez que “saqueaste”
mis recuerdos, tuve dolor de cabeza durante una semana.
-
Eso fue porque fuiste lo bastante necio
como para oponer una resistencia inútil
-- le dijo --
¿Cómo se suponía que iba a encontrar lo que querías si no me dejabas
hacerlo?
-
En cualquier caso no sirvió de nada.
-
Es difícil dar con un nombre si te
acuestas con una chica distinta cada noche. Así que no me culpes hermano
-
Ya no hago eso --
protestó Giulian
-
Claro, y yo seré el próximo lugarteniente
de Bastian -- le dijo con una sonrisa burlona -- Si
una amenaza de embarazo, varios maridos furiosos y uno que otro padre
encolerizado, no te convencieron de variar tu conducta, dudo mucho que lo
hicieras por propia voluntad -- y sin darle tiempo a decir nada más, se alejó
a ocupar su silla.
Cuando
ya estaban todos sentados, entraron Gail y Aderyn. Ella traía la cara cual
manzana, pero Gail venía tan tranquilo como de costumbre. Sin duda aquel
individuo si bien guardaba un gran parecido físico con su padre, su actitud, su
arrogancia y su personalidad en general, hablaba a gritos de la otra sangre que
corría por sus venas.
La
cena se estaba llevando a cabo en medio de un inusual silencio, sobre todo si
se tenía en cuenta que estaban presentes los mayores alborotadores de la casa,
léase Giulian, Jonathan, Gail, Danny y Diandra. De modo que llegó un momento en
que Peter, que había venido con Iván dejando a Delos a cargo de lo que hacían,
explotó.
-
De acuerdo, es agradable tener una cena
tranquila para variar, pero también es obvio que algo sucede --
dijo mirándolos a todos -- ¿Se puede saber qué es?
Nadie
parecía dispuesto a decir nada, pero Gail que tampoco era especialmente afecto
al silencio, dejó sus cubiertos a un lado y miró a Peter.
-
Verás Peter, esta tarde casi mato a
golpes a un infeliz y en primer lugar es la razón de que hayan hecho venir a
papá, y aunque me alegra mucho verlo, era algo innecesario --
dijo y luego continuó -- El asunto es que probablemente en breve seré
un huésped involuntario de nuestras “cómodas” celdas y supongo que dadas las
circunstancias por las que atraviesa la comunidad Arzhvael, debo considerarme afortunado de que no quieran enviarme a Fangelsi.
Peter
lo miraba con los ojos muy abiertos, pero incapaz de decir nada coherente, de
modo que Gail retomó la palabra.
-
Señor y señora McKenzie --
dijo mirando a los padres de Aderyn
-- no planeaba hacer esto de este
modo y a decir verdad no lo había planeado en lo absoluto --
dijo con su habitual franqueza
-- pero después de lo sucedido y
después de lo que dije en el estudio, creo que son inútiles las explicaciones.
Quiero a su hija y espero que no les resulte muy odiosa la idea de un
compromiso entre nosotros.
Todos
habían estado escuchando a Gail con atención, pero ciertamente no se esperaban
a aquello, y de más está mencionar la cara de sorpresa de la mayoría. No
obstante, Peter McKenzie era un consumado político, de modo que fue el primero
en reaccionar.
-
Veamos Gail, en primer lugar no estamos
en contra de esto y nos complacería mucho considerar un compromiso a futuro
entre tú y Aderyn, pero no estoy muy seguro que de momento estén preparados
para…
-
Con todo respeto señor McKenzie -- lo
interrumpió Gail -- si va a decirme que debemos esperar a ser un
poco mayores para asumir un compromiso, déjeme decirle que estoy seguro que
dentro de tres, cinco o la cantidad de años que quiera fijar, pensaré lo mismo
que pienso ahora. Su hija es la chica que quiero conmigo hoy, mañana y
siempre -- aseguró
-- Ahora, si sus objeciones
obedecen a otro asunto, están en su derecho
-- y su mirada se
ensombreció -- pero eso no hará que la quiera menos y
esperaré a que ella pueda tomar sus propias decisiones al respecto.
Gail
siempre se había caracterizado por ser escandalosamente directo y acababa de
demostrar que nunca cambiaría.
-
Por supuesto que no tenemos ninguna clase
de objeción con respecto a tu persona Gail
-- dijo Peter --
Prácticamente te hemos visto crecer, tanto tú como tu familia cuentan
con nuestro mayor afecto y por si no fuese suficiente el conocerlos bien, a eso
hay que sumarle que gracias a varios de sus miembros, mi familia y yo estamos a
salvo. De manera que lo que menos debe preocuparte es eso. Solo lo digo porque son jóvenes aún, los
sentimientos pueden cambiar y si están sujetos a un compromiso formal, eso
podría causarles muchos trastornos.
-
Entiendo, pero no estamos hablando de
casarnos mañana y aunque yo estoy seguro de lo que siento y que eso no va a
cambiar, les prometo que si Aderyn más adelante sintiera que…
-
Yo también estoy segura -- lo
interrumpió ella
Y de
eso no les cabía ninguna duda a los McKenzie, porque muchas veces el matrimonio
había conversado del desmedido interés que sentía su hija por Gail Natchzhrer
desde el mismo día que lo había conocido y siempre les preocupó la posible
decepción de Aderyn, porque el chico no parecía especialmente interesado en
ella, aparte de que las historias que contaba Diandra acerca de la conducta en
extremo parecida a la de sus tíos con relación a las chicas, no los
tranquilizaba mucho. De ahí su sorpresa, ante esta inesperada revelación.
-
Siendo así --
dijo Peter -- no tenemos objeciones de ningún tipo y solo
resta escuchar la opinión de tu padre.
Todas
las cabezas se giraron hacia Iván que había estado mirando a su hijo sin poder
creerse que estuviese hablando en serio. Al igual que Peter, él tenía sobradas
razones para creer que Gail era una copia aumentada y corregida de los
Cornwall, pero a diferencia de McKenzie, él sí sabía positivamente que Gail
había sentido siempre algo especial por Aderyn. De modo que lo sorprendía la
conducta, más no el sentimiento.
-
¡Oh vamos papá! --
exclamó el chico al ver que Iván no decía nada -- No
eres precisamente tú el que estaba ignorante de esto.
-
Ciertamente no, y aunque coincido con
Peter en algunos puntos, no seré yo quien se oponga, a decir verdad pienso que
no pudiste haber escogido mejor -- y le dedicó una afectuosa sonrisa a Aderyn
-
Gracias papá -- le
dijo y luego miró de nuevo a los McKenzie
-- También se los agradezco a
ustedes pero ahora y aunque me resulte del todo inconveniente, debemos esperar
a que cumpla con la sentencia que me sea impuesta para efectuar la ceremonia de
compromiso.
Hasta
ese momento Giulian había estado escuchando todo entre divertido y asombrado,
pero al escuchar “ceremonia de compromiso” escupió el vino en todas direcciones
¿Qué le pasaba a su sobrino? ¿Estaba loco? ¿Comprometerse formalmente? ¿Estaba
hablando en serio?
Como
Iván conocía a Giulian demasiado bien, decidió tomar el control de la situación
antes de que dijera alguna tontería, pero mientras él se hacía cargo de Giulian
fue patente que las sorpresas no terminaban allí.
-
Bueno
-- dijo Danny haciendo que las
cabezas se volvieran hacia él -- ya que estamos…
-
¡Douglas!
-- siseó Diandra, pero él la
ignoró
-
… creo que voy a aprovechar el momento
para decirles que yo también quiero su permiso, ya que son los tutores de
Diandra, para que autoricen nuestra relación.
Si
Gail los había sorprendido en cierta forma, Danny lo acababa de hacer mucho
más, porque si bien era cierto que lo habían pensado muchas veces, no era menos
cierto que se llevaban tan mal aquellos dos que los momentos en los que
demostraban interés el uno por el otro, quedaban sepultados por su continua
guerra.
-
Sé que mi futuro no luce muy prometedor con
un loco queriendo matarnos a mi hermana y a mí, pero les prometo que tendría
que hacerlo primero y lo tendrá muy difícil, antes de ponerle una sola mano
encima a ella. A pesar de su “lindo” carácter, es la chica que quiero para
madre de mis hijos -- dijo Danny
Teniendo
en cuenta que Danny era la persona menos indicada para hablar de mal carácter y
al mismo tiempo el menos dado a las expresiones de afecto, lo que acababa de
decir, los había sorprendido en grado extremo. Sin embargo, no tuvieron ocasión
para decir nada.
-
¡Daniel Douglas! --
exclamó Diandra poniéndose de pie
-- ¿Qué te hace pensar que quiero
o querré algún nefasto día casarme con un idiota cuyo deporte favorito es
perseguir chicas como si fuesen Medaljes?
-
¡Oh vamos, Di! Eso no es justo, además…
-
¡Vete al demonio, Douglas! -- y a
continuación corrió hacia la puerta
Danny
se levantó a toda prisa para ir tras ella, pero antes de salir se volvió hacia
los demás que los miraban con los ojos muy abiertos.
-
Eso es una prueba de lo que dije antes
acerca de su agradable carácter, pero no se preocupen, si ella no me mata
antes, seguiré queriendo su permiso
-- y corrió para alcanzarla
Un par
de segundos después de la precipitada salida, estalló una carcajada general.
Cuando dejaron de reír, Sam miró hacia su derecha donde ahora a diario se
sentaba Will. A pesar de que el chico no había reído de la forma escandalosa
que lo había hecho la mayoría, sí lo había escuchado reír y había volteado a
mirarlo porque era algo que alegraba a Sam.
-
Creo que tu hermano no sabe en el enorme
lío que está metiéndose -- dijo cuándo notó que ella lo miraba
-
Sí lo sabe, créeme -- y
aunque pareció que iba a agregar algo más, fue interrumpida por Anne
-
¿Y tú, querida Sam? --
dijo la mujer mirándola -- ¿También nos darás una sorpresa?
Varios
de los presentes se tensaron y contuvieron el aliento.
-
No señora McKenzie --
dijo ella -- Creo que aún no.
Con
aquella declaración, los individuos se relajaron y soltaron el aire. La
esperanza original de los McKenzie había sido ver a Kenny unido a Sam, pero
aquello lo habían descartado hacía mucho tiempo, porque Kenny había formalizado
su compromiso con Anastasia Lèbedev y se casarían el año próximo. De modo que
los McKenzie perdieron la esperanza. Sin embargo, les extrañaba que con el
evidente éxito que tenía Sam entre la población masculina, la chica no se
interesara por nadie.
Una
vez finalizada la cena, Gail y Aderyn se
fueron al jardín y Sam a la biblioteca. Mael se fue dormir temprano porque
tenía todos sus deberes al día, mientras que los Arzhaelíes en compañía de
Peter y Anne, volvieron al estudio.
-
Quiero que entiendan --
comenzó mirando a Iván y a Giulian
-- que no puedo impedir que los
Bishop formulen cargos en contra de Gail. Como él mismo dijo, ya es mayor de
edad y debe hacer frente a esto.
-
Lo entendemos Eowaz --
dijo Iván, aunque Giulian no parecía estar de acuerdo -- y
como también lo dijo él, cumplirá con la sentencia que le sea impuesta.
-
Si me permiten --
intervino Peter -- Tal vez lo que necesitemos aquí sea un poco
de diplomacia. Déjenme ir a hablar con los Bishop, quizá aún sea posible llegar
a alguna clase de arreglo con ellos.
-
No puedo creer que sea dinero lo que
quieren -- dijo Peter hijo, malinterpretando a su padre
-
No, no creo que se trate de eso. Pienso
que esto tiene que ver más con algún tipo de resentimiento social --
opinó Peter -- Los Bishop son adinerados pero originalmente
proceden de un estrato social bajo y ven a ciertos miembros de la
comunidad -- y evitó mirar a Giulian --
como personas acostumbradas a tenerlo todo sin esfuerzo, en su
opinión -- aclaró
-- y que debido a su posición se
creen por encima de las leyes.
-
Por favor Peter --
dijo Eve -- somos una familia de vampiros, quién nos
vería como miembros pertenecientes a una clase social superior si aún una gran
parte de la comunidad Arzhvael opina que ni siquiera somos dignos de pertenecer
a ella.
-
Te equivocas en muchos sentidos Eve -- le
dijo él -- Al menos en el caso de ustedes eso es una verdad
a medias, porque si bien es cierto que su padre era un vampiro, su madre
originalmente no y ustedes hicieron su elección. Si no fuesen considerados
verdaderos Arzhvaels, en principio ni siquiera podrían portar una Gwialen y
solo podrían usar sus Athame, como es el caso de los Elfos. Y por otro lado,
son miembros reconocidos de los Arzhaelíes, de manera que ya eso por sí solo,
aunque sé que ustedes no lo ven así, les da un status que ellos consideran
superior. Sin olvidar que la madre de Gail es una Cornwall, independientemente
de lo que pueda haber hecho
-
¿Podrás hacer algo? --
preguntó Jonathan -- Porque me parece tremendamente injusto…
-
No Jonathan -- lo
interrumpió Iván -- injusto no es. Gail agredió a ese chico y
haya tenido o no razones para ello, nada justifica un ataque de esa naturaleza.
Gail debe aprender a controlarse y por supuesto merece un castigo por lo que
hizo.
-
¿Cómo puedes decir eso? --
saltó Giulian que ya llevaba demasiado tiempo en silencio -- ¡Es
tu hijo! ¿Te quedarás tan tranquilo viendo como lo meten a una celda?
-
No me produce tranquilidad Giulian, te lo
aseguro
-
Señores
-- intervino Peter de nuevo -- No
estoy diciendo que podré evitar que eso suceda y me apena al igual que a todos,
pero intentaré mediar para que no pidan un castigo excesivo.
-
Gracias Peter -- le
dijo Iván
-
¡Con un demonio! --
estalló Giulian agarrando a Iván por la camisa y empujándolo contra la
pared --
¿Qué clase de padre eres?
-
Uno que ama tanto a su hijo, que no
evitará que pague por sus errores y de ese modo pueda aprender y evolucionar.
Ya no es un niño Giulian, y para aprender debemos equivocarnos. Lo amaré y celebraré con él sus aciertos,
pero lo amaré mucho más cuando se equivoque y estaré allí para apoyarlo.
Era
posible que Giulian luego entendiese el razonamiento de Iván, pero de
momento, la arrogancia de su sangre
estaba hablando mucho más alto. De modo que fue necesaria la intervención de
Eve y de Jonathan para calmar las cosas.
-
De acuerdo Peter --
dijo Eowaz, cuando todo volvió a su cauce -- dejaremos
eso en tus manos y te agradecemos lo que puedas hacer.
El
matrimonio McKenzie abandonó el estudio y Eowaz encaró el otro asunto
pendiente.
-
Iván, hay algo que concierne a los
Douglas, a Mael y a Gail que debemos resolver.
-
Tú dirás.
-
Eres el tutor legal de tres de ellos y el
otro es tu hijo, por lo tanto necesito tu consentimiento para que reciban
entrenamiento especial.
-
¿Entrenamiento especial? ¿Por qué, y a
qué te refieres exactamente? -- preguntó
Entre
Eowaz y Jonathan, relataron los sucesos acaecidos en el hospital a raíz del
ataque a Sam. Lo que había hecho Mael con la transferencia de energía, y lo que
había hecho otro de ellos con la manipulación de los recuerdos de Andrea, y
aunque no estaban seguros de quién había sido, se inclinaban a creer que lo
había hecho Danny.
-
Ya estábamos al tanto de que Sam posee
ciertos dones especiales, pero siendo más centrada, pensamos que podía esperar
a terminar la escuela para iniciar su entrenamiento. Sin embargo, en vista de
que se hace necesario iniciarlo lo antes posible con los chicos, pues mejor
incluirla.
-
Comprendo
-- dijo Iván --
pero ¿Y Gail? ¿Por qué él?
-
En principio pensé incluirlo al igual que
a las señoritas McKenzie, si Peter y Anne lo autorizan claro está, porque sería
muy difícil separarlos y sabes bien las razones porque fuiste testigo del
juramento, pero hoy Sam dijo algo que me llamó poderosamente la atención --
hizo una pausa y continuó -- Le dijo a los Bishop que ellos habían tratado
de detener a Gail pero que no habían podido y todos aquí sabemos que eso sería
poco menos que imposible en el caso de Mael, porque su condición le otorga una
fuerza superior. De manera que hay dos opciones, o Sam está mintiendo, que
personalmente no lo creo, o Gail heredó la fuerza de Eve.
-
Pero eso es imposible --
dijo Iván -- él no es…
-
No, y en realidad no sería exactamente
igual, porque al no ser un vampiro, no puede tener el mismo poder de uno, pero
también sabes que aunque algo disminuidos, esos poderes pueden transferirse y
de hecho sucede, es simple genética. Y eso unido a su carácter volátil, hace
imperativo que aprenda a manejarlo.
-
Entiendo, pero ¿cómo lo haremos?
-
Creo que la mejor manera es ingresando al
Cuerpo de Krigers
-
¿Qué?
-- saltó Eve --
¡Solo tienen quince años!
-
Ingresar al Cuerpo los ata a todas las
obligaciones del mismo -- dijo Giulian
-- de modo que ante cualquier
conflicto estarán obligados a…
-
Y todos han demostrado desde hace mucho,
que están perfectamente preparados para ello
-- lo interrumpió Eowaz --
¿Recuerdan sus edades cuando fueron investidos Arzhaelíes? -- y
por supuesto que lo recordaban -- Ellos contarán con una ventaja con la que
ustedes no contaron, estarán en constante entrenamiento de ahora en adelante.
Finalmente
aceptaron el asunto y Eowaz dijo que al día siguiente hablaría con ellos.
Aquella noche Giulian no salió y cuando se fue a su habitación tomó una foto de
Dan y Amy y se quedó contemplándola un rato mientras los recuerdos invadían su
memoria.
-
Donde quiera que estén, deben estar muy
orgullosos de sus hijos -- les dijo
Y
mientras la colocaba de nuevo en su lugar, una solitaria lágrima se deslizó por
su mejilla. Habían pasado quince años y el dolor seguía siendo exactamente el
mismo.
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