Angmar
había decidido reportarse enferma para poder quedarse en casa y había pasado
los dos días anteriores con Giulian. Al día siguiente de haberse encontrado con
él de forma tan poco delicada y haber tenido la no muy brillante idea de
llevarlo a su departamento, había luchado inútilmente tratando de que el muy
necio se alimentase, pero todo lo que había conseguido era enfurecerlo. Giulian
había pasado todo ese día bebiendo y por más que ella intentó hacerlo hablar,
se dio cuenta que perdía miserablemente su tiempo, porque aquel hombre era un
Arzhaelí, de modo que no diría nada que no quisiera decir, pero era evidente
para Angmar que algo muy serio estaba lacerando el corazón de Giulian, porque
aquel modo de beber solo podía obedecer al deseo de olvidar algo, y en su
experiencia con los hombres eso solo sucedía cuando era una pena del corazón.
Sin
embargo, la segunda noche Angmar se preguntó cuánto alcohol podía resistir su
organismo, llevaba más de veinticuatro horas bebiendo casi ininterrumpidamente y
sin ingerir ningún alimento. No obstante, cerca del amanecer comenzó a mostrar los
primeros signos de ebriedad pero eso no lo detuvo y si ella pensó que eso lo
haría más manejable comprobó lo muy equivocada que estaba, porque simplemente
se volvió más agresivo y menos tolerante. Aun así, ese día comió algo, no mucho
pero eso tranquilizó un poco a Angmar. Esa noche comenzó a mostrarse cariñoso y aunque Angmar sabía que no
era buena idea, seguía enamorada de él, sin embargo nada sucedió, porque de
forma inexplicable especialmente teniendo en cuenta el grado de ebriedad en el
que se encontraba, Giulian salió de la cama en forma precipitada y decidió
seguir su danza con la botella.
Pero
finalmente al amanecer del tercer día, Giulian había sido vencido por tan inmisericorde
ingesta de alcohol y había caído desplomado en el sofá. Angmar lo trasladó a la
cama y lo primero que hizo fue comprobar sus signos vitales, porque dadas las
circunstancias estaba segura que aquel sujeto estaba a un paso del coma
etílico. Sin embargo, todo parecía normal y no había insuficiencia
respiratoria, de modo que lo acomodó en la cama, le sacó las ropas y después de
cubrirlo con las mantas se sentó a considerar sus opciones. Sin duda
despertaría en unas horas, pediría algo para el brutal dolor de cabeza, tal vez
se daría un baño y luego volvería a lo mismo, porque a menos que hubiese
encontrado la solución a lo que lo estaba matando y ella lo dudaba mucho, no
había razón para modificar su absurda y poco saludable conducta.
Ya
Angmar estaba convencida que ella no podría hacer nada por ayudarlo, de modo
que tenía que encontrar otro modo. De manera que decidió darse un baño, comer
algo y descansar un rato, y luego trataría de ponerse en contacto con el
hermano de Giulian y transferir el problema, fuere el que fuese a él.
Garlan
salió de la Sala del Consejo y aunque pensaba que no necesitaba ayuda para
encontrar a Giulian, no era lo bastante necio como para desestimar las palabras
de Eowaz que seguramente obedecían a la seguridad de que encontrarían a Giulian
en estado inmanejable. Y como era seguro que Eowaz estaba en posesión de
información que él no, decidió que lo mejor sería procurarse la ayuda que le
había recomendado y se fue derecho a buscar a Alaric. Lo encontró en el patio
de entrenamiento, como de costumbre practicando con su arco.
-
Hermano, ya alcanzaste tu nivel de
excelencia y por mucho que practiques no creo que puedas superarlo -- le
dijo y Alaric rió
-
Siempre puedes superarte a ti mismo
-
¿Busacas superarte a ti mismo, o a
Berserker? -- le preguntó en forma maligna --
Porque si es lo segundo…
-
No seas necio Garlan, no intento superar
a nadie, así que si no tienes nada mejor qué hacer, ve a fastidiar a otro
¿quieres?
-
Tanto como querer no quiero -- le
dijo mientras estiraba su Gwialen y disparaba una flecha -- pero ciertamente debo ir a fastidiar a
alguien
-
De acuerdo, ya tienes mi atención -- y
viendo que la flecha de Garlan se había clavado a cierta distancia del centro
de la diana, agregó -- Tú si tienes que practicar -- y
sonrió -- ¿Y bien?
Entendí que sí tenías algo qué hacer, y como dudo que vengas a pedirme
permiso solo puedo suponer que vienes a solicitar mi ayuda
-
Por alguna razón que desconozco así que
no preguntes, debo ir a cazar a Giulian Cornwall -- y
Alaric elevó las cejas
-
¿Salió de Arx?
-
Presumiblemente no, pero nadie tiene idea
de dónde está y por algún motivo Eowaz lo necesita. Y ahora que recuerdo
debemos darnos prisa -- dijo comenzando a caminar
Alaric
devolvió su Gwialen a su estado natural y caminó a su lado preguntándose en qué
nuevo lío estaría metido Giulian. Garlan comenzó por lo más elemental, revisó los
roles de guardia y se fue a interrogar a los Krigers que lo habían estado la
noche en cuestión, a las puertas tanto del Castillo, como de las de la Ciudadela.
Los Krigers del Castillo informaron que sí, que lo habían visto salir a eso de
las nueve de la noche pero no había regresado. De ahí fue a hablar con los que
habían estado a las puertas de Arx, pero éstos le aseguraron que al menos por
allí no había salido.
-
Estás consciente que pudo haber
desaparecido desde cualquier lugar ¿no?
-- dijo Alaric
-
Sí, y aunque Eowaz lo tiene prohibido a
menos que se trate de una emergencia real, al niño malcriado esa clase de cosas lo traen sin cuidado -- Alaric
rió, porque sabía que aunque la mitad del tiempo Garlan quería asesinar a los
gemelos, les tenía verdadero aprecio, pero eso lo hizo pensar en otra cosa
-
Un momento --
dijo -- ¿Por qué estás haciendo esto tú? Vladimir podría hacerlo con más posibilidades
de éxito, aun suponiendo que Giulian lo estuviese bloqueando
-
Ya te dije que no preguntes, porque no
tengo idea de lo que sucede
Arx no
era especialmente grande pero efectuar una búsqueda basados en la emisión de
energía de un individuo que probablemente la estaba bloqueando, no era tarea
sencilla. De modo que dividieron la ciudadela en cuadrantes y comenzaron por
los más cercanos al Castillo. Indiscutiblemente Garlan era muy bueno en lo que
hacía y hacia el final de la tarde ya había encontrado lo que buscaba.
Entraron
a un callejón cercano al Hospital y subieron las escaleras. Ambos concentraron
su energía para captar y determinar la cantidad de personas presentes en el
lugar, abrieron los ojos, guardaron sus Gwialen y sonrieron.
-
¿Una Elfa? --
preguntó Alaric elevando una ceja
-
Bueno, no se puede negar que tiene buenos
gustos y la mayor de las suertes el cretino ese
-- dijo Garlan llamando a la
puerta
Angmar
terminaba de bañarse cuando escuchó el insistente golpeteo en la puerta, se
secó a toda prisa y se envolvió en una bata de baño.
-
¿Quieres dejar el martillo? --
escuchó que decía Giulian cuando ella salía
A ella
no le extrañaba que él sintiese cualquier ruido por pequeño que fuese, como
algo que estuviese golpeando su cabeza, pero se ocuparía de él luego de ver
quién llamaba a la puerta y antes de llegar a ella ya estaban golpeando de
nuevo. Angmar escuchó la maldición de Giulian y se preguntó quién demonios
tenía tanta impaciencia y cuando abrió la puerta sus ojos doblaron su tamaño.
Siendo una Elfa, Angmar era muy hermosa, razón por la cual nunca le habían
faltado pretendientes apuestos, pero es que aquellos individuos parecían ser
escogidos ex profeso de entre los más
atractivos de su especie, porque lo dos Arzhaelíes que estaban de pie frente a
ella, era un par de hermosos ejemplares masculinos.
-
Buenas tardes --
saludó Garlan -- Lamentamos molestarla señorita, pero nos urge
ver a Giulian
Angmar
renunció a tratar de averiguar cómo sabían que estaba allí, porque aquellos
sujetos eran Arzhaelíes y ciertamente lo sabían, ya que no habían preguntado si
estaba allí sino que habían expresado en los términos más claros que deseaban
verlo. Pero se obligó a reaccionar y abriendo del todo la puerta, se hizo a un
lado.
-
Pueden pasar -- les
dijo, pero una vez dentro consideró necesario hacer unas aclaraciones --
Giulian está aquí, pero deben saber que no se encuentra en las mejores
condiciones
Tanto
a Garlan como a Alaric se le ocurrieron un montón de razones para que Giulian
no estuviese en las mejores condiciones, pero una compañía como aquella no era
una de ellas. Sin embargo, guardaron prudente silencio esperando a que ella
aclarase el asunto, aunque sin importar las condiciones en las estuviese se lo
llevarían igual. Sin embargo, Angmar pensó que ya había hecho y dicho más de lo
que le correspondía, y si había que dar alguna otra explicación, que lo hiciera
Giulian. Ella solo dijo aquello en previsión de que lo estuviesen buscando por
asuntos de trabajo y ciertamente él no
estaba en condiciones de hacer ninguno.
-
Síganme
-- les dijo y los condujo a la
habitación, ella abrió la puerta y la sostuvo para que ellos entraran y luego
agregó -- Iré por su ropa -- y
se marchó
Garlan
y Alaric se miraron y ambos pensaron que aquel era un desgraciado con una
suerte inmerecida, pero un par de minutos después, llegaron a la conclusión de
que también era un idiota, porque era evidente que en aquel momento en sus
venas había más alcohol que sangre.
-
¡Despierta Cornwall! --
dijo Garlan más alto de lo estrictamente necesario y sacudiendo su
hombro
-
¡Vete al infierno McEwan!
-
Vamos Giulian, debes acompañarnos --
dijo Alaric
-
Puedes ir a hacerle compañía Gailard
En ese
momento Angmar asomó la cabeza y estiró el brazo para entregarles la ropa de
Giulian.
-
Gracias
-- dijo Alaric y ella volvió a
marcharse
-
Ya sabíamos que eras un imbécil,
Cornwall -- dijo Garlan
-- pero te esfuerzas en
demostrarlo cada día más. Ahora levántate y vístete.
-
No pienso hacer ni lo uno ni lo otro, así
que déjame en paz.
-
No lo hará ¿verdad? --
dijo Garlan mirando a Alaric y éste meneó la cabeza en forma
negativa -- Será por las malas entonces -- y
tiró de las sábanas
-
¡McEwan!
-- exclamó Giulian intentando
cubrirse de nuevo pero Garlan se hartó y lo agarró por el cuello presionando su
cabeza contra la almohada
-
Escúchame infeliz, nos hemos pasado la
tarde buscándote y en mi opinión podía haber empleado mí tiempo de forma menos
miserable, pero me ordenaron llevarte a tu casa y eso es exactamente lo que voy
a hacer así lo quieras o no ¿has comprendido? -- y luego
--¡Alaric!
El
Arzhaelí movió su mano y un minuto después Giulian estaba vestido
-
Ahora cálzate las malditas botas y
larguémonos de aquí necio -- pero Giulian era Giulian
-
Dije que no pienso ir a ninguna parte y
no lo haré.
-
Has demostrado ser un cretino arrogante
en todas las formas posibles pero no estás en posición de desobedecer una orden
de Eowaz, a menos que quieras terminar en un calabozo de nuevo.
-
No es asunto tuyo, así que…
-
¡SYFRDANU! --
lanzó Alaric y Giulian perdió el sentido
-- Creo que es lo más sensato a
menos que quisieras pasarte aquí el resto de la noche. Y aun suponiendo que
hubiese aceptado venir por las buenas, es evidente que no está en condiciones
de caminar mucho
-
Como sea, vamos de una vez, ya nos
arruinó la tarde y tengo esperanzas de poder recuperar aunque sea la noche.
-
¡laten zweven en bewegen! --
dijo Alaric y el cuerpo de Giulian fue suspendido en el aire y
comenzaron a moverse
Angmar
se levantó del sillón donde había permanecido y los miró con aprensión.
-
Muchas gracias señorita, y disculpe las
molestias -- dijo Alaric
-
¿Está en problemas? -- se
atrevió a preguntar ella
-
No en más de los que suele estar --
dijo Garlan -- No se preocupe, es su estado natural -- y
aunque le hubiese gustado decirle que se buscase un individuo menos destructivo
que aquel, decidió guardar silencio por una combinación de lealtad y prudencia
Un
rato después, un Kriger corrió hacia el comedor donde se encontraban todos
cenando.
-
Señor
-- dijo mirando a Eowaz y éste le
autorizo a continuar -- Los señores McEwan y Gailard traen al señor
Cornwall y solicitan verlo
-
Gracias
-- dijo Eowaz que ya se había
levantado
Aquello
tuvo un pésimo efecto en la mayoría de los presentes y como Eowaz no había
girado ninguna orden, todos se levantaron para ir tras él.
-
Tranquila nena -- le
dijo Mael a Sam que al escuchar la palabra traen,
había olvidado la tensión que le generó escuchar que Garlan estaba allí y solo
quería saber por qué era necesario que Giulian fuese llevado
-
Garlan, Alaric --
saludó Eowaz con serenidad
-
¿Qué le sucedió? --
preguntó Gail preocupado
-
Nada, solo está ebrio --
dijo Garlan y Eowaz lo miró con reprobación
-
Gracias señores, me alegra que no hayan
tenido problemas -- dijo Eowaz
-
Tanto como no tener problemas, no es
exacto -- dijo Garlan
-- porque Alaric decidió
aturdirlo para poder traerlo, ya que se negaba neciamente a obedecer
-
¿Por qué no me llamaste? --
preguntó Vlad con ira y Alaric se preguntó por qué razón Garlan no podía
mantener la boca cerrada
-
No se me dijo que pudiese hacerlo -- le
contestó él -- pero si podrías decirle al estúpido ese, que
le debe una disculpa a la amable señorita en cuyo departamento estaba, porque
sin duda ella tuvo que soportar muchas más impertinencias que nosotros
Hasta
ese momento Sam había estado escuchando con una mezcla de preocupación y
molestia lo que decía Garlan, pero llegados a este punto lo anterior se
convirtió en ira. Dio la espalda y se marchó seguida de Mael, mientras que Will
pensaba que de haber tenido intensiones de fastidiar a Giulian, no lo habría
podido hacer mejor, porque sin discusión aquel individuo tenía un
extraordinario talento para meterse en problemas él solo.
-
Vlad, Jonathan --
dijo Eowaz antes de que Vlad y Garlan se enfrascasen en un pleito
-- encárguense de él por favor
Vlad
le lanzó una última mirada venenosa a Garlan y luego él y Jonathan guiaron el
cuerpo de Giulian hacia las escaleras. Eowaz les dio las gracias de nuevo y los
Arzhaelíes se marcharon.
-
Disfrutas fastidiándolos ¿verdad?
-
¡Vamos Alaric! Uno solo de ellos tiene más talento para
fastidiarnos a todos con cosas mucho peores. Así que podemos considerarlo una
pequeña retribución -- y rió mientras bajaban las escaleras
Iván
había subido tras Vlad y Jonathan, y ahora estaba administrando a Giulian una
pócima para la brutal resaca.
-
No sé para qué te molestas --
dijo Eve que había subido después
-- deberías dejarlo que sufriese
las consecuencias de sus infantiles actos
-
Vamos Eve, conocemos a Giulian --
dijo terminando con lo que hacía
-- salió de aquí furioso, de modo
que si estuvo bebiendo desde entonces, cuando despierte su cabeza va a estar
matándolo y aparte de elemental misericordia, mañana debe estar en condiciones
para asistir a la Juramentación.
Iván
los envió a todos a descansar y dijo que él se quedaría con Giulian,
probablemente él tenía la misma preocupación de Angmar y aunque no exhibía
señales de estar enfermo, decidió que era mejor permanecer alerta. Un poco más
tarde dejó la habitación un momento para ir a dar las buenas noches a Sam como
hacía siempre que estaban en casa, pero cuando llamó a la puerta no recibió
respuesta. Abrió con cuidado y la habitación estaba en penumbra, de modo que
volvió a cerrar pero algo le había quedado claro, y era que Sam no estaba
dormida aunque era evidente que no deseaba ser molestada.
Y
ciertamente Sam estaba despierta, porque después de su precipitada marcha, Mael
había ido tras ella y había intentado tranquilizarla. Si una cosa tenía clara
en su vida Mael, era que haría cualquier cosa por ella, de modo que aunque no
sentía ningún deseo de defender a Giulian, hizo su mejor esfuerzo por
justificar lo que acababan de escuchar, en beneficio de la tranquilidad de Sam.
-
Nena
-- le dijo cuando logró
detenerla -- ya conocemos a McEwan, sabemos que le gusta
fastidiar, y si es a alguno de los gemelos pues más feliz para él. Si a eso le
sumamos la reciente paliza que le dio Giulian, estoy seguro de que…
-
No te esfuerces cachorro -- lo
interrumpió -- Garlan decía la verdad
Mael
sentía verdaderos deseos de apretar el cuello de Giulian hasta rompérselo, pero
aquello no resolvería nada. Guardó prudente silencio y solo se quedó haciéndole
compañía. Cerca de una hora después, sintió que la buscaban y se lo hizo saber.
-
McKenzie te está buscando
-
No quiero ver a nadie -- le
dijo
-
¿Quieres que me vaya? -- le
preguntó con cierta nota de tristeza en la voz
-
¡No!
-- exclamó abrazándose a él -- Y
no quiero que me dejes sola nunca ¿me entiendes?
-
No lo haré nena, siempre que me quieras a
tu lado, aquí me tendrás
-
Mael, júrame que aunque te eche de mi
lado, me sacudirás si es necesario pero no me dejaras -- pidió
con una nota desolación que le partió el corazón a Mael
-
Aunque es innecesario hacerte un
juramento que ya me he hecho a mí mismo, te lo juro nena, jamás voy a
abandonarte y esté donde esté y sin importar cómo o con quién, acudiré siempre
que me necesites y a menos que me mates, no lograrás que te deje
Sam no
estaba en condiciones de sonreír, pero se abrazó a él con la misma fuerza y
urgencia que si de una tabla de salvamento se tratase. No bajaron hasta mucho
rato después, Mael la dejó en su habitación y se marchó a la suya, no sin dejar
a Blaidd allí como había venido haciendo desde que les advirtieron del posible
peligro, y aun así él se levantaba a media noche y se acercaba hasta su habitación,
quedándose incluso hasta casi el amanecer.
Pasó
por la habitación de Danny y al comprobar que no estaba allí bajó. Tanto él
como Gail habían intentado localizar a Sam, pero Mael les había dicho que
estaba con ella y que luego los buscaría. Cuando iba a mitad de la escalera,
venía Will.
-
¿Dónde está Samantha?
-
En su habitación, pero te sugiero dejarla
tranquila, no quiere ver a nadie -- le advirtió
-
No creo que eso me incluya --
dijo Will y continuó el ascenso, pero antes de que se diese cuenta, ya
Mael estaba de nuevo al inicio de las escaleras.
-
Ni siquiera podrás acercarte, así que por
tu propia integridad física, vuélvete y espera a mañana.
-
¿Me estás amenazando?
-
Por supuesto que no, te esto advirtiendo
cómo están las cosas -- continuó Mael con su voz serena de siempre
-
No puedes impedirme ver a mi…
-
Escúchame Will -- lo
interrumpió -- Conozco a la nena mejor que nadie, incluso
mejor que su propio gemelo, así que ahorrémonos la parte dónde intentas hacerme
creer lo que no es -- dicho esto, comenzó a bajar de nuevo pero se
detuvo -- Por cierto Will, yo no amenazo, yo voy
directamente por aquello que me molesta y lo aparto de mi camino -- lo
miró unos segundos en los que el verde esmeralda de sus ojos brilló
peligrosamente, y luego agrego -- Espero que no te coloques nunca en esa
posición.
Se
volvió y siguió bajando las escaleras con una sonrisa en los labios y con la
seguridad de que Blaidd no lo dejaría acercarse a Sam.
Que hermosoooo <3 <3 <3 amo al cachorroo
ResponderEliminarBuen día Keila...
ResponderEliminar♥♥♥ en mi opinión y aunque esta es completamente parcializada debido a que yo lo creé, pienso q es imposible no amarlo :-D... ♥♥♥
gracias Keila... nos leemos en el sig... kisses...