En
algún momento de la madrugada, Giulian regresó y entró de nuevo a la tienda.
Vlad dormía en una silla al lado de la cama de Eve, al igual que Mael, mientras
que Sam había recostado la cabeza en la cama de Iván y tenía una mano sobre su
pecho, pero como estaba vuelta hacia la pared no pudo ver si estaba dormida o
no.
Hacia
las cinco de la mañana y mientras estaba de pie en la entrada y mirando a la
lejanía, sintió que lo llamaban.
-
Giulian
Se
volvió de inmediato y vio a Iván despierto, se acercó con rapidez a la cama
llevando un vaso con agua, ya que Daira había dicho que debía tomar mucha. Lo
ayudó a levantar la cabeza para beber y después a acomodarse de nuevo sobre la
almohada.
-
Debes llevarla a descansar más
cómodamente -- le dijo acariciando los cabellos de Sam
-
Suponiendo que tuviese deseos de perder
la cabeza, lo haría.
Iván
iba a decir algo pero en ese momento ella despertó y sonrió al verlo despierto
a él.
-
¿Te sientes mejor?
-
Definitivamente, pero…
-
Espera, te traeré agua -- lo
interrumpió ella
-
Ya Giulian me dio, linda
-
Pero Daira dijo que debías tomar
mucha --
insistió ella
-
De acuerdo, pero acabo de beber --
dijo él y sin soltarle la mano
-
¿De veras te sientes mejor?
-
No te mentiría, pero usted señorita debe
ir a descansar ahora
-
Pero yo…
-- se detuvo y miró mal a Giulian
-
Yo no he dicho nada -- se
defendió él de inmediato
-
Sam, no necesito que nadie me diga
nada --
le dijo Iván -- olvidas que te conozco lo suficiente como
para saber que has debido mostrarte muy intransigente para permanecer aquí.
-
¿Y te molesta? --
preguntó con tristeza
-
No Sam, nada podría hacerme más feliz. No
puedo imaginar una enfermera más linda y a la que quisiera más, pero porque te
quiero me preocupo, y si quieres que me recupere más rápido, entonces dame
gusto y ve a descansar un rato como es debido.
-
De acuerdo --
aceptó ella, se inclinó y le dio un beso
-- Te amo Iván, no te atrevas a
dejarme nunca -- y él sonrió
-
Yo también te amo linda, y prometo hacer
mi mejor esfuerzo -- le aseguró
Una
vez que Sam abandonó la tienda, Iván volvió la mirada sombría a Giulian, que le
devolvió una más tormentosa aún.
-
¿Vas a explicarme cómo es que los niños
están aquí? Porque si está ella, están los demás ¿no?
-
Pues no parecías muy sorprendido --
dijo Giulian -- pero hablando de explicaciones…
-
¡Giulian!
-- el aludido levantó la cabeza e
Iván giró la suya
-
¡Iván, despertaste! --
dijo Eve que había despertado al escuchar la voz de su marido --
¿Cómo te sientes?
-
Mejor ¿y tú?
-
Mejor que tú, creo -- le
dijo ella -- En opinión de Daira a ti te dieron mucho más
que a mí, pero con todo, aún no puedo levantarme sin perder el equilibrio, ayer
lo intenté.
-
Debemos tener paciencia hasta que salga
por completo ¿Has bebido suficiente agua?
-
Tanta que creo que no querré ver el agua
en mucho tiempo -- dijo ella
Mientras
los hermanos Natchzhrer hablaban, los gemelos Cornwall tenían un diálogo
silencioso.
-
No
hagas tonterías -- dijo Vlad
-
No
creo que sea una tontería querer saber cómo demonios están las cosas.
-
No
seas estúpido Giulian, deja por lo menos que se recupere
-
No veo
qué mal puede hacerle contestar a una simple pregunta
-
El
problema no es la pregunta sino tu reacción, así que déjalo en paz o yo mismo
te saco de aquí.
Esta
conversación se vio interrumpida por Eve, que había estado mirándolos a los dos
y había notado que algo sucedía.
-
¿Qué sucede Vlad?
-
Nada
-
Vladimir Cornwall, los conozco lo
suficiente como para saber cuándo me mienten, así que ahórrate el esfuerzo,
inútil por demás.
-
De acuerdo amor, lo que sucede es que
Giulian es tan necio que al igual que Sam se niega a ir a descansar como es
debido, y si no lo hace ahora mismo, lo sacaré a la fuerza --
dijo mirando a su hermano
Giulian
no dijo nada más, sino que abandonó la tienda sin despedirse siquiera.
-
¡Vaya! Mientras más viejo, más necio --
dijo Eve
Mientras
que Iván por su parte, pensó que Vlad
era un excelente mentiroso, pero había cometido el error de no proteger
adecuadamente sus pensamientos y aunque no había alcanzado a enterarse de todo,
si había captado lo suficiente como para saber que aquello no tenía nada que
ver con el hipotético descanso de Giulian, sino que por algún motivo éste
estaba molesto con él.
Sam se
había quedado dormida nada más poner la cabeza en la almohada, pero le parecía
que apenas llevaba unos minutos de haberlo hecho, cuando sintió que la sacudían
y gritaban su nombre. Abrió los ojos y se encontró con los llorosos de Aderyn,
antes de incorporarse vio también los de Diandra en el mismo estado y se alarmó
enormemente, porque Di rara vez lloraba, de modo que algo terrible debía haber
sucedido.
-
¡Sam, tienes que ayudarnos! --
dijo Aderyn
-
¿Qué sucede? --
preguntó incorporándose por completo
-
Es Kenny… está muy mal --
decía la chica entre sollozos
Sam se
levantó a toda prisa y salió de la tienda. Se reprochó haberse olvidado por
completo del estado en el que se encontraba el chico, pero ahora no había
tiempo para lamentarse. Cuando entró a la tienda, aquello estaba atestado de
gente. Los compañeros de Kenny estaban casi todos allí, de modo que como pudo
se abrió paso hasta la cama. Allí estaban Peter y Jonathan, el primero tenía
lágrimas en los ojos, mientras que el segundo se limitaba a sujetar la mano de
su hermano, que en aquel momento parecía estar convulsionando. Sam los miró a
ambos y se decidió por Jonathan al verlo más sereno. Se inclinó y le susurró
algo al oído, él la miró unos segundos y luego asintió.
-
Les agradezco a todos su compañía y su
preocupación -- dijo dirigiéndose a los compañeros de
Kenny --
pero de momento deben desalojar la tienda, tantas personas aquí, no le
hace bien.
Los
chicos comenzaron a salir hasta que solo quedaron los McKenzie, Gail y Danny.
Sam se acercó a la cama, apartó las sábanas dejando al descubierto la herida de
Kenny, y en ese momento tanto Aderyn como Diandra lanzaron una exclamación de
horror. Si bien la herida no era especialmente grande, su aspecto fue lo que
les resultó aterrador. Aparte de seguir abierta, signo inequívoco de que el
veneno seguía en su sangre, había comenzaba a necrosarse, lo que indicaba a su
vez que difícilmente el antídoto hiciese algún efecto a estas alturas. Además
de ello, la fiebre de Kenny había subido de forma alarmante y cuando Sam había
llegado estaba teniendo una convulsión a causa de esto. Ella apuntó su Gwialen
y comenzó a murmurar el conjuro.
-
Rwy'n
galw ar y rhodd sydd wedi cael ei roi, ac mae'r grym sydd yn byw yn y diemwnt,
sy'n diddymu ac yn diflannu y gwenwyn sy'n llifo drwy eich gwythiennau*
Mientras
lo hacía de su pecho fluyó una luz brillante que flotó hacia el cuerpo de
Kenny. A la memoria de los chicos acudió
una imagen similar, de cuando Mael había estado herido. Mientras la luz estaba
suspendida sobre el cuerpo de Kenny, Sam siguió murmurando.
-
¡GWENWYN
YN DIFLANNU! -- la luz comenzó a desvanecerse y ella dijo
algo más -- ¡GWENWYN
YN AGOS!
A
pesar de que Peter había sido testigo en otra ocasión del poder de Sam para
sanar, nunca pensó que en las condiciones en las que se encontraba su hermano
alguien pudiese hacer algo, de manera que su asombro no tuvo límites al ver que
la sangre alrededor de la herida se aclaraba y que comenzaba a cerrarse la
abertura. En el caso de Jonathan, nunca había presenciado aquello, pero siempre
le pareció sumamente extraño la forma en la que Giulian se había salvado de las
atroces heridas que había recibido cuando fueron a rescatar a su padre y cómo
la misma Samantha, se había recuperado cuando él había visto sus heridas y Alan
había asegurado que ya no podía hacerse nada. Ahora estaba seguro de cómo había
sucedido todo aquello.
Aderyn
y Diandra estaban sonriendo, pero las sonrisas se les congelaron cuando vieron
a Sam desvanecerse. Jonathan la sostuvo y alzándola salió de la tienda camino a
la de los chicos.
-
¡Encuentra a Daira! -- le
dijo a uno de los Krigers que estaba afuera
Entró
a la tienda y colocó a Sam sobre una de las camas, los chicos venían tras él y
Danny enseguida se sentó en la cama y Jonathan lo miró.
-
¿Estás bien?
-
Mareado, pero ya lo controlo mejor, no te
preocupes -- le dijo el chico
Gail
colocó la Gwialen de Sam sobre la veladora, él la había recogido del piso en
cuanto Jonathan había alzado a Sam. Unos minutos después, entraron Daira, Eowaz
y Alaric.
-
¿Qué sucedió? --
preguntó Eowaz
-
Niñas
-- dijo Jonathan --
vuelvan con Kenny, ella va a estar bien
Las
chicas miraron a Sam y luego a Danny y a Gail, estos asintieron y ellas
abandonaron la tienda.
-
¿Y bien?
-- insistió Eowaz aunque ya Daira
estaba examinándola
-
Señor, Samantha acaba de salvarle la vida
a Kenny -- dijo Jonathan
-
¿¿Cómo??
-- preguntaron Alaric y Daira que
había dejado lo que hacía y se había vuelto a mirar a Jonathan
-
Comprendo
-- dijo Eowaz --
Vuelve con tu hermano y maneja el asunto con la mayor discreción
-
Sí señor
-- dijo el chico y abandonó la
tienda
-
¿Eowaz?
-- dijo Daira
Pero
mientras esto sucedía, Alaric se había movido hasta la veladora y había tomado
la Gwialen de Sam.
-
Tiene un Gwialen poderosa --
dijo -- pero no es solo por eso ¿verdad?
-
No, Samantha posee el don de la
sanación -- les dijo
-
Pero en las pruebas… --
comenzó Daira
-
Si hacen memoria, recordaran lo que les
dije en esa oportunidad.
-
Dijiste que estabas seguro de que ella
poseía lo necesario, pero no nos dijiste en qué consistía --
dijo Alaric
-
Y creo que yo merecía saberlo --
dijo Daira -- será mí a quien corresponda su instrucción
-
En parte sí --
continuó Eowaz -- pero en el caso de Samantha, su don difiere
un poco del tuyo Daira. Tú posees el don y has aprendido todo lo relativo a él,
pero Samantha no solo nació con él, sino
que además le fue otorgado directamente por EYRA.
Tanto
Daira como Alaric, miraron a Eowaz con asombro, porque tener el don era una
cosa, pero que este hubiese sido otorgado en forma directa por la Diosa, era
otra muy distinta.
-
De modo que no necesita
entrenamiento -- dijo Daira
-
Lo necesita -- la
contradijo Eowaz -- hasta ahora ha hecho uso de él en forma
instintiva, aunque convengo en que será muy poco el trabajo que dé.
Danny
aún se sentía mareado y sin fuerza, y estando claro en la razón para ello, se
cansó de aquella charla y decidió intervenir.
-
Imagino que todo eso es importante,
señor --
dijo -- ¿Pero podrían por favor ocuparse de ella?
-
Tienes razón desde luego, Danny --
convino Eowaz y Daira volvió a ocuparse de Sam
-
Solo está débil --
dijo Daira luego de un momento
-- necesita comer, descansar y re
equilibrar su energía -- y miró a Eowaz --
Deduzco que encontrándose ya debilitada por la falta de sueño y alimento,
lo que acaba de hacer terminó por vencerla.
-
Es algo más que debe aprender --
dijo Eowaz -- Gracias Daira, yo me haré cargo.
-
Bien, voy a ver a Kenneth
-
Daira, Alaric, supongo que es innecesario
pedirles discreción, ya los Douglas son objeto de un exceso de atención y no
queremos atraer más.
-
Sí señor
-- dijeron ambos y luego se
marcharon
Una
vez solos, Eowaz se acercó a la cama y aunque ni Gail ni Danny supieron qué
había hecho, luego de ello Danny se sintió mejor. Eowaz les dijo que Sam
dormiría el resto del día, que por favor no la molestaran porque necesitaba
recuperarse y ellos asintieron. Ya estando seguros de que Sam estaba bien,
fueron a ver a Iván.
-
Vaya
-- dijo él al verlos -- al
fin decidieron venir a verme.
-
Lo siento papá, es que Sam no estaba bien
y… --
se interrumpió porque el peso de cuatro pares de ojos lo golpeó casi de
forma física
-
¿Qué le sucede a Sam? --
preguntaron Vlad y Mael
-
¿Dónde está? -- la
pregunta fue hecha por Eve
-
Ahora descansa en la tienda --
dijo Danny y Mael salió a tal velocidad que casi parecía que hubiese
desaparecido
-
¿Y bien?
-- preguntó Iván --
Descansa en la tienda, pero ¿qué le sucedió?
Siendo
que no había nadie más allí, relataron todo lo sucedido. Vieron la preocupación
en los ojos de Iván y se apresuraron a decirle que Eowaz les había asegurado
que Sam estaría bien después que descansara y comiese algo. Pero él seguía
sintiéndose terriblemente mal sabiendo que ella había pasado todo ese tiempo
sin descanso pegada a su cama.
-
Regreso en un momento --
dijo Vlad
Todos
sabían dónde iba y aunque a Iván le habría gustado poder hacer lo mismo, le era
imposible ponerse en pie, si Eve aún no podía sin marearse, él mucho menos.
Pasaron
dos días más antes de que los Natchzhrer estuviesen en condiciones de ser
trasladados. Tal y como les habían dicho, Sam estuvo bien al día siguiente,
pero Mael se había negado a dejarla salir de la tienda antes de que comiese
como era debido. La recuperación de Kenny había sido mucho más rápida, porque
una vez eliminado el veneno de su sangre, Daira pudo administrarle todo lo que
fue necesario para restaurar el normal funcionamiento de su organismo, pero
como le dijo a Eowaz, aquello parecía ser innecesario, porque sus órganos no
mostraban las secuelas de costumbre luego de un envenenamiento de esa magnitud.
Por lo que concluyeron, que el trabajo de Sam había sido impecable, eliminando
no solo el veneno sino sus posibles consecuencias.
Finalmente
pudieron regresar a Arx y aunque oficialmente las actividades habían
finalizado, los chicos tuvieron que presentarse en la sede y lo que les
esperaba no era bueno.
Al día
siguiente de su regreso, loa Arzhaelíes se habían reunido en la Sala del
Consejo, y aunque Iván aún no estaba del todo bien, insistió en asistir.
-
Para todos están claras cuáles eran las
intenciones de Bastian -- estaba diciendo Eowaz --
Como era de esperarse, sabe que estamos buscando su laboratorio y nos
tendió una trampa. Lo que me preocupa no es el hecho en sí, sino lo cerca que
estuvo de conseguir su objetivo y la facilidad con la que pudo secuestrarlos a
ustedes. No me mal interpreten, he repasado con cuidado todos los informes
y sé que como de costumbre, hicieron lo
que debían hacer y más. Pero se hace evidente que las fuerzas de Bastian crecen,
mientras que nosotros seguimos siendo los mismos. De ahora en adelante, debemos
actuar con mucha cautela.
-
Eowaz
-- intervino Delos -- ¿Y
qué haremos con los Douglas?
-
He estado pensando en ello, pero creo que
no hay nada que podamos hacer al respecto.
-
¿Nada?
-- preguntó Dorila
-
En esta oportunidad y en cuanto nos
dieron aviso de lo que estaba sucediendo, le di la orden a Garlan de
mantenerlos aislados -- les informó
-- Los envió a una zona
“cubierta” de modo que no pudiesen recibir ninguna clase de vibración exterior,
pero no contaba con que saldrían antes de que la situación estuviese resuelta.
Eso nos demuestra que sin importar lo que pretendamos o las precauciones que
tomemos, lo que debe suceder, sucederá de igual modo.
-
¿Qué sucedió exactamente? --
preguntó Dorila -- ¿Cómo lograron salir?
-
Según el informe de los Krigers, apenas
salieron del bosque Samantha cayó de rodillas pero cuando llegaron hasta ellos,
ya Danny y Mael la habían ayudado a levantarse. Danny le colocó el cristal que
tenían que recuperar en la mano a uno de los Kriger y salieron a todo correr.
Eso sucedió cerca de mediodía y como bien saben a esa hora las puertas están
abiertas, de modo que no tuvieron inconvenientes para salir de los terrenos del
Castillo, y cuando llegaron a las puertas de la ciudadela, simplemente se
deshicieron de los guardias y salieron. Lo demás ya lo saben.
-
A la que habría que encerrar es a esa
chica, parece no poder… -- pero se detuvo en cuanto los Cornwall se
pusieron violentamente de pie, sin embargo, fue Iván el que habló
-
Dorila, no voy a pretender que me agrada
lo sucedido, pero aun así sucedió y gracias a ello estamos vivos. De modo que
al menos podrías mostrarte menos venenosa con respecto a Sam.
-
No me muestro venenosa como dices, solo
digo la verdad. Nos hemos esforzado en mantenerlos con vida y ellos todo lo que
hacen es ignorar cualquier cosa que se haga en beneficio de su seguridad. De
modo que espero que reciban el justo castigo que merecen por esto --
dijo ella
-
¿Castigo?
-- preguntó horrorizada Eve
-
Lamento decir que sí -- dijo Eowaz
-
Pero señor… --
protestó Iván
-
Escuchen, si bien es cierto que gracias a
su intervención lograron encontrarlos y se portaron con extremo valor a la hora
del enfrentamiento, no es menos cierto que desobedecieron una norma básica al
abandonar la sede sin autorización. Del mismo modo que están incursos en
desacato a un superior. De modo que aunque parezca un mensaje contradictorio,
por lo primero recibirán el reconocimiento que merecen, pero por lo segundo
serán castigados.
Dorila
tenía una sonrisa de satisfacción, mientras que los Cornwall hervían de furia.
Los Natchzhrer aunque entendían la posición de Eowaz, se sentían terriblemente
mal, pero en cualquier caso ninguno podía hacer nada.
-
Hay otro asunto pendiente --
dijo Eowaz -- Como saben en diciembre se cumplen diez años
desde la última revisión para la ascensión de miembros al Consejo, de modo que
les sugiero ir pensando a quien postular. Escucharé sus propuestas en la
próxima reunión. Una vez que reciba todas las propuestas, estudiaremos juntos
los casos de modo que en diciembre podamos tener al o los nuevos miembros del
Consejo.
Después
de eso los despidió, pero cuando salían de la sede Iván sujetó el brazo de
Dorila y la hizo volverse.
-
Solo el hecho de que eres mujer, te salva
de lo que mereces -- le dijo con voz gélida -- No
sé cuál es el motivo de tu rencor por Sam, pero te sugiero no seguir por ese
camino, porque podrías agotar mi paciencia y estoy seguro de que no va a
gustarte
A
pesar de que Iván no le había hecho nada, Dorila sintió una opresión en el
pecho al ver que el apacible color verde de los ojos de Iván se había tornado
rojo intenso, signo inequívoco de la enorme furia que sentía. Todos sabían que
Iván era paciente, ecuánime y dulce en grado extremo, pero del mismo modo
conocían de primera mano su peligrosidad cuando se enfurecía. De manera que
Dorila experimentó un miedo real al verlo y escucharlo, y de ningún modo quería
estar en situación de enfrentar su ira. Cuando Iván la soltó sintió que las
piernas no la sostenían y estaba segura que de no ser por Delos, habría caído
sin remedio.
-
Vaya
-- dijo el Arzhaelí en tono jocoso -- después de tantos años ¿Sigue causando el
mismo efecto en ti?
Lejos
estaba de saber que en esta ocasión era el miedo y no la atracción que sentía
por él, lo que había causado aquello.
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