La Magia de Arzhvael

La Magia de Arzhvael
¿Qué es el destino? El destino es un conjunto de hechos inevitables o ineludibles, y existen distintas interpretaciones a cerca de él. Desde el punto de vista religioso, el destino es un gran plan creado por Dios y que no puede ser modificado por nada ni por nadie, algo que se contradice de entrada, con su concepto de libre albedrío. La filosofía en cambio le da un significado algo más amplio. Aceptando que nada sucede por azar, que nada se crea de la nada y que todo tiene una causa, entonces es porque estaba predestinado a suceder desde el momento en el que surgió la causa primaria. Teniendo en cuenta todo lo anterior, podemos resumir la cuestión, en que el señor destino, es una sucesión de acontecimientos que ocurren en diferente lugar y tiempo y cuyas consecuencias afectan al futuro, porque las acciones presentes son consecuencia de otras pasadas y de ellas derivaran las futuras… Adentrémonos pues, en las vidas, acontecimientos y decisiones que han tomado nuestros protagonistas, y veamos que misterios, aventuras o desventuras traerá consigo… El Destino

domingo, 1 de junio de 2014

Cap. 24 Consecuencias...



En algún momento de la madrugada, Giulian regresó y entró de nuevo a la tienda. Vlad dormía en una silla al lado de la cama de Eve, al igual que Mael, mientras que Sam había recostado la cabeza en la cama de Iván y tenía una mano sobre su pecho, pero como estaba vuelta hacia la pared no pudo ver si estaba dormida o no.

Hacia las cinco de la mañana y mientras estaba de pie en la entrada y mirando a la lejanía, sintió que lo llamaban.

-         Giulian

Se volvió de inmediato y vio a Iván despierto, se acercó con rapidez a la cama llevando un vaso con agua, ya que Daira había dicho que debía tomar mucha. Lo ayudó a levantar la cabeza para beber y después a acomodarse de nuevo sobre la almohada.

-         Debes llevarla a descansar más cómodamente  --  le dijo acariciando los cabellos de Sam
-         Suponiendo que tuviese deseos de perder la cabeza, lo haría.

Iván iba a decir algo pero en ese momento ella despertó y sonrió al verlo despierto a él.

-         ¿Te sientes mejor?
-         Definitivamente, pero…
-         Espera, te traeré agua  --  lo interrumpió ella
-         Ya Giulian me dio, linda
-         Pero Daira dijo que debías tomar mucha  --  insistió ella
-         De acuerdo, pero acabo de beber  --  dijo él y sin soltarle la mano 
-         ¿De veras te sientes mejor?
-         No te mentiría, pero usted señorita debe ir a descansar ahora
-         Pero yo…   --  se detuvo y miró mal a Giulian
-         Yo no he dicho nada  --  se defendió él de inmediato
-         Sam, no necesito que nadie me diga nada  --  le dijo Iván  --  olvidas que te conozco lo suficiente como para saber que has debido mostrarte muy intransigente para permanecer aquí.
-         ¿Y te molesta?  --  preguntó con tristeza
-         No Sam, nada podría hacerme más feliz. No puedo imaginar una enfermera más linda y a la que quisiera más, pero porque te quiero me preocupo, y si quieres que me recupere más rápido, entonces dame gusto y ve a descansar un rato como es debido.
-         De acuerdo  --  aceptó ella, se inclinó y le dio un beso  --  Te amo Iván, no te atrevas a dejarme nunca  --  y él sonrió
-         Yo también te amo linda, y prometo hacer mi mejor esfuerzo  --  le aseguró

Una vez que Sam abandonó la tienda, Iván volvió la mirada sombría a Giulian, que le devolvió una más tormentosa aún.

-         ¿Vas a explicarme cómo es que los niños están aquí? Porque si está ella, están los demás ¿no?
-         Pues no parecías muy sorprendido  --  dijo Giulian  --  pero hablando de explicaciones…
-         ¡Giulian!  --  el aludido levantó la cabeza e Iván giró la suya
-         ¡Iván, despertaste!  --  dijo Eve que había despertado al escuchar la voz de su marido  --  ¿Cómo te sientes?
-         Mejor ¿y tú?
-         Mejor que tú, creo  --  le dijo ella  --  En opinión de Daira a ti te dieron mucho más que a mí, pero con todo, aún no puedo levantarme sin perder el equilibrio, ayer lo intenté.
-         Debemos tener paciencia hasta que salga por completo ¿Has bebido suficiente agua?
-         Tanta que creo que no querré ver el agua en mucho tiempo  --  dijo ella

Mientras los hermanos Natchzhrer hablaban, los gemelos Cornwall tenían un diálogo silencioso.

-         No hagas tonterías  --  dijo Vlad
-         No creo que sea una tontería querer saber cómo demonios están las cosas.
-         No seas estúpido Giulian, deja por lo menos que se recupere
-         No veo qué mal puede hacerle contestar a una simple pregunta
-         El problema no es la pregunta sino tu reacción, así que déjalo en paz o yo mismo te saco de aquí.

Esta conversación se vio interrumpida por Eve, que había estado mirándolos a los dos y había notado que algo sucedía.

-         ¿Qué sucede Vlad?
-         Nada
-         Vladimir Cornwall, los conozco lo suficiente como para saber cuándo me mienten, así que ahórrate el esfuerzo, inútil por demás.
-         De acuerdo amor, lo que sucede es que Giulian es tan necio que al igual que Sam se niega a ir a descansar como es debido, y si no lo hace ahora mismo, lo sacaré a la fuerza  --  dijo mirando a su hermano

Giulian no dijo nada más, sino que abandonó la tienda sin despedirse siquiera.

-         ¡Vaya! Mientras más viejo, más necio  --  dijo Eve

Mientras que Iván por su parte,  pensó que Vlad era un excelente mentiroso, pero había cometido el error de no proteger adecuadamente sus pensamientos y aunque no había alcanzado a enterarse de todo, si había captado lo suficiente como para saber que aquello no tenía nada que ver con el hipotético descanso de Giulian, sino que por algún motivo éste estaba molesto con él.

Sam se había quedado dormida nada más poner la cabeza en la almohada, pero le parecía que apenas llevaba unos minutos de haberlo hecho, cuando sintió que la sacudían y gritaban su nombre. Abrió los ojos y se encontró con los llorosos de Aderyn, antes de incorporarse vio también los de Diandra en el mismo estado y se alarmó enormemente, porque Di rara vez lloraba, de modo que algo terrible debía haber sucedido.

-         ¡Sam, tienes que ayudarnos!  --  dijo Aderyn
-         ¿Qué sucede?  --  preguntó incorporándose por completo
-         Es Kenny… está muy mal  --  decía la chica entre sollozos

Sam se levantó a toda prisa y salió de la tienda. Se reprochó haberse olvidado por completo del estado en el que se encontraba el chico, pero ahora no había tiempo para lamentarse. Cuando entró a la tienda, aquello estaba atestado de gente. Los compañeros de Kenny estaban casi todos allí, de modo que como pudo se abrió paso hasta la cama. Allí estaban Peter y Jonathan, el primero tenía lágrimas en los ojos, mientras que el segundo se limitaba a sujetar la mano de su hermano, que en aquel momento parecía estar convulsionando. Sam los miró a ambos y se decidió por Jonathan al verlo más sereno. Se inclinó y le susurró algo al oído, él la miró unos segundos y luego asintió.

-         Les agradezco a todos su compañía y su preocupación  --  dijo dirigiéndose a los compañeros de Kenny  --  pero de momento deben desalojar la tienda, tantas personas aquí, no le hace bien.

Los chicos comenzaron a salir hasta que solo quedaron los McKenzie, Gail y Danny. Sam se acercó a la cama, apartó las sábanas dejando al descubierto la herida de Kenny, y en ese momento tanto Aderyn como Diandra lanzaron una exclamación de horror. Si bien la herida no era especialmente grande, su aspecto fue lo que les resultó aterrador. Aparte de seguir abierta, signo inequívoco de que el veneno seguía en su sangre, había comenzaba a necrosarse, lo que indicaba a su vez que difícilmente el antídoto hiciese algún efecto a estas alturas. Además de ello, la fiebre de Kenny había subido de forma alarmante y cuando Sam había llegado estaba teniendo una convulsión a causa de esto. Ella apuntó su Gwialen y comenzó a murmurar el conjuro.

-         Rwy'n galw ar y rhodd sydd wedi cael ei roi, ac mae'r grym sydd yn byw yn y diemwnt, sy'n diddymu ac yn diflannu y gwenwyn sy'n llifo drwy eich gwythiennau*

Mientras lo hacía de su pecho fluyó una luz brillante que flotó hacia el cuerpo de Kenny.  A la memoria de los chicos acudió una imagen similar, de cuando Mael había estado herido. Mientras la luz estaba suspendida sobre el cuerpo de Kenny, Sam siguió murmurando.

-         ¡GWENWYN YN DIFLANNU!   --  la luz comenzó a desvanecerse y ella dijo algo más  --  ¡GWENWYN YN AGOS!

A pesar de que Peter había sido testigo en otra ocasión del poder de Sam para sanar, nunca pensó que en las condiciones en las que se encontraba su hermano alguien pudiese hacer algo, de manera que su asombro no tuvo límites al ver que la sangre alrededor de la herida se aclaraba y que comenzaba a cerrarse la abertura. En el caso de Jonathan, nunca había presenciado aquello, pero siempre le pareció sumamente extraño la forma en la que Giulian se había salvado de las atroces heridas que había recibido cuando fueron a rescatar a su padre y cómo la misma Samantha, se había recuperado cuando él había visto sus heridas y Alan había asegurado que ya no podía hacerse nada. Ahora estaba seguro de cómo había sucedido todo aquello.

Aderyn y Diandra estaban sonriendo, pero las sonrisas se les congelaron cuando vieron a Sam desvanecerse. Jonathan la sostuvo y alzándola salió de la tienda camino a la de los chicos.

-         ¡Encuentra a Daira!  --  le dijo a uno de los Krigers que estaba afuera

Entró a la tienda y colocó a Sam sobre una de las camas, los chicos venían tras él y Danny enseguida se sentó en la cama y Jonathan lo miró.

-         ¿Estás bien?
-         Mareado, pero ya lo controlo mejor, no te preocupes  -- le dijo el chico

Gail colocó la Gwialen de Sam sobre la veladora, él la había recogido del piso en cuanto Jonathan había alzado a Sam. Unos minutos después, entraron Daira, Eowaz y Alaric.

-         ¿Qué sucedió?  --  preguntó Eowaz
-         Niñas  --  dijo Jonathan  --  vuelvan con Kenny, ella va a estar bien

Las chicas miraron a Sam y luego a Danny y a Gail, estos asintieron y ellas abandonaron la tienda.

-         ¿Y bien?  --  insistió Eowaz aunque ya Daira estaba examinándola
-         Señor, Samantha acaba de salvarle la vida a Kenny  --  dijo Jonathan
-         ¿¿Cómo??  --  preguntaron Alaric y Daira que había dejado lo que hacía y se había vuelto a mirar a Jonathan
-         Comprendo  --  dijo Eowaz  --  Vuelve con tu hermano y maneja el asunto con la mayor discreción
-         Sí señor  --  dijo el chico y abandonó la tienda
-         ¿Eowaz?  --  dijo Daira

Pero mientras esto sucedía, Alaric se había movido hasta la veladora y había tomado la Gwialen de Sam.

-         Tiene un Gwialen poderosa  --  dijo  --  pero no es solo por eso ¿verdad?
-         No, Samantha posee el don de la sanación  --  les dijo
-         Pero en las pruebas…  --  comenzó Daira
-         Si hacen memoria, recordaran lo que les dije en esa oportunidad.
-         Dijiste que estabas seguro de que ella poseía lo necesario, pero no nos dijiste en qué consistía  --  dijo Alaric
-         Y creo que yo merecía saberlo  --  dijo Daira  --  será mí a quien corresponda su instrucción
-         En parte sí  --  continuó Eowaz  --  pero en el caso de Samantha, su don difiere un poco del tuyo Daira. Tú posees el don y has aprendido todo lo relativo a él, pero Samantha  no solo nació con él, sino que además le fue otorgado directamente por EYRA.

Tanto Daira como Alaric, miraron a Eowaz con asombro, porque tener el don era una cosa, pero que este hubiese sido otorgado en forma directa por la Diosa, era otra muy distinta.

-         De modo que no necesita entrenamiento  --  dijo Daira
-         Lo necesita  --  la contradijo Eowaz  --  hasta ahora ha hecho uso de él en forma instintiva, aunque convengo en que será muy poco el trabajo que dé.

Danny aún se sentía mareado y sin fuerza, y estando claro en la razón para ello, se cansó de aquella charla y decidió intervenir.

-         Imagino que todo eso es importante, señor  --  dijo  --  ¿Pero podrían por favor ocuparse de ella?
-         Tienes razón desde luego, Danny  --  convino Eowaz y Daira volvió a ocuparse de Sam
-         Solo está débil  --  dijo Daira luego de un momento  --  necesita comer, descansar y re equilibrar su energía  --  y miró a Eowaz  --  Deduzco que encontrándose ya debilitada por la falta de sueño y alimento, lo que acaba de hacer terminó por vencerla.
-         Es algo más que debe aprender  --  dijo Eowaz  --  Gracias Daira, yo me haré cargo.
-         Bien, voy a ver a Kenneth
-         Daira, Alaric, supongo que es innecesario pedirles discreción, ya los Douglas son objeto de un exceso de atención y no queremos atraer más.
-         Sí señor  --  dijeron ambos y luego se marcharon

Una vez solos, Eowaz se acercó a la cama y aunque ni Gail ni Danny supieron qué había hecho, luego de ello Danny se sintió mejor. Eowaz les dijo que Sam dormiría el resto del día, que por favor no la molestaran porque necesitaba recuperarse y ellos asintieron. Ya estando seguros de que Sam estaba bien, fueron a ver a Iván.

-         Vaya  --  dijo él al verlos  --  al fin decidieron venir a verme.
-         Lo siento papá, es que Sam no estaba bien y…  --  se interrumpió porque el peso de cuatro pares de ojos lo golpeó casi de forma física
-         ¿Qué le sucede a Sam?  --  preguntaron Vlad y Mael
-         ¿Dónde está?  --  la pregunta fue hecha por Eve
-         Ahora descansa en la tienda  --  dijo Danny y Mael salió a tal velocidad que casi parecía que hubiese desaparecido
-         ¿Y bien?  --  preguntó Iván  --  Descansa en la tienda, pero ¿qué le sucedió?

Siendo que no había nadie más allí, relataron todo lo sucedido. Vieron la preocupación en los ojos de Iván y se apresuraron a decirle que Eowaz les había asegurado que Sam estaría bien después que descansara y comiese algo. Pero él seguía sintiéndose terriblemente mal sabiendo que ella había pasado todo ese tiempo sin descanso pegada a su cama.

-         Regreso en un momento  --  dijo Vlad

Todos sabían dónde iba y aunque a Iván le habría gustado poder hacer lo mismo, le era imposible ponerse en pie, si Eve aún no podía sin marearse, él mucho menos.


Pasaron dos días más antes de que los Natchzhrer estuviesen en condiciones de ser trasladados. Tal y como les habían dicho, Sam estuvo bien al día siguiente, pero Mael se había negado a dejarla salir de la tienda antes de que comiese como era debido. La recuperación de Kenny había sido mucho más rápida, porque una vez eliminado el veneno de su sangre, Daira pudo administrarle todo lo que fue necesario para restaurar el normal funcionamiento de su organismo, pero como le dijo a Eowaz, aquello parecía ser innecesario, porque sus órganos no mostraban las secuelas de costumbre luego de un envenenamiento de esa magnitud. Por lo que concluyeron, que el trabajo de Sam había sido impecable, eliminando no solo el veneno sino sus posibles consecuencias.

Finalmente pudieron regresar a Arx y aunque oficialmente las actividades habían finalizado, los chicos tuvieron que presentarse en la sede y lo que les esperaba no era bueno.

Al día siguiente de su regreso, loa Arzhaelíes se habían reunido en la Sala del Consejo, y aunque Iván aún no estaba del todo bien, insistió en asistir.

-         Para todos están claras cuáles eran las intenciones de Bastian  --  estaba diciendo Eowaz  --  Como era de esperarse, sabe que estamos buscando su laboratorio y nos tendió una trampa. Lo que me preocupa no es el hecho en sí, sino lo cerca que estuvo de conseguir su objetivo y la facilidad con la que pudo secuestrarlos a ustedes. No me mal interpreten, he repasado con cuidado todos los informes y  sé que como de costumbre, hicieron lo que debían hacer y más. Pero se hace evidente que las fuerzas de Bastian crecen, mientras que nosotros seguimos siendo los mismos. De ahora en adelante, debemos actuar con mucha cautela.
-         Eowaz  --  intervino Delos  --  ¿Y qué haremos con los Douglas?
-         He estado pensando en ello, pero creo que no hay nada que podamos hacer al respecto.
-         ¿Nada?  --  preguntó Dorila
-         En esta oportunidad y en cuanto nos dieron aviso de lo que estaba sucediendo, le di la orden a Garlan de mantenerlos aislados  --  les informó  --  Los envió a una zona “cubierta” de modo que no pudiesen recibir ninguna clase de vibración exterior, pero no contaba con que saldrían antes de que la situación estuviese resuelta. Eso nos demuestra que sin importar lo que pretendamos o las precauciones que tomemos, lo que debe suceder, sucederá de igual modo.
-         ¿Qué sucedió exactamente?  --  preguntó Dorila  --  ¿Cómo lograron salir?
-         Según el informe de los Krigers, apenas salieron del bosque Samantha cayó de rodillas pero cuando llegaron hasta ellos, ya Danny y Mael la habían ayudado a levantarse. Danny le colocó el cristal que tenían que recuperar en la mano a uno de los Kriger y salieron a todo correr. Eso sucedió cerca de mediodía y como bien saben a esa hora las puertas están abiertas, de modo que no tuvieron inconvenientes para salir de los terrenos del Castillo, y cuando llegaron a las puertas de la ciudadela, simplemente se deshicieron de los guardias y salieron. Lo demás ya lo saben.
-         A la que habría que encerrar es a esa chica, parece no poder…  --  pero se detuvo en cuanto los Cornwall se pusieron violentamente de pie, sin embargo, fue Iván el que habló
-         Dorila, no voy a pretender que me agrada lo sucedido, pero aun así sucedió y gracias a ello estamos vivos. De modo que al menos podrías mostrarte menos venenosa con respecto a Sam.
-         No me muestro venenosa como dices, solo digo la verdad. Nos hemos esforzado en mantenerlos con vida y ellos todo lo que hacen es ignorar cualquier cosa que se haga en beneficio de su seguridad. De modo que espero que reciban el justo castigo que merecen por esto  --  dijo ella
-         ¿Castigo?  --  preguntó horrorizada Eve
-         Lamento decir que sí  --  dijo Eowaz
-         Pero señor…  --  protestó Iván
-         Escuchen, si bien es cierto que gracias a su intervención lograron encontrarlos y se portaron con extremo valor a la hora del enfrentamiento, no es menos cierto que desobedecieron una norma básica al abandonar la sede sin autorización. Del mismo modo que están incursos en desacato a un superior. De modo que aunque parezca un mensaje contradictorio, por lo primero recibirán el reconocimiento que merecen, pero por lo segundo serán castigados.

Dorila tenía una sonrisa de satisfacción, mientras que los Cornwall hervían de furia. Los Natchzhrer aunque entendían la posición de Eowaz, se sentían terriblemente mal, pero en cualquier caso ninguno podía hacer nada.

-         Hay otro asunto pendiente  --  dijo Eowaz  --  Como saben en diciembre se cumplen diez años desde la última revisión para la ascensión de miembros al Consejo, de modo que les sugiero ir pensando a quien postular. Escucharé sus propuestas en la próxima reunión. Una vez que reciba todas las propuestas, estudiaremos juntos los casos de modo que en diciembre podamos tener al o los nuevos miembros del Consejo.

Después de eso los despidió, pero cuando salían de la sede Iván sujetó el brazo de Dorila y la hizo volverse.

-         Solo el hecho de que eres mujer, te salva de lo que mereces  --  le dijo con voz gélida  --  No sé cuál es el motivo de tu rencor por Sam, pero te sugiero no seguir por ese camino, porque podrías agotar mi paciencia y estoy seguro de que no va a gustarte

A pesar de que Iván no le había hecho nada, Dorila sintió una opresión en el pecho al ver que el apacible color verde de los ojos de Iván se había tornado rojo intenso, signo inequívoco de la enorme furia que sentía. Todos sabían que Iván era paciente, ecuánime y dulce en grado extremo, pero del mismo modo conocían de primera mano su peligrosidad cuando se enfurecía. De manera que Dorila experimentó un miedo real al verlo y escucharlo, y de ningún modo quería estar en situación de enfrentar su ira. Cuando Iván la soltó sintió que las piernas no la sostenían y estaba segura que de no ser por Delos, habría caído sin remedio.

-         Vaya  --  dijo el Arzhaelí  en tono jocoso --  después de tantos años ¿Sigue causando el mismo efecto en ti?

Lejos estaba de saber que en esta ocasión era el miedo y no la atracción que sentía por él, lo que había causado aquello.


Los chicos habían recibido una medalla al valor por los hechos recientes, pero la posible alegría que aquello podía haberles supuesto, quedó empañada por los tres días de castigo que pasaron en los calabozos de la sede completamente incomunicados.

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