La Magia de Arzhvael

La Magia de Arzhvael
¿Qué es el destino? El destino es un conjunto de hechos inevitables o ineludibles, y existen distintas interpretaciones a cerca de él. Desde el punto de vista religioso, el destino es un gran plan creado por Dios y que no puede ser modificado por nada ni por nadie, algo que se contradice de entrada, con su concepto de libre albedrío. La filosofía en cambio le da un significado algo más amplio. Aceptando que nada sucede por azar, que nada se crea de la nada y que todo tiene una causa, entonces es porque estaba predestinado a suceder desde el momento en el que surgió la causa primaria. Teniendo en cuenta todo lo anterior, podemos resumir la cuestión, en que el señor destino, es una sucesión de acontecimientos que ocurren en diferente lugar y tiempo y cuyas consecuencias afectan al futuro, porque las acciones presentes son consecuencia de otras pasadas y de ellas derivaran las futuras… Adentrémonos pues, en las vidas, acontecimientos y decisiones que han tomado nuestros protagonistas, y veamos que misterios, aventuras o desventuras traerá consigo… El Destino

domingo, 8 de junio de 2014

Cap. 31 Todo se complica…



Samantha había recorrido toda la gama de emociones en solo unos pocos segundos y en ese momento estaba furiosa y desesperada.

-         ¿Cómo puedes ser tan estúpido, Giulian Cornwall?  --  le preguntó con ira  --  Si hay algo que Iván no necesita, es utilizar sus poderes para que ninguna mujer se enamore de él, porque simplemente es un ser maravilloso digno de ser amado por lo que es  --  cada una de las palabras de ella se le estaban clavando dolorosamente en el corazón a Giulian pero a su juicio solo confirmaban sus pensamientos  --  Sí, amo a Iván con todo mi corazón  --  y el de Giulian estuvo a punto de partirse a la mitad  --  pero no como estás sugiriendo tan neciamente, lo amo como el padre que ha sido para mí, y si eres tan imbécil para no notarlo y tan condenadamente idiota como para pensar lo que estás pensando, entonces no te mereces ni su amistad ni el amor que ambos sentimos por ti.

Las lágrimas corrían por el rostro de Sam y a esas alturas más de uno de los presentes quería hacer pedazos a Giulian, pero definitivamente hay sentimientos que combinados pueden resultar sumamente peligrosos y llevarnos a cometer las más absurdas tonterías.

-         Princesa, yo solo quise protegerte de lo que él podía hacerte
-         ¿Es que no me has estado escuchando?  --  volvió a enfurecerse ella  --  Yo no puedo amar a Iván como sugieres porque a quien amo es a…

Todos los corazones parecieron dejar de latir al mismo tiempo incluido el de ella, porque una vez llegados a este punto no sabía qué decir y miró con desesperación a Vlad, pero él tenía la misma expresión de horror que Giulian; Jonathan que estaba unos pasos más atrás tenía la boca abierta; Danny que estaba hacia su derecha, tenía la mano de Diandra cogida con tanta fuerza que estaba a punto de triturársela, pero Gail, cuya curiosidad superaba al asombro, no pudo mantenerse callado.

-         ¿A quién?
-         … a Will  --  terminó ella

Si todo lo anterior había estado a punto de ocasionar un paro cardíaco a los presentes, está súbita, inesperada y absurda revelación casi lo consigue. El aludido, que había estado mirando con atención a Iván y a Giulian,  fue el primer sorprendido, abrió los ojos desmesuradamente y giró la cabeza hacia Samantha, pero la expresión de asombro solo le había durado una fracción de segundo y fue una suerte que todos estuviesen tan estupefactos que tardaran unos segundos en procesar lo que acababan de escuchar y girarse todos a mirarlo a él.

-         ¿Will?  --  preguntaron las voces que habían logrado abrirse paso del cerebro a la garganta

Esto pareció activar el mecanismo de reacción, porque Will avanzó con paso decidido hacia ella y Sam tuvo miedo de que la desmintiera, pues lo conocía bien y sabía que era cruelmente sincero siempre.

-         Lamento si no aprueban la elección  --  dijo mirando a Danny, Gail, Jonathan y Vlad que eran los que habían dicho su nombre con extrañeza y luego miró a Iván  --  No se suponía que esto fuese así Iván, pero dadas las circunstancias espero poder contar con tu aprobación, porque la otra opinión  --  dijo mirando a Giulian con algo muy cercano al desprecio  --  no parece digna de tenerse en cuenta. Ahora si nos disculpan, creo que Samantha necesita un poco de aire.

Dicho esto, le tomó la mano y salieron del Salón. Apenas ellos lo habían abandonado, éste casi se viene abajo con el estallido de la bomba que acababan de lanzar. Todos parecían haber comenzado a hablar al mismo tiempo, pero con la misma rapidez se hizo el silencio.

Danny y Gail estaban preguntándose qué demonios había sido aquello, porque si de algo estaban seguros era de que aquello no era verdad. Aderyn y Diandra tenían expresión de profunda pena, Jonathan era un excelente Arzhaelí, pero en asuntos del corazón era complemente inepto y se preguntaba en qué momento su silencioso hermano se había hecho con el amor de Sam. Eve, a pesar de que se suponía que conocía a Sam, se dejó engañar por aquella afirmación y miraba con dolor a Mael, quien a su vez tenía una expresión impenetrable y deseaba con todas sus fuerzas despedazar a Giulian. Vlad por su parte estaba muy confundido y se preguntaba cómo había podido equivocarse tanto, al menos en un sentido, mientras que Giulian estaba más allá de cualquier pensamiento coherente. Iván lo miró con lágrimas en los ojos y dio un paso hacia él.

-         ¿Qué has hecho Giulian?  

Y dicho esto abandonó el Salón mientras que Anne caía desplomada en brazos de Peter. Aquella sería una noche que no olvidarían en mucho tiempo.

Will había sacado a Sam de la casa pero juzgó más prudente, en previsión de que cualquiera quisiese venir a pedir explicaciones que ella no estaba en condiciones de dar por el momento, llevarla más lejos aún. De modo que caminaron por el sendero hasta la entrada y abandonaron los terrenos del castillo. Caminaron por la ciudadela durante un rato y cuando él vio que ella ya no lloraba tanto, la dirigió hacia un restaurant cercano. Sabía que ella no comería nada, de modo que solo pidió té.

-         ¿Más tranquila?
-         Perdóname Will, no debí involucrarte en esto. Entiendo si estás molesto…
-         No estoy molesto  --  la interrumpió él  --  sorprendido tal vez pero no molesto.
-         ¿Sorprendido?
-         Sí, me sorprende tu elección de “escudo”, habría esperado que te decidieras por alguien como Lebedev, pero en ausencia de éste y dada la urgencia, Berserker habría resultado más aceptable para todos.
-         ¿Mael? Nadie me habría creído Will  --  dijo ella asombrada  --  todos saben que Mael y yo nos queremos como hermanos

Will la miró un momento y se preguntó cómo alguien que exhibía una inteligencia como la de ella podía estar tan ciega. Sin embargo, descartó eso por irrelevante en ese momento y se dedicó a lo que tenían entre manos, porque el asunto ya estaba hecho.

-         No te preocupes Will  --  dijo ella mal interpretando su ceño  --  Deja que pase esta noche y mañana hablaré con ellos y aclararé todo este lío.
-         ¿Y puedo preguntar qué piensas decir?  --  pero ella guardó silencio antes de responder
-         Aun no lo sé pero…
-         Lo imaginé  --  volvió a interrumpirla  --  Dime una cosa  --  y ella levantó la mirada  --  ¿Recuerdas en primer lugar por qué dijiste esto? Porque si no entendí mal, fue por la sarta de estupideces que estaba diciendo Cornwall  --  y los ojos de Sam volvieron a ensombrecerse  --  En mi opinión y sé que eso no importa mucho…
-         No digas eso, claro que me importa
-         Bien, en mi opinión ni siquiera tendrías por qué darle explicaciones, si él es un tarado es su problema y no el tuyo, pero ya que estamos ¿qué crees que sucederá si mañana vas y le dices que todo era mentira?
-         No lo sé, tal vez…
-         Yo te diré lo que sucederá, él muy necio seguirá pensando lo mismo y finalmente ocurrirá una tragedia, porque por mucha paciencia que tenga Iván, Cornwall es perfectamente capaz de agotársela a cualquiera 

Samantha se sintió horrorizada ante sus palabras, como siempre expuestas con la mayor crudeza, pero tuvo que reconocer que no le faltaba razón.

-         Bueno ya se me ocurrirá algo, no quiero que te veas involucrado…
-         Demasiado tarde Samantha, ya lo estoy. De modo que si quieres escucharme, tal vez mi idea sea más acertada  --  y ella asintió, porque después de todo Will había demostrado ser un individuo inteligente  --  Bien, dejaremos las cosas como están y cuando pase un tiempo prudencial, “romperemos” el compromiso, puedes decir lo que quieras y te lo creerán porque yo no lo desmentiré, y en cualquier caso todos saben que soy un individuo poco agradable.
-         Eso no es cierto  --  dijo ella estirando una mano y sujetando la de él  --  eres una gran persona Will
-         No es necesario engañarnos y las muestras de afecto puedes dejarlas para cuando sean necesarias  --  dijo él retirando su mano

Sam sintió el repentino deseo de golpearlo y se preguntó cómo era posible que un minuto fuera comprensivo y casi cariñoso, y al siguiente seco y antipático, pero mientras ella pensaba eso él tenía su usual media sonrisa.

-         Te lo dije, no soy un sujeto agradable

Sam se sintió avergonzada, porque no era necesario tener la habilidad de penetrar sus pensamientos, ya que su cara reflejaba de manera muy clara lo que estaba pensando.

Entre tanto en el Castillo nadie había sido capaz de cenar, los únicos que estaban en el Comedor eran Aderyn, Di, Danny y Gail pero no precisamente comiendo, sino discutiendo lo que había sucedido.

-         No me puedo creer aún que Giulian haya dado semejante espectáculo  --  estaba diciendo Aderyn
-         Yo lo que no puedo creer es que Sam haya dicho una mentira de ese calibre  --  dijo Danny
-         ¿Y por qué habría de ser mentira?  --  preguntó Diandra

Y si había dicho aquello no era porque ella lo creyera, sino por solidaridad con su amiga, y tanto Aderyn como ella pensaban que iba a necesitarla y mucho.

-         ¡Vamos Di! ¿Will?  --  dijo Danny  --  Ni siquiera estoy muy seguro de que se entere que el resto del mundo existe
-         ¡Oye!  --  protestó Aderyn
-         Disculpa Aderyn, no tengo nada en contra de tu hermano y estoy seguro que es una excelente persona pero de ahí a enamorar a Sam, hay una enorme distancia.
-         Pues yo no veo que sea tan extraño, después de todo Sam se la pasaba metida en la Biblioteca ¿recuerdan?

Gail era el único que no estaba participando en la conversación por extraño que parezca, pero es que su mente intentaba encontrar la pieza que le faltaba en aquel rompecabezas.

Los adultos por su parte se habían encerrado en sus habitaciones. Peter, una vez que Anne había recuperado el conocimiento tuvo que hacer grandes esfuerzos para calmarla, porque quería salir a buscar a Will y hablar con él.  A pesar de que Anne era una excelente madre, estaba consciente de que en su afán por respetar el aislamiento de su hijo, parecía que se habían perdido muchas cosas importantes, y la verdad es que no tenía ni idea de cuántas. Sin embargo, Peter logró hacer que se calmara y la convenció de que lo mejor era esperar hasta el día siguiente, y si él no venía a decir nada entonces ellos hablarían con él. Aunque también le hizo notar que Will hacía mucho tiempo que había dejado de ser un niño, era un hombre de veintiséis años y no tenía que rendirle cuentas a nadie.

Eve no había parado de llorar en todo el tiempo que llevaban en su habitación y Vlad estaba muy lejos de poder consolarla, porque estaba lidiando con sus propios sentimientos y con los de su hermano que parecía haber enloquecido. Eve se había dejado engañar por todo lo que había escuchado. Primero, por la acusación de Giulian en relación a los sentimientos de Iván por Sam y aquello le producía un dolor enorme, porque siempre creyó que Iván no sería capaz de amar a nadie más en su vida, y aunque ella habría dado la suya para que él fuese feliz de nuevo, pensar que se había enamorado de Sam le parecía una locura aun mayor que no amar a nadie. Sin embargo, ella se rindió ante lo que consideró hechos. Aquel especial apego de Iván por Sam, su constante preocupación por ella, desechó lo de los celos porque Iván era demasiado controlado para eso, y si había podido mantener en secreto su amor por Sam, ciertamente era capaz de mantener bajo control sus celos, además de que Iván era de la clase que amaba tanto que si Sam escogía a otra persona, él se daría por satisfecho solo por verla feliz. Y lo que le dolía era justamente eso, que ella no pudiese amarlo sino como un padre tal y como lo había dicho hacía un momento, lo que la hizo sentir un dolor muy grande al pensar que su hermano definitivamente no tenía suerte en el amor.

Los pensamientos de Vlad en cambio iban en otra dirección. Ya Giulian y él habían hablado de aquello cuando Iván estuvo herido y no entendía cómo su hermano había sido capaz de decir tantas idioteces juntas. Por empezar, era él quien primero había sustentado la teoría de que Sam estuviese enamorada de Iván, de manera que ya de por sí era absurdo que ahora acusara a Iván de haberla manipulado para ello. Y segundo, él le había hecho entender, o al menos eso había creído, que Iván nunca amaría a ninguna otra mujer que no fuese Ángela. Y volviendo con Sam, él había llegado a tener sus dudas, no olvidaba la actitud que Sam había estado manifestando hacia Iván y llegó plantearse la posibilidad, pero esta nunca incluía al mismo Iván. Sin embargo, había quedado claro que o no era así o se estaba esforzando en ocultarlo, porque para ella tampoco era un secreto que Iván seguía amando a Ángela, porque el mismo lo había dicho en una oportunidad estando todos presentes. No obstante, había aun otra posibilidad, y era que el destinatario de su amor fuese otro a quien no le interesaba que se enterase. Y en cualquier caso, Will McKenzie le parecía el menos indicado. Pero aunque la situación de Sam fuere cual fuese le preocupaba mucho, más lo preocupaba el propio Iván. Todo lo que había dicho Giulian, Vlad estaba seguro que lo había herido mucho y sin ninguna necesidad, y aunque estaba igualmente seguro que Iván mañana le diría que lo entendía y que Giulian siempre había sido volátil y con tendencia a decir estupideces, nada borraría el dolor que le habían producido sus palabras. Y por último estaba el mismo Giulian, a quien le provocaba golpear hasta dejarlo inconsciente por varias razones, pero dudaba que su hermano estuviese en capacidad de entender ninguna por el momento.

La mente del susodicho en aquel momento era un caos total y absoluto, nadie habría podido sacar ni un solo pensamiento en claro y se movía por puro instinto, ya que era muy improbable que supiese ni siquiera dónde estaba.

Y en el caso del pobre Iván que más que Samantha, era la víctima en todo este horroroso lío, se había sentado con la cabeza entre las manos preguntándose cómo era que había sucedido todo aquello y si de algún modo él había contribuido a ello. Estaba seriamente preocupado por la salud mental de Giulian, porque solo habiendo perdido juicio podría justificar que hubiese dicho todo lo que le dijo, y estaba más preocupado aún por Sam. Amaba a aquella niña con locura pero tal y como ella había dicho, como a una hija, de eso estaba seguro. De modo que se reprochaba a sí mismo si en algún momento había enviado una señal equivocada en ese sentido. Pero fuera como fuere, la enorme estupidez de Giulian había empujado a Sam a decir lo que había dicho y él estaba igualmente seguro que Sam estaba muy lejos de amar  a Will McKenzie, es que aunque se lo jurara él no lo creería, porque no era esa clase de amor lo que veía en sus ojos. Ahora tendrían que ocuparse de arreglar aquel desastre antes de que la culpa comenzara a matar a Sam.

Un golpe en la puerta lo sacó de sus pensamientos y aunque en realidad no quería ver a nadie, la identidad de la persona que estaba al otro lado lo obligaba a atenderlo. De modo que levantó su mano haciendo que la puerta se abriese.

-         Si no deseas hablar ahora lo entenderé  --  dijo Mael al entrar
-         No te mentiré diciéndote que es mi mejor momento pero puedo escucharte  --  le dijo
-         Primero que nada quiero que sepas que considero a Giulian el mayor de los imbéciles si después de tantos años conociéndote ha sido capaz de decir todo lo que ha dicho. Aun suponiendo que fuese cierto que realmente te hubieses enamorado de Samantha y ella te correspondiese, yo sería el primero en alegrarme, porque no conozco a nadie más digno que tú  --  dijo el chico

Iván sintió varias cosas al mismo tiempo al escucharlo, porque si había alguien que sabía bien lo que Mael sentía por Samantha y aunque le había costado aceptarlo, era él. De modo que se necesitaba mucho valor, lealtad y un amor excepcional para decir lo que él estaba diciendo en aquel momento.

-         Mael…
-         No he venido a pedirte explicaciones, a las que en cualquier caso no tengo derecho  --  lo interrumpió él  --  solo quería que supieras que cuentas con mi apoyo y mi lealtad, porque  aunque no eres mi padre yo te quiero como si lo fueras, no solo me diste un hogar y protección cuando la necesité, sino que me has dado tu apoyo, tus consejos y tu amor.

Iván renunció a las palabras y borrando la distancia que los separaba abrazó al chico. Él amaba a los gemelos y a Mael del mismo modo que amaba a Gail, aunque los demás no lo creyesen y a pesar de que sabía que ellos lo querían, escucharlo expresárselo de aquella forma tenía por fuerza que ser algo muy importante para él.

-         Gracias hijo  --  le dijo  --   Y déjame decirte que sí tienes el derecho a pedir explicaciones y ambos sabemos por qué lo digo, pero te aseguro que Giulian está terriblemente equivocado y que tal y como dijo Sam yo sí la amo, pero del mismo modo que te amo a ti, a Gail o a Danny.
-         Bien, pero lo importante ahora y no quiero decir con esto que tú no lo seas, es la nena, porque estoy tan seguro como que te estoy viendo, que eso que dijo es una enorme mentira y apuesto mi Gwialen a que ahora está sintiéndose miserable.
-         Lo sé Mael, pero la conozco y lo mejor será esperar a mañana cuando esté más tranquila para conversar con calma y aclarar todo este horroroso lío.
-         Dudo que Danny vaya a esperar a mañana, si es necesario montará guardia en su habitación hasta que aparezca.
-         De acuerdo  --  dijo Iván con un suspiro de resignación  --  me encargaré de Danny
-         No, eso puedo hacerlo yo, tú no estás en condiciones de razonar con ese cabeza dura en este momento  --  le dijo él  --  date un baño e intenta dormir
-         ¿Estás seguro?
-         Claro, si se pone muy necio le doy un buen golpe y asunto concluido  --  le dijo sonriendo
-         Gracias
-         Pero voy a pedirte algo
-         ¿Sí?
-         ¿Puedo romperle el alma a Giulian?
-         Mael  --  dijo Iván en tono admonitorio
-         De acuerdo, no lo haré pero se lo merece y alguien debería hacerlo alguna vez.

Will miró la hora y juzgó que ya todos estarían en sus habitaciones, de modo que era momento de regresar.

-         ¿Nos vamos?
-         ¿Por qué?
-         En principio porque no podemos pasarnos toda la noche en este lugar  --  le dijo él
-         No quiero volver
-         Pero tienes que hacerlo, no puedes huir todo el tiempo.
-         Lo sé, pero no quiero volver ahora, no me siento con ánimo para enfrentar a nadie en este momento.
-         Se preocuparan si no lo haces
-         No, no lo harán, saben que estoy contigo  --  y él elevó una ceja

Entendía que no quisiera enfrentar lo que le esperaba en ese momento, pero tal y como dijo no podía huir para siempre. Sin embargo, tomó una decisión.

-         Espérame un momento  --  le dijo mientras se ponía de pie, y ella asintió

Jonathan salió a todo correr y casi atropella a Peter y a Liz que venían llegando en ese momento.

-         ¡Ey, hombre!  --  exclamó Peter  --  ¿Y a ti qué te pasa?
-         Ahora no Peter  --  y siguió en su veloz carrera

Atravesó el jardín y ni siquiera prestó atención a los Krigers de la entrada cuando se cuadraron al verlo venir, sino que salió sin detener la carrera hasta detenerse sin aliento a las puertas del restaurant.

-         ¿Qué… sucede?  --  dijo tratando de recuperar el aliento  --  ¿Sam… está… bien?
-         Lo está, pero necesito tu ayuda  --  y Jonathan lo miró con extrañeza  --   No quiere volver.
-         ¿Qué?  Eso es ridículo, no puede…
-         Escúchame  --  lo interrumpió  --  está emocionalmente exhausta, así que necesito que canceles cualquier plan que tengas para hoy.
-         Esto tiene que ser una broma  --  dijo Jonathan después de los breves segundos que le tomó entender lo que le estaba diciendo su hermano
-         ¿Me ves riendo?
-         Will no puedes…
-         Bien, si no vas a ayudarme…
-         No he dicho que no pero… ¡Demonios!
-         ¿Debo suponer que eso es un sí?
-         De acuerdo, pero qué vas a decirle a mamá cuando…
-         Jonathan  --  dijo él con su media sonrisa característica  --  hace muchos años que nuestra madre no va  a arroparme en las noches, te lo aseguro.


Jonathan lo vio darle la espalda y entrar al local nuevamente, quedándose ahí sin saber qué hacer o qué pensar, pero tuvo que apartarse muy de prisa cuando lo vio que salía con Sam, y una vez que se alejaron él caminó en dirección contraria de vuelta al Castillo pensando que su hermano definitivamente había perdido el juicio y no quería ni imaginarse lo que le harían los gemelos si se enteraban de hacia dónde se dirigía.

2 comentarios:

  1. OMG! Por un momento crei la mentira de Sam y te juro q lloré ante el comentario de Mael con Ivan :p
    Nos leemos mañana xoxox

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  2. Buen día Keila...

    Bueno creo que algunos se lo creyeron, jeje...

    en cuanto a Mael, qué te puedo decir? ese chico es MARAVILLOSO :-D ♥♥♥... como resultará evidente aunque contradictorio, al lo largo de los otros libros notarás q lo AMO :-D...

    gracias Keila, nos leemos en el siguiente... kisses...

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