Samantha
había recorrido toda la gama de emociones en solo unos pocos segundos y en ese
momento estaba furiosa y desesperada.
-
¿Cómo puedes ser tan estúpido, Giulian
Cornwall? -- le preguntó con ira -- Si
hay algo que Iván no necesita, es utilizar sus poderes para que ninguna mujer
se enamore de él, porque simplemente es un ser maravilloso digno de ser amado
por lo que es -- cada una de las palabras de ella se le estaban
clavando dolorosamente en el corazón a Giulian pero a su juicio solo
confirmaban sus pensamientos -- Sí, amo a Iván con todo mi corazón -- y
el de Giulian estuvo a punto de partirse a la mitad -- pero
no como estás sugiriendo tan neciamente, lo amo como el padre que ha sido para
mí, y si eres tan imbécil para no notarlo y tan condenadamente idiota como para
pensar lo que estás pensando, entonces no te mereces ni su amistad ni el amor
que ambos sentimos por ti.
Las
lágrimas corrían por el rostro de Sam y a esas alturas más de uno de los
presentes quería hacer pedazos a Giulian, pero definitivamente hay sentimientos
que combinados pueden resultar sumamente peligrosos y llevarnos a cometer las
más absurdas tonterías.
-
Princesa, yo solo quise protegerte de lo
que él podía hacerte
-
¿Es que no me has estado escuchando? --
volvió a enfurecerse ella -- Yo no puedo amar a Iván como sugieres porque
a quien amo es a…
Todos
los corazones parecieron dejar de latir al mismo tiempo incluido el de ella, porque
una vez llegados a este punto no sabía qué decir y miró con desesperación a
Vlad, pero él tenía la misma expresión de horror que Giulian; Jonathan que
estaba unos pasos más atrás tenía la boca abierta; Danny que estaba hacia su
derecha, tenía la mano de Diandra cogida con tanta fuerza que estaba a punto de
triturársela, pero Gail, cuya curiosidad superaba al asombro, no pudo
mantenerse callado.
-
¿A quién?
-
… a Will
-- terminó ella
Si
todo lo anterior había estado a punto de ocasionar un paro cardíaco a los
presentes, está súbita, inesperada y absurda revelación casi lo consigue. El
aludido, que había estado mirando con atención a Iván y a Giulian, fue el primer sorprendido, abrió los ojos
desmesuradamente y giró la cabeza hacia Samantha, pero la expresión de asombro
solo le había durado una fracción de segundo y fue una suerte que todos estuviesen
tan estupefactos que tardaran unos segundos en procesar lo que acababan de
escuchar y girarse todos a mirarlo a él.
-
¿Will?
-- preguntaron las voces que
habían logrado abrirse paso del cerebro a la garganta
Esto
pareció activar el mecanismo de reacción, porque Will avanzó con paso decidido
hacia ella y Sam tuvo miedo de que la desmintiera, pues lo conocía bien y sabía
que era cruelmente sincero siempre.
-
Lamento si no aprueban la elección --
dijo mirando a Danny, Gail, Jonathan y Vlad que eran los que habían
dicho su nombre con extrañeza y luego miró a Iván -- No
se suponía que esto fuese así Iván, pero dadas las circunstancias espero poder
contar con tu aprobación, porque la otra opinión --
dijo mirando a Giulian con algo muy cercano al desprecio -- no
parece digna de tenerse en cuenta. Ahora si nos disculpan, creo que Samantha
necesita un poco de aire.
Dicho
esto, le tomó la mano y salieron del Salón. Apenas ellos lo habían abandonado,
éste casi se viene abajo con el estallido de la bomba que acababan de lanzar.
Todos parecían haber comenzado a hablar al mismo tiempo, pero con la misma
rapidez se hizo el silencio.
Danny
y Gail estaban preguntándose qué demonios había sido aquello, porque si de algo
estaban seguros era de que aquello no era verdad. Aderyn y Diandra tenían
expresión de profunda pena, Jonathan era un excelente Arzhaelí, pero en asuntos
del corazón era complemente inepto y se preguntaba en qué momento su silencioso
hermano se había hecho con el amor de Sam. Eve, a pesar de que se suponía que
conocía a Sam, se dejó engañar por aquella afirmación y miraba con dolor a
Mael, quien a su vez tenía una expresión impenetrable y deseaba con todas sus
fuerzas despedazar a Giulian. Vlad por su parte estaba muy confundido y se
preguntaba cómo había podido equivocarse tanto, al menos en un sentido,
mientras que Giulian estaba más allá de cualquier pensamiento coherente. Iván lo
miró con lágrimas en los ojos y dio un paso hacia él.
-
¿Qué has hecho Giulian?
Y
dicho esto abandonó el Salón mientras que Anne caía desplomada en brazos de Peter.
Aquella sería una noche que no olvidarían en mucho tiempo.
Will
había sacado a Sam de la casa pero juzgó más prudente, en previsión de que
cualquiera quisiese venir a pedir explicaciones que ella no estaba en
condiciones de dar por el momento, llevarla más lejos aún. De modo que
caminaron por el sendero hasta la entrada y abandonaron los terrenos del
castillo. Caminaron por la ciudadela durante un rato y cuando él vio que ella
ya no lloraba tanto, la dirigió hacia un restaurant cercano. Sabía que ella no
comería nada, de modo que solo pidió té.
-
¿Más tranquila?
-
Perdóname Will, no debí involucrarte en
esto. Entiendo si estás molesto…
-
No estoy molesto -- la
interrumpió él -- sorprendido tal vez pero no molesto.
-
¿Sorprendido?
-
Sí, me sorprende tu elección de “escudo”,
habría esperado que te decidieras por alguien como Lebedev, pero en ausencia de
éste y dada la urgencia, Berserker habría resultado más aceptable para todos.
-
¿Mael? Nadie me habría creído Will -- dijo
ella asombrada -- todos saben que Mael y yo nos queremos como
hermanos
Will
la miró un momento y se preguntó cómo alguien que exhibía una inteligencia como
la de ella podía estar tan ciega. Sin embargo, descartó eso por irrelevante en
ese momento y se dedicó a lo que tenían entre manos, porque el asunto ya estaba
hecho.
-
No te preocupes Will --
dijo ella mal interpretando su ceño
-- Deja que pase esta noche y
mañana hablaré con ellos y aclararé todo este lío.
-
¿Y puedo preguntar qué piensas
decir? -- pero ella guardó silencio antes de responder
-
Aun no lo sé pero…
-
Lo imaginé --
volvió a interrumpirla -- Dime una cosa
-- y ella levantó la mirada --
¿Recuerdas en primer lugar por qué dijiste esto? Porque si no entendí
mal, fue por la sarta de estupideces que estaba diciendo Cornwall -- y
los ojos de Sam volvieron a ensombrecerse
-- En mi opinión y sé que eso no
importa mucho…
-
Bien, en mi opinión ni siquiera tendrías
por qué darle explicaciones, si él es un tarado es su problema y no el tuyo,
pero ya que estamos ¿qué crees que sucederá si mañana vas y le dices que todo
era mentira?
-
No lo sé, tal vez…
-
Yo te diré lo que sucederá, él muy necio
seguirá pensando lo mismo y finalmente ocurrirá una tragedia, porque por mucha
paciencia que tenga Iván, Cornwall es perfectamente capaz de agotársela a
cualquiera
Samantha
se sintió horrorizada ante sus palabras, como siempre expuestas con la mayor
crudeza, pero tuvo que reconocer que no le faltaba razón.
-
Bueno ya se me ocurrirá algo, no quiero
que te veas involucrado…
-
Demasiado tarde Samantha, ya lo estoy. De
modo que si quieres escucharme, tal vez mi idea sea más acertada -- y
ella asintió, porque después de todo Will había demostrado ser un individuo
inteligente -- Bien, dejaremos las cosas como están y cuando
pase un tiempo prudencial, “romperemos” el compromiso, puedes decir lo que
quieras y te lo creerán porque yo no lo desmentiré, y en cualquier caso todos
saben que soy un individuo poco agradable.
-
Eso no es cierto --
dijo ella estirando una mano y sujetando la de él --
eres una gran persona Will
-
No es necesario engañarnos y las muestras
de afecto puedes dejarlas para cuando sean necesarias --
dijo él retirando su mano
Sam
sintió el repentino deseo de golpearlo y se preguntó cómo era posible que un
minuto fuera comprensivo y casi cariñoso, y al siguiente seco y antipático,
pero mientras ella pensaba eso él tenía su usual media sonrisa.
-
Te lo dije, no soy un sujeto agradable
Sam se
sintió avergonzada, porque no era necesario tener la habilidad de penetrar sus
pensamientos, ya que su cara reflejaba de manera muy clara lo que estaba
pensando.
Entre
tanto en el Castillo nadie había sido capaz de cenar, los únicos que estaban en
el Comedor eran Aderyn, Di, Danny y Gail pero no precisamente comiendo, sino
discutiendo lo que había sucedido.
-
No me puedo creer aún que Giulian haya
dado semejante espectáculo -- estaba diciendo Aderyn
-
Yo lo que no puedo creer es que Sam haya
dicho una mentira de ese calibre -- dijo Danny
-
¿Y por qué habría de ser mentira? --
preguntó Diandra
Y si
había dicho aquello no era porque ella lo creyera, sino por solidaridad con su amiga,
y tanto Aderyn como ella pensaban que iba a necesitarla y mucho.
-
¡Vamos Di! ¿Will? --
dijo Danny -- Ni siquiera estoy muy seguro de que se entere
que el resto del mundo existe
-
¡Oye!
-- protestó Aderyn
-
Disculpa Aderyn, no tengo nada en contra
de tu hermano y estoy seguro que es una excelente persona pero de ahí a
enamorar a Sam, hay una enorme distancia.
-
Pues yo no veo que sea tan extraño,
después de todo Sam se la pasaba metida en la Biblioteca ¿recuerdan?
Gail
era el único que no estaba participando en la conversación por extraño que
parezca, pero es que su mente intentaba encontrar la pieza que le faltaba en
aquel rompecabezas.
Los
adultos por su parte se habían encerrado en sus habitaciones. Peter, una vez
que Anne había recuperado el conocimiento tuvo que hacer grandes esfuerzos para
calmarla, porque quería salir a buscar a Will y hablar con él. A pesar de que Anne era una excelente madre,
estaba consciente de que en su afán por respetar el aislamiento de su hijo,
parecía que se habían perdido muchas cosas importantes, y la verdad es que no
tenía ni idea de cuántas. Sin embargo, Peter logró hacer que se calmara y la
convenció de que lo mejor era esperar hasta el día siguiente, y si él no venía
a decir nada entonces ellos hablarían con él. Aunque también le hizo notar que
Will hacía mucho tiempo que había dejado de ser un niño, era un hombre de
veintiséis años y no tenía que rendirle cuentas a nadie.
Eve no
había parado de llorar en todo el tiempo que llevaban en su habitación y Vlad
estaba muy lejos de poder consolarla, porque estaba lidiando con sus propios
sentimientos y con los de su hermano que parecía haber enloquecido. Eve se
había dejado engañar por todo lo que había escuchado. Primero, por la acusación
de Giulian en relación a los sentimientos de Iván por Sam y aquello le producía
un dolor enorme, porque siempre creyó que Iván no sería capaz de amar a nadie
más en su vida, y aunque ella habría dado la suya para que él fuese feliz de
nuevo, pensar que se había enamorado de Sam le parecía una locura aun mayor que
no amar a nadie. Sin embargo, ella se rindió ante lo que consideró hechos.
Aquel especial apego de Iván por Sam, su constante preocupación por ella,
desechó lo de los celos porque Iván era demasiado controlado para eso, y si
había podido mantener en secreto su amor por Sam, ciertamente era capaz de
mantener bajo control sus celos, además de que Iván era de la clase que amaba
tanto que si Sam escogía a otra persona, él se daría por satisfecho solo por
verla feliz. Y lo que le dolía era justamente eso, que ella no pudiese amarlo
sino como un padre tal y como lo había dicho hacía un momento, lo que la hizo
sentir un dolor muy grande al pensar que su hermano definitivamente no tenía
suerte en el amor.
Los
pensamientos de Vlad en cambio iban en otra dirección. Ya Giulian y él habían
hablado de aquello cuando Iván estuvo herido y no entendía cómo su hermano
había sido capaz de decir tantas idioteces juntas. Por empezar, era él quien
primero había sustentado la teoría de que Sam estuviese enamorada de Iván, de
manera que ya de por sí era absurdo que ahora acusara a Iván de haberla
manipulado para ello. Y segundo, él le había hecho entender, o al menos eso
había creído, que Iván nunca amaría a ninguna otra mujer que no fuese Ángela. Y
volviendo con Sam, él había llegado a tener sus dudas, no olvidaba la actitud
que Sam había estado manifestando hacia Iván y llegó plantearse la posibilidad,
pero esta nunca incluía al mismo Iván. Sin embargo, había quedado claro que o
no era así o se estaba esforzando en ocultarlo, porque para ella tampoco era un
secreto que Iván seguía amando a Ángela, porque el mismo lo había dicho en una
oportunidad estando todos presentes. No obstante, había aun otra posibilidad, y
era que el destinatario de su amor fuese otro a quien no le interesaba que se
enterase. Y en cualquier caso, Will McKenzie le parecía el menos indicado. Pero
aunque la situación de Sam fuere cual fuese le preocupaba mucho, más lo
preocupaba el propio Iván. Todo lo que había dicho Giulian, Vlad estaba seguro
que lo había herido mucho y sin ninguna necesidad, y aunque estaba igualmente
seguro que Iván mañana le diría que lo entendía y que Giulian siempre había
sido volátil y con tendencia a decir estupideces, nada borraría el dolor que le
habían producido sus palabras. Y por último estaba el mismo Giulian, a quien le
provocaba golpear hasta dejarlo inconsciente por varias razones, pero dudaba
que su hermano estuviese en capacidad de entender ninguna por el momento.
La
mente del susodicho en aquel momento era un caos total y absoluto, nadie habría
podido sacar ni un solo pensamiento en claro y se movía por puro instinto, ya
que era muy improbable que supiese ni siquiera dónde estaba.
Y en
el caso del pobre Iván que más que Samantha, era la víctima en todo este horroroso
lío, se había sentado con la cabeza entre las manos preguntándose cómo era que
había sucedido todo aquello y si de algún modo él había contribuido a ello.
Estaba seriamente preocupado por la salud mental de Giulian, porque solo
habiendo perdido juicio podría justificar que hubiese dicho todo lo que le
dijo, y estaba más preocupado aún por Sam. Amaba a aquella niña con locura pero
tal y como ella había dicho, como a una hija, de eso estaba seguro. De modo que
se reprochaba a sí mismo si en algún momento había enviado una señal equivocada
en ese sentido. Pero fuera como fuere, la enorme estupidez de Giulian había
empujado a Sam a decir lo que había dicho y él estaba igualmente seguro que Sam
estaba muy lejos de amar a Will
McKenzie, es que aunque se lo jurara él no lo creería, porque no era esa clase
de amor lo que veía en sus ojos. Ahora tendrían que ocuparse de arreglar aquel
desastre antes de que la culpa comenzara a matar a Sam.
Un
golpe en la puerta lo sacó de sus pensamientos y aunque en realidad no quería
ver a nadie, la identidad de la persona que estaba al otro lado lo obligaba a
atenderlo. De modo que levantó su mano haciendo que la puerta se abriese.
-
Si no deseas hablar ahora lo
entenderé -- dijo Mael al entrar
-
No te mentiré diciéndote que es mi mejor
momento pero puedo escucharte -- le dijo
-
Primero que nada quiero que sepas que
considero a Giulian el mayor de los imbéciles si después de tantos años
conociéndote ha sido capaz de decir todo lo que ha dicho. Aun suponiendo que
fuese cierto que realmente te hubieses enamorado de Samantha y ella te
correspondiese, yo sería el primero en alegrarme, porque no conozco a nadie más
digno que tú -- dijo el chico
Iván
sintió varias cosas al mismo tiempo al escucharlo, porque si había alguien que
sabía bien lo que Mael sentía por Samantha y aunque le había costado aceptarlo,
era él. De modo que se necesitaba mucho valor, lealtad y un amor excepcional
para decir lo que él estaba diciendo en aquel momento.
-
Mael…
-
No he venido a pedirte explicaciones, a
las que en cualquier caso no tengo derecho
-- lo interrumpió él --
solo quería que supieras que cuentas con mi apoyo y mi lealtad,
porque aunque no eres mi padre yo te
quiero como si lo fueras, no solo me diste un hogar y protección cuando la
necesité, sino que me has dado tu apoyo, tus consejos y tu amor.
Iván
renunció a las palabras y borrando la distancia que los separaba abrazó al
chico. Él amaba a los gemelos y a Mael del mismo modo que amaba a Gail, aunque
los demás no lo creyesen y a pesar de que sabía que ellos lo querían, escucharlo
expresárselo de aquella forma tenía por fuerza que ser algo muy importante para
él.
-
Gracias hijo -- le
dijo --
Y déjame decirte que sí tienes el derecho a pedir explicaciones y ambos
sabemos por qué lo digo, pero te aseguro que Giulian está terriblemente
equivocado y que tal y como dijo Sam yo sí la amo, pero del mismo modo que te
amo a ti, a Gail o a Danny.
-
Bien, pero lo importante ahora y no
quiero decir con esto que tú no lo seas, es la nena, porque estoy tan seguro
como que te estoy viendo, que eso que dijo es una enorme mentira y apuesto mi
Gwialen a que ahora está sintiéndose miserable.
-
Lo sé Mael, pero la conozco y lo mejor
será esperar a mañana cuando esté más tranquila para conversar con calma y
aclarar todo este horroroso lío.
-
Dudo que Danny vaya a esperar a mañana,
si es necesario montará guardia en su habitación hasta que aparezca.
-
De acuerdo --
dijo Iván con un suspiro de resignación
-- me encargaré de Danny
-
No, eso puedo hacerlo yo, tú no estás en
condiciones de razonar con ese cabeza dura en este momento -- le
dijo él -- date un baño e intenta dormir
-
¿Estás seguro?
-
Claro, si se pone muy necio le doy un
buen golpe y asunto concluido -- le dijo sonriendo
-
Gracias
-
Pero voy a pedirte algo
-
¿Sí?
-
¿Puedo romperle el alma a Giulian?
-
Mael
-- dijo Iván en tono admonitorio
-
De acuerdo, no lo haré pero se lo merece
y alguien debería hacerlo alguna vez.
Will
miró la hora y juzgó que ya todos estarían en sus habitaciones, de modo que era
momento de regresar.
-
¿Nos vamos?
-
¿Por qué?
-
En principio porque no podemos pasarnos
toda la noche en este lugar -- le dijo él
-
No quiero volver
-
Pero tienes que hacerlo, no puedes huir
todo el tiempo.
-
Lo sé, pero no quiero volver ahora, no me
siento con ánimo para enfrentar a nadie en este momento.
-
Se preocuparan si no lo haces
-
No, no lo harán, saben que estoy
contigo -- y él elevó una ceja
Entendía
que no quisiera enfrentar lo que le esperaba en ese momento, pero tal y como
dijo no podía huir para siempre. Sin embargo, tomó una decisión.
-
Espérame un momento -- le
dijo mientras se ponía de pie, y ella asintió
Jonathan
salió a todo correr y casi atropella a Peter y a Liz que venían llegando en ese
momento.
-
¡Ey, hombre! --
exclamó Peter -- ¿Y a ti qué te pasa?
-
Ahora no Peter -- y
siguió en su veloz carrera
Atravesó
el jardín y ni siquiera prestó atención a los Krigers de la entrada cuando se
cuadraron al verlo venir, sino que salió sin detener la carrera hasta detenerse
sin aliento a las puertas del restaurant.
-
¿Qué… sucede? --
dijo tratando de recuperar el aliento
-- ¿Sam… está… bien?
-
Lo está, pero necesito tu ayuda -- y
Jonathan lo miró con extrañeza -- No quiere volver.
-
¿Qué?
Eso es ridículo, no puede…
-
Escúchame
-- lo interrumpió -- está
emocionalmente exhausta, así que necesito que canceles cualquier plan que
tengas para hoy.
-
Esto tiene que ser una broma --
dijo Jonathan después de los breves segundos que le tomó entender lo que
le estaba diciendo su hermano
-
¿Me ves riendo?
-
Will no puedes…
-
Bien, si no vas a ayudarme…
-
No he dicho que no pero… ¡Demonios!
-
¿Debo suponer que eso es un sí?
-
De acuerdo, pero qué vas a decirle a mamá
cuando…
-
Jonathan
-- dijo él con su media sonrisa
característica -- hace muchos años que nuestra madre no va a arroparme en las noches, te lo aseguro.
Jonathan
lo vio darle la espalda y entrar al local nuevamente, quedándose ahí sin saber
qué hacer o qué pensar, pero tuvo que apartarse muy de prisa cuando lo vio que
salía con Sam, y una vez que se alejaron él caminó en dirección contraria de
vuelta al Castillo pensando que su hermano definitivamente había perdido el
juicio y no quería ni imaginarse lo que le harían los gemelos si se enteraban
de hacia dónde se dirigía.
OMG! Por un momento crei la mentira de Sam y te juro q lloré ante el comentario de Mael con Ivan :p
ResponderEliminarNos leemos mañana xoxox
Buen día Keila...
ResponderEliminarBueno creo que algunos se lo creyeron, jeje...
en cuanto a Mael, qué te puedo decir? ese chico es MARAVILLOSO :-D ♥♥♥... como resultará evidente aunque contradictorio, al lo largo de los otros libros notarás q lo AMO :-D...
gracias Keila, nos leemos en el siguiente... kisses...