Cuando
Sam despertó ese día, su consciencia estaba más clara y recordaba todo. Giró la
cabeza y vio a Will de pie al lado de la cama.
-
¿Cómo te sientes?
-
Como si me hubiesen apaleado, lo que
técnicamente sucedió ¿no? -- dijo ella
-
Vaya, me alegra que estés de ánimo para
bromear
Ella
lo miró durante unos segundos y notó varias cosas, entre ellas que el chico
tenía profundas ojeras y se sintió terriblemente culpable, porque dado que su
memoria estaba en pleno funcionamiento recordó que las veces que había
despertado, lo había visto allí. Lo que la hizo plantearse otras preguntas.
-
¿Cuánto tiempo llevo aquí?
-
Dos días
-- le dijo él
-
¿Danny y los demás están bien?
-
Sí, lo están -- vio
la extrañeza en los ojos de ella y supo cuál sería la siguiente pregunta
-
¿Por qué no los he visto?
-
Están detenidos --
Will tenía muchas cosas buenas pero la delicadeza no era una de ellas,
siempre decía las cosas en forma concisa, directa y ajustado a lo que se le
preguntaba, nunca más ni menos
-
¿Por qué?
-
Según entiendo, por desobedecer las
órdenes que se le dieron
Sam no
tenía idea de a qué órdenes se estaba refiriendo Will y como no se lo dijo,
asumió que no lo sabía, de modo que pasó a otro asunto.
-
¿Y los demás?
-
Define “demás” -- y
Sam frunció el ceño
-
Iván, Giulian, Eve…
-
Todos con excepción de Eve, incluidos mis
dos hermanos, están detenidos también
-
¿Por qué?
-- preguntó ella abriendo mucho
los ojos
-
Por irrumpir sin autorización en la Sala
de Juntas durante una reunión y por agredir a un Arzhaelí.
Ella
no tuvo ningún inconveniente en imaginar el asunto, lo que no podía creer era
que todos hubiesen hecho semejante barbaridad.
-
¿Iván también? --
preguntó para asegurarse
-
Sí, Iván también
-
¡Por todos los cielos! --
exclamó -- No puedo creerlo.
Pero
siendo que no era una pregunta, Will no dijo nada. Sam pensó una gran cantidad
de cosas y de nuevo volvió a sentirse culpable, aunque en realidad no lo era.
Hizo intento por levantarse pero Will se lo impidió.
-
No puedes levantarte aún.
-
¿Por qué?
-- dijo mirándolo mal -- Ya
me siento bien
-
Me alegra saberlo pero hasta que Alan no
disponga lo contrario, debes permanecer en la cama
-
Will, te agradezco mucho tu preocupación
y cuidados, sé que has estado aquí todo el tiempo pero no eres mi padre, así
que…
-
Estoy consciente del hecho obvio de no
ser tu padre, señorita, pero igual no vas a levantarte
A
pesar de que Sam realmente estaba muy agradecida con él, no pensaba quedarse
allí mientras todos estaban detenidos y lamentó tener que hacer lo que iba a
hacer. Sin embargo, no contó con el hecho de que no se las estaba viendo con
ningún muchachito al que pudiese manejar con facilidad, Will McKenzie era un
hombre de veintiséis años y con una habilidad e instinto como pocos. De manera
que antes de que la idea terminase de formarse en su cabeza, se vio sujeta a la
cama sin poder moverse.
-
Lamento tener que hacerlo de este modo
pero tú me obligaste. Y ahora que tengo tu atención, sugiero que me
escuches -- le dijo y apoyó ambas manos a los lados de su
cabeza -- Nos diste un enorme susto, llevo tres noches
sin dormir preguntándome si tendrías la fuerza suficiente para salir de esto. Y
de no ser así, probablemente sería yo quien estuviese en una celda por haber
querido hacer lo que hicieron los demás, con la diferencia de que yo sí habría
matado al infeliz. De modo que tú te quedaras exactamente donde estás señorita
Douglas, así tenga que recurrir a medios tan poco delicados como este ¿Me he
expresado con claridad?
Después
de escucharlo, a Sam se le pasó la ira que había sentido al sentir que no podía
moverse y de pronto comenzó a llorar. Will había esperado que reaccionara
exhibiendo su habitual terquedad, pero en ningún caso que lo hiciera de aquella
forma y se maldijo considerando por primera vez que podía haber resultado muy
duro con ella. De modo que soltó la sujeción y la abrazó dejando que llorase
todo cuanto quisiese, aunque aquello lo hacía sentir miserable.
-
Lo siento Will --
dijo ella después que se calmó un poco y él se apartó -- En
verdad estoy agradecida y lamento que te hayas preocupado tanto, pero es que no
puedo quedarme aquí mientras todos están detenidos, yo…
-
¿Tú qué exactamente? --
preguntó él
Y
realmente no había una respuesta para eso, Sam se dio cuenta que aunque pudiese
levantarse e ir hasta donde estaban ellos, nada podría hacer. De manera que
poco a poco fue recuperando la calma. Un poco más tarde llegaron Eve y Anne en
compañía de Peter, y fiel a su costumbre Will caminó hacia la puerta pero en
esta ocasión Sam lo detuvo.
-
¿Dónde crees que vas? -- los
demás voltearon con extrañeza
Will
llevaba tanto tiempo ejerciendo el arte de pasar desapercibido, que ya casi
nadie reparaba en su presencia, así que casi lo miraron con asombro cuando
tenía la puerta a medio abrir.
-
Debo alimentarme Samantha
-
¡Oh, claro! Lo lamento Will --
dijo ella enrojeciendo y algo parecido a una sonrisa apareció en los
labios de él -- ¿Deseas algo?
-
No gracias
El
matrimonio McKenzie cruzó una mirada de franca extrañeza, y en el caso de Eve
tenía una de asombro, porque no recordaba haber escuchado decir más de tres o
cuatro palabras a aquel individuo en todo el tiempo que llevaban compartiendo.
No obstante, nadie dijo nada y después de la partida de Will se dedicaron a
hablar con Sam y a expresar su alegría de que estuviese mejor. Sam a su vez se
interesó por Brendan y por saber cómo estaban los demás.
-
Los chicos salen en un par de días,
mientras que los demás deben pasar más tiempo
-- informó Eve.
A
pesar de que Sam se sentía bien, Alan dijo que debía permanecer en el Hospital
unos días más, y no deseando causar más problemas ella obedeció sin protestar.
Durante esos días Will siguió a su lado y desaparecía a la hora en que sabía
que llegarían las visitas, de modo que aquel día no fue la excepción.
-
¿Ya te marchas? --
preguntó ella
-
En un momento llegará Eve --
dijo él
-
¿Por qué te molesta tanto la gente?
-
No me molesta pero no veo razón para que
te asfixies con tantas personas a tu alrededor
-- y antes de salir se
volvió para hacer la pregunta usual --
¿Deseas algo?
-
Solo una cosa -- él
la miró y elevó una ceja, normalmente ella no pedía nunca nada aunque él
siempre le llevaba algo
-
¿Y bien?
-
Que regreses
-
Siempre lo hago -- le
dijo con su acostumbrado asomo de sonrisa
Después
que se marchó Sam se recostó en las almohadas y cerró los ojos. Los chicos
salían al día siguiente y Alan le había dicho que ella podría hacerlo el fin de
semana. Se preguntó si tendría que ir de allí directo a la Sede o no y se dijo
que debía preguntárselo a Eve. Giró la cabeza cuando escuchó la puerta
esperando ver entrar a Eve en compañía
de los McKenzie, pero se trataba de otra persona.
-
¡Casander! -- él
había sido otro gran ausente durante su estancia en el hospital
-
Hola Sam
-- la saludó --
¿Cómo te sientes?
-
Bien ¿y tú cómo has estado?
-
Lamento no haber venido antes -- se
excusó él -- pero estuve aquí el primer
día y…
Aunque
suspendió lo que estaba a punto de decir, Sam no tuvo dificultad alguna en ver
de qué se trataba. Casander había ido a verla en cuanto se había enterado de su
ingreso al Hospital, pero al ver las condiciones en las que había quedado se
había negado a verla de nuevo. Sin embargo, ella fue lo bastante generosa como
para no hacer referencia al asunto.
-
Descuida, sé que en estas fechas debes estar
muy ocupado con los exámenes finales
-- le dijo
-
Sí, pero me alegra saber que ya estás
bien
Él se
quedó un poco más, hasta que llegaron Eve y los McKenzie, luego de lo cual se
despidió y se marchó. Eve se preguntaba qué habría sucedido con ellos, porque
durante un tiempo pensó que Sam realmente estaba interesada en Casander y era
evidente que él sí lo estaba en ella, pero aparentemente aquello parecía no
haber funcionado.
Unos
minutos después que Eve y los McKenzie se marcharon, llegó Will de nuevo con el
acostumbrado trozo de pastel de chocolate y un libro. Sam se comió el pastel
mientras conversaban y luego pidió ver el libro que había llevado él ese día.
Los libros que solía llevar en realidad no era para que ella leyese, porque se
suponía que no debía esforzar la vista aún, de modo que si le interesaban, él
le leía un rato antes de que ella se durmiese y luego él continuaba con la
lectura, porque Will McKenzie no volvió a dormir en su cama hasta el día que
Sam salió del Hospital.
Alrededor
de las tres de la mañana, Will suspendió repentinamente la lectura porque
escuchó que Sam se quejaba, se acercó a la cama y notó que ella debía tener una
pesadilla, porque se agitaba y se quejaba con los ojos cerrados. La tomó por
los hombros y la sacudió.
-
¡Samantha! Samantha despierta --
ella abrió los ojos y lo miró asustada
-- Tranquila, solo era una
pesadilla
-
Danny… Giulian… --
decía ella
-
Tranquila, ellos están bien -- y
con paciencia intentó tranquilizarla atrayéndola hacia su pecho y acariciando
sus cabellos
Angmar
hacía su recorrido por las habitaciones y cuando abrió la puerta de la
habitación donde estaba Sam, vio la escena y volvió a cerrar discretamente,
pero mientras se alejaba se preguntó si aún Giulian no se habría dado cuenta y
decidió que seguramente no, porque sino aquel individuo no estaría entero.
Sam
despertó muy temprano y como de costumbre no recordaba lo que había estado
soñando. Se incorporó en la cama y Will la ayudó a levantarse acompañándola
hasta la puerta del baño.
-
Bien hasta aquí llego yo, a menos que
necesites ayuda -- dijo con una mirada burlona
-
¡Will McKenzie! ¡No lo puedo creer! --
exclamó ella -- ¿Estás haciendo una broma?
-
Cualquiera que te escuchase pensaría que
soy un ogro
-
No, pero estás bastante cerca -- dijo ella en el mismo tono
Hacia
las diez de la mañana Will dijo que se marcharía, cosa que extrañó a Sam pero
él le dijo que los chicos no tardaban en venir, porque había escuchado que su
padre decía que saldrían a primera hora. Y en efecto, aproximadamente media
hora después de que Will se marchase, Sam era abrazada y besada por su hermano
y sus amigos. Estaban realmente contentos y aliviados de verla bien,después de
cómo la habían visto.
-
Entiendo entonces que ellos no pudiesen
venir pero ¿y ustedes? -- dijo Sam luego de los saludos y de enterarse
que las chicas no habían estado detenidas, porque hasta ese momento ella
pensaba que todos lo estaban
-
No nos dejaban salir Sam --
dijo Diandra
-
¿Por qué?
-
Porque hasta hoy es que estamos oficialmente
de vacaciones -- informó Aderyn -- de no ser así probablemente estos
caballeros habrían permanecido más tiempo guardados.
-
¿Cómo están los demás? --
preguntó
-
Bien
-- dijo Danny --
Iván ya sabes, todo se lo toma con filosofía, Peter soportando las
furiosas diatribas de Liz cada vez que va a verlo; los gemelos y Jonathan de un
humor criminal, y en el caso de los gemelos no dejan de molestar a Garlan y el
susodicho ya mejor de la paliza que recibió, lo cual es una pena.
-
¡Danny!
-
No me dirás ahora que sientes compasión
por el infeliz ese -- dijo Gail
-
No es eso pero solo hacía su trabajo --
dijo ella
-
Si hubiese sido así no habría terminado
en una celda nena -- sentenció Mael
Los
chicos le informaron también que antes de salir, Eowaz les había dicho que
todos los aspirantes ya habían rendido su informe acerca de la actividad final
y solo faltaban ellos que tendrían que hacerlo el lunes en la mañana cuando ya
Sam estuviese de alta. Y además, que la ceremonia de juramentación tendría
lugar en dos semanas.
Durante
ese día y el siguiente, los chicos estuvieron entrando y saliendo durante todo
el día con excepción de Mael que no se movió de allí, razón por la cual Will no
volvió hasta la noche cuando ya todos se habían marchado.
-
Vaya, pensé que ya no vendrías --
dijo ella
-
¿Tuviste oportunidad de echarme de menos
con tanta compañía?
-
Por si no lo ha notado señor McKenzie,
ninguno de ellos es usted -- dijo ella
-
Me pregunto si eso será malo o será
bueno --
y ella le lanzó la servilleta llena de chocolate --
Gracias, pero no me agrada mucho el chocolate
-
¡Tonto!
Dos
días después Sam volvía a casa y después de ver a Brendan, lo primero que quiso
hacer fue ir a ver a los Arzhaelíes. Le causó mucho dolor verlos allí
encerrados y volvió a sentirse culpable, pero ellos le aseguraron que no tenía
por qué.
El
lunes a primera hora se presentaron a la Sede para rendir su informe y Eowaz se
mostró interesado en un par de cosas en particular.
-
Samantha ¿qué conjuro empleaste para
atacar a los Schrat?
-
Uno normal para repeler señor
-
¿Estás segura?
-
Sí señor
-- dijo ella con extrañeza --
¿Por qué?
-
Porque según los instructores, todas los
atacaron pero el tuyo fue el único que logró herirlos --
dijo él
-
¿Y sabemos por qué?
-
Me temo que aún no -- le
dijo con sinceridad
-
Pero es un buen asunto ¿no? --
dijo Gail
-
Sin duda lo es --
reconoció Eowaz y luego miró a Mael
-- Tengo entendido que estuviste
a punto de transformarte.
-
Así es señor
-
Bien, pero no lo hiciste y eso es un gran
logro
-
Que no me pertenece --
dijo él avergonzado
-
¿A qué te refieres?
-
Fue Sam quien detuvo mi
transformación -- dijo el chico
-
Mael, la transformación de un Licántropo
no puede detenerla nadie, solo él mismo.
-
Pero si ella no me lo hubiese pedido no
lo habría hecho -- reconoció él
-
Aun así es un gran paso Mael -- le
dijo Eowaz admirando la honestidad del chico
-- Cuando un Licántropo está en
el proceso de transformación, su parte racional queda relegada y la irracional
toma el control. De modo que el hecho de que hayas logrado dominarla es un gran
avance, porque con la práctica lograrás tener absoluto dominio y tus emociones
no serán el desencadenante de una transformación, sino que será algo plenamente
consciente.
Después
de un breve silencio, Eowaz miro de nuevo a Sam
-
Lamento mucho lo ocurrido Samantha, pero
debo felicitarte, porque según el mismo Garlan mostraste en todo momento una
resistencia muy superior a la que podríamos haber esperado de alguien tan
joven.
-
Gracias señor
-
Muy bien jóvenes -- les
dijo --
Mis felicitaciones a todos, han finalizado su entrenamiento con éxito y
no esperaba menos de ustedes. Una vez que ingresen al Cuerpo, saben que
seguirán recibiendo entrenamiento, pero ahora con otros instructores. Por lo
pronto, tienen dos semanas libres antes de la ceremonia de juramentación.
Los
chicos salieron muy contentos, pasaron a darle las buenas nuevas a los
Arzhaelíes y luego fueron a casa.
Brendan
ya tenía siete meses y era tan inquieto que Eve se estaba planteando amarrarlo.
Kobil y Willow habían sido traídos a Arx y ambos ayudaban mucho en el cuidado
del pequeño Brendan, sobre todo cuando Eve debía trabajar, pero también tenían
a una chica que era una especie de institutriz aunque no le había podido
enseñar gran cosa aún al pequeño. Sin embargo, ya Brendan decía tres palabras: mamá, papá y no. Esta última para
exasperación de Eve, era la que utilizaba con mayor frecuencia, y otra cosa era
que el niño no podía distinguir entre su padre y su tío, de modo que los
llamaba papá a ambos, pero como
decían todos, si nadie podía distinguir a esos individuos mucho menos un bebe.
Los
Arzhaelíes finalmente fueron liberados pero como Eowaz no les había avisado
cuándo sucedería, el jubiloso grito de alegría que lanzaron todos al verlos
llegar a la hora de la comida fue ensordecedor. Sam se levantó y corrió a los
brazos de Iván en primer lugar para gran consternación de Giulian, aunque luego
saludó igualmente emocionada a los demás, con lo que Giulian se quedó un poco
más tranquilo. Pero ese día no estaba destinado a ser un día feliz para él. Sam
pasó toda esa tarde literalmente en brazos de Iván y cada vez Giulian intentó
hablar o acercarse a ella, estaba con Iván.
A
final del día poco antes de la cena, explotó lo que llevaba tanto tiempo
acumulándose en el interior del gemelo.
-
Princesa
-- dijo acercándose a ella --
¿Podemos hablar un momento?
-
Después Giulian, ahora estoy hablando con
Iván
-
¡Llevas toda la maldita tarde hablando
con Iván! -- exclamó quizá más alto de lo que pretendía
originalmente -- ¿Podrías dedicarme un minuto?
-
¡Giulian!
-- exclamó a su vez Iván
poniéndose de pie
-
¡Cállate, no estoy hablando contigo!
-
Pero yo sí lo estoy haciendo contigo --
dijo él en un peligroso tono que por su calma resultaba más
amenazante -- Acompáñame
-- y no era una amable
invitación, sino una orden
Todos
en el Salón estaban en estupefacto silencio pero Vlad se preparó para
intervenir, porque conocía mejor que nadie a su hermano y aparte de eso estaba
sintiendo su ira como si fuese propia.
-
No pienso ir a ningún lugar contigo, todo
lo que quiero es…
-
He dicho que me acompañes -- y
lo sujetó por un brazo
Iván
rara vez utilizaba su fuerza que no era poca dada su condición, con ninguno de
sus amigos, pero en aquella ocasión era urgente sacar a Giulian de escena y tener
una seria conversación con él. Sin embargo, Giulian nunca hacía las cosas
fáciles y si estaba furioso mucho menos.
-
¿Para qué quieres sacarme de aquí? --
preguntó -- ¿Para decirme en privado lo que no tienes el
valor de decir en público?
-
Giulian basta
-
Vamos Natchzhrer --
siguió él -- Ten el valor de decirle
a todo el mundo que te has enamorado de Samantha y más aún, probablemente has
utilizado tu poder para que ella crea que siente lo mismo
Anne
se llevó las manos al pecho y la boca y tuvo que ser sujetada por Peter. Aderyn
y Diandra se miraron con consternación; Danny y Gail cerraron los ojos, porque
ellos pensaban algo similar aunque sin los añadidos que Giulian había
mencionado. Eve no solo estaba atónita, sino que se preguntaba cómo había
sucedido todo aquello. Mientras que Mael y Will se preguntaban cómo alguien
podía equivocarse tanto en la vida.
-
Deja de decir estupideces Giulian --
intervino Vlad con más calma de la que cabía esperar
Y para
buena fortuna de su gemelo lo separó de Iván, porque de lo contrario las cosas
habrían podido ponerse mucho peor, ya que la mirada de Iván se había tornado
peligrosamente roja. No obstante,
ninguno de ellos tenía idea de lo mucho que podía empeorar la situación hasta
que Sam habló.
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