La Magia de Arzhvael

La Magia de Arzhvael
¿Qué es el destino? El destino es un conjunto de hechos inevitables o ineludibles, y existen distintas interpretaciones a cerca de él. Desde el punto de vista religioso, el destino es un gran plan creado por Dios y que no puede ser modificado por nada ni por nadie, algo que se contradice de entrada, con su concepto de libre albedrío. La filosofía en cambio le da un significado algo más amplio. Aceptando que nada sucede por azar, que nada se crea de la nada y que todo tiene una causa, entonces es porque estaba predestinado a suceder desde el momento en el que surgió la causa primaria. Teniendo en cuenta todo lo anterior, podemos resumir la cuestión, en que el señor destino, es una sucesión de acontecimientos que ocurren en diferente lugar y tiempo y cuyas consecuencias afectan al futuro, porque las acciones presentes son consecuencia de otras pasadas y de ellas derivaran las futuras… Adentrémonos pues, en las vidas, acontecimientos y decisiones que han tomado nuestros protagonistas, y veamos que misterios, aventuras o desventuras traerá consigo… El Destino

viernes, 6 de junio de 2014

Cap. 30 De vuelta a casa…



Cuando Sam despertó ese día, su consciencia estaba más clara y recordaba todo. Giró la cabeza y vio a Will de pie al lado de la cama.

-         ¿Cómo te sientes?
-         Como si me hubiesen apaleado, lo que técnicamente sucedió ¿no?  --  dijo ella
-         Vaya, me alegra que estés de ánimo para bromear

Ella lo miró durante unos segundos y notó varias cosas, entre ellas que el chico tenía profundas ojeras y se sintió terriblemente culpable, porque dado que su memoria estaba en pleno funcionamiento recordó que las veces que había despertado, lo había visto allí. Lo que la hizo plantearse otras preguntas.

-         ¿Cuánto tiempo llevo aquí?
-         Dos días  --  le dijo él
-         ¿Danny y los demás están bien?
-         Sí, lo están  --  vio la extrañeza en los ojos de ella y supo cuál sería la siguiente pregunta
-         ¿Por qué no los he visto?
-         Están detenidos  --  Will tenía muchas cosas buenas pero la delicadeza no era una de ellas, siempre decía las cosas en forma concisa, directa y ajustado a lo que se le preguntaba, nunca más ni menos
-         ¿Por qué?
-         Según entiendo, por desobedecer las órdenes que se le dieron

Sam no tenía idea de a qué órdenes se estaba refiriendo Will y como no se lo dijo, asumió que no lo sabía, de modo que pasó a otro asunto.

-         ¿Y los demás?
-         Define “demás”  --  y Sam frunció el ceño
-         Iván, Giulian, Eve…
-         Todos con excepción de Eve, incluidos mis dos hermanos, están detenidos también
-         ¿Por qué?  --  preguntó ella abriendo mucho los ojos
-         Por irrumpir sin autorización en la Sala de Juntas durante una reunión y por agredir a un Arzhaelí.

Ella no tuvo ningún inconveniente en imaginar el asunto, lo que no podía creer era que todos hubiesen hecho semejante barbaridad.

-         ¿Iván también?  --  preguntó para asegurarse
-         Sí, Iván también
-         ¡Por todos los cielos!  --  exclamó  --  No puedo creerlo.

Pero siendo que no era una pregunta, Will no dijo nada. Sam pensó una gran cantidad de cosas y de nuevo volvió a sentirse culpable, aunque en realidad no lo era. Hizo intento por levantarse pero Will se lo impidió.

-         No puedes levantarte aún.
-         ¿Por qué?  --  dijo mirándolo mal  --  Ya me siento bien
-         Me alegra saberlo pero hasta que Alan no disponga lo contrario, debes permanecer en la cama
-         Will, te agradezco mucho tu preocupación y cuidados, sé que has estado aquí todo el tiempo pero no eres mi padre, así que…
-         Estoy consciente del hecho obvio de no ser tu padre, señorita, pero igual no vas a levantarte

A pesar de que Sam realmente estaba muy agradecida con él, no pensaba quedarse allí mientras todos estaban detenidos y lamentó tener que hacer lo que iba a hacer. Sin embargo, no contó con el hecho de que no se las estaba viendo con ningún muchachito al que pudiese manejar con facilidad, Will McKenzie era un hombre de veintiséis años y con una habilidad e instinto como pocos. De manera que antes de que la idea terminase de formarse en su cabeza, se vio sujeta a la cama sin poder moverse.

-         Lamento tener que hacerlo de este modo pero tú me obligaste. Y ahora que tengo tu atención, sugiero que me escuches  --  le dijo y apoyó ambas manos a los lados de su cabeza  --  Nos diste un enorme susto, llevo tres noches sin dormir preguntándome si tendrías la fuerza suficiente para salir de esto. Y de no ser así, probablemente sería yo quien estuviese en una celda por haber querido hacer lo que hicieron los demás, con la diferencia de que yo sí habría matado al infeliz. De modo que tú te quedaras exactamente donde estás señorita Douglas, así tenga que recurrir a medios tan poco delicados como este ¿Me he expresado con claridad?

Después de escucharlo, a Sam se le pasó la ira que había sentido al sentir que no podía moverse y de pronto comenzó a llorar. Will había esperado que reaccionara exhibiendo su habitual terquedad, pero en ningún caso que lo hiciera de aquella forma y se maldijo considerando por primera vez que podía haber resultado muy duro con ella. De modo que soltó la sujeción y la abrazó dejando que llorase todo cuanto quisiese, aunque aquello lo hacía sentir miserable.

-         Lo siento Will  --  dijo ella después que se calmó un poco y él se apartó  --  En verdad estoy agradecida y lamento que te hayas preocupado tanto, pero es que no puedo quedarme aquí mientras todos están detenidos, yo…
-         ¿Tú qué exactamente?  --  preguntó él

Y realmente no había una respuesta para eso, Sam se dio cuenta que aunque pudiese levantarse e ir hasta donde estaban ellos, nada podría hacer. De manera que poco a poco fue recuperando la calma. Un poco más tarde llegaron Eve y Anne en compañía de Peter, y fiel a su costumbre Will caminó hacia la puerta pero en esta ocasión Sam lo detuvo.

-         ¿Dónde crees que vas?  --  los demás voltearon con extrañeza

Will llevaba tanto tiempo ejerciendo el arte de pasar desapercibido, que ya casi nadie reparaba en su presencia, así que casi lo miraron con asombro cuando tenía la puerta a medio abrir.

-         Debo alimentarme Samantha
-         ¡Oh, claro! Lo lamento Will  --  dijo ella enrojeciendo y algo parecido a una sonrisa apareció en los labios de él  --  ¿Deseas algo?
-         No gracias

El matrimonio McKenzie cruzó una mirada de franca extrañeza, y en el caso de Eve tenía una de asombro, porque no recordaba haber escuchado decir más de tres o cuatro palabras a aquel individuo en todo el tiempo que llevaban compartiendo. No obstante, nadie dijo nada y después de la partida de Will se dedicaron a hablar con Sam y a expresar su alegría de que estuviese mejor. Sam a su vez se interesó por Brendan y por saber cómo estaban los demás.

-         Los chicos salen en un par de días, mientras que los demás deben pasar más tiempo  --  informó Eve.

A pesar de que Sam se sentía bien, Alan dijo que debía permanecer en el Hospital unos días más, y no deseando causar más problemas ella obedeció sin protestar. Durante esos días Will siguió a su lado y desaparecía a la hora en que sabía que llegarían las visitas, de modo que aquel día no fue la excepción.

-         ¿Ya te marchas?  --  preguntó ella
-         En un momento llegará Eve  --  dijo él
-         ¿Por qué te molesta tanto la gente?
-         No me molesta pero no veo razón para que te asfixies con tantas personas a tu alrededor  --  y antes de salir se volvió  para hacer la pregunta usual  --  ¿Deseas algo?
-         Solo una cosa  --  él la miró y elevó una ceja, normalmente ella no pedía nunca nada aunque él siempre le llevaba algo
-         ¿Y bien?
-         Que regreses
-         Siempre lo hago  --  le dijo con su acostumbrado asomo de sonrisa

Después que se marchó Sam se recostó en las almohadas y cerró los ojos. Los chicos salían al día siguiente y Alan le había dicho que ella podría hacerlo el fin de semana. Se preguntó si tendría que ir de allí directo a la Sede o no y se dijo que debía preguntárselo a Eve. Giró la cabeza cuando escuchó la puerta esperando ver entrar a Eve  en compañía de los McKenzie, pero se trataba de otra persona.

-         ¡Casander!  --  él había sido otro gran ausente durante su estancia en el hospital
-         Hola Sam  --  la saludó  --  ¿Cómo te sientes?
-         Bien ¿y tú cómo has estado?
-         Lamento no haber venido antes  --  se excusó él  -- pero estuve aquí el primer día y…

Aunque suspendió lo que estaba a punto de decir, Sam no tuvo dificultad alguna en ver de qué se trataba. Casander había ido a verla en cuanto se había enterado de su ingreso al Hospital, pero al ver las condiciones en las que había quedado se había negado a verla de nuevo. Sin embargo, ella fue lo bastante generosa como para no hacer referencia al asunto.

-         Descuida, sé que en estas fechas debes estar muy ocupado con los exámenes finales  --  le dijo
-         Sí, pero me alegra saber que ya estás bien

Él se quedó un poco más, hasta que llegaron Eve y los McKenzie, luego de lo cual se despidió y se marchó. Eve se preguntaba qué habría sucedido con ellos, porque durante un tiempo pensó que Sam realmente estaba interesada en Casander y era evidente que él sí lo estaba en ella, pero aparentemente aquello parecía no haber funcionado.

Unos minutos después que Eve y los McKenzie se marcharon, llegó Will de nuevo con el acostumbrado trozo de pastel de chocolate y un libro. Sam se comió el pastel mientras conversaban y luego pidió ver el libro que había llevado él ese día. Los libros que solía llevar en realidad no era para que ella leyese, porque se suponía que no debía esforzar la vista aún, de modo que si le interesaban, él le leía un rato antes de que ella se durmiese y luego él continuaba con la lectura, porque Will McKenzie no volvió a dormir en su cama hasta el día que Sam salió del Hospital.

Alrededor de las tres de la mañana, Will suspendió repentinamente la lectura porque escuchó que Sam se quejaba, se acercó a la cama y notó que ella debía tener una pesadilla, porque se agitaba y se quejaba con los ojos cerrados. La tomó por los hombros y la sacudió.

-         ¡Samantha!  Samantha despierta  --  ella abrió los ojos y lo miró asustada  --  Tranquila, solo era una pesadilla
-         Danny… Giulian…  --  decía ella
-         Tranquila, ellos están bien  --  y con paciencia intentó tranquilizarla atrayéndola hacia su pecho y acariciando sus cabellos

Angmar hacía su recorrido por las habitaciones y cuando abrió la puerta de la habitación donde estaba Sam, vio la escena y volvió a cerrar discretamente, pero mientras se alejaba se preguntó si aún Giulian no se habría dado cuenta y decidió que seguramente no, porque sino aquel individuo no estaría entero.

Sam despertó muy temprano y como de costumbre no recordaba lo que había estado soñando. Se incorporó en la cama y Will la ayudó a levantarse acompañándola hasta la puerta del baño.

-         Bien hasta aquí llego yo, a menos que necesites ayuda  --  dijo con una mirada burlona
-         ¡Will McKenzie!  ¡No lo puedo creer!  --  exclamó ella  --  ¿Estás haciendo una broma?
-         Cualquiera que te escuchase pensaría que soy un ogro
-         No, pero estás bastante cerca  --  dijo ella en el mismo tono

Hacia las diez de la mañana Will dijo que se marcharía, cosa que extrañó a Sam pero él le dijo que los chicos no tardaban en venir, porque había escuchado que su padre decía que saldrían a primera hora. Y en efecto, aproximadamente media hora después de que Will se marchase, Sam era abrazada y besada por su hermano y sus amigos. Estaban realmente contentos y aliviados de verla bien,después de cómo la habían visto.
-         Entiendo entonces que ellos no pudiesen venir pero ¿y ustedes?  --  dijo Sam luego de los saludos y de enterarse que las chicas no habían estado detenidas, porque hasta ese momento ella pensaba que todos lo estaban 
-         No nos dejaban salir Sam   --  dijo Diandra
-         ¿Por qué?
-         Porque hasta hoy es que estamos oficialmente de vacaciones  --  informó Aderyn  -- de no ser así probablemente estos caballeros habrían permanecido más tiempo guardados.
-         ¿Cómo están los demás?  --  preguntó
-         Bien  --  dijo Danny  --  Iván ya sabes, todo se lo toma con filosofía, Peter soportando las furiosas diatribas de Liz cada vez que va a verlo; los gemelos y Jonathan de un humor criminal, y en el caso de los gemelos no dejan de molestar a Garlan y el susodicho ya mejor de la paliza que recibió, lo cual es una pena.
-         ¡Danny!
-         No me dirás ahora que sientes compasión por el infeliz ese  --  dijo Gail
-         No es eso pero solo hacía su trabajo  --  dijo ella
-         Si hubiese sido así no habría terminado en una celda nena  -- sentenció Mael

Los chicos le informaron también que antes de salir, Eowaz les había dicho que todos los aspirantes ya habían rendido su informe acerca de la actividad final y solo faltaban ellos que tendrían que hacerlo el lunes en la mañana cuando ya Sam estuviese de alta. Y además, que la ceremonia de juramentación tendría lugar en dos semanas.

Durante ese día y el siguiente, los chicos estuvieron entrando y saliendo durante todo el día con excepción de Mael que no se movió de allí, razón por la cual Will no volvió hasta la noche cuando ya todos se habían marchado.

-         Vaya, pensé que ya no vendrías  --  dijo ella
-         ¿Tuviste oportunidad de echarme de menos con tanta compañía?
-         Por si no lo ha notado señor McKenzie, ninguno de ellos es usted  --  dijo ella
-         Me pregunto si eso será malo o será bueno  --  y ella le lanzó la servilleta llena de chocolate  --  Gracias, pero no me agrada mucho el chocolate
-         ¡Tonto!

Dos días después Sam volvía a casa y después de ver a Brendan, lo primero que quiso hacer fue ir a ver a los Arzhaelíes. Le causó mucho dolor verlos allí encerrados y volvió a sentirse culpable, pero ellos le aseguraron que no tenía por qué.

El lunes a primera hora se presentaron a la Sede para rendir su informe y Eowaz se mostró interesado en un par de cosas en particular.

-         Samantha ¿qué conjuro empleaste para atacar a los Schrat?
-         Uno normal para repeler señor
-         ¿Estás segura?
-         Sí señor  --  dijo ella con extrañeza  --  ¿Por qué?
-         Porque según los instructores, todas los atacaron pero el tuyo fue el único que logró herirlos  --  dijo él
-         ¿Y sabemos por qué?
-         Me temo que aún no  --  le dijo con sinceridad
-         Pero es un buen asunto ¿no?  --  dijo Gail
-         Sin duda lo es  --  reconoció Eowaz y luego miró a Mael  --  Tengo entendido que estuviste a punto de transformarte.
-         Así es señor
-         Bien, pero no lo hiciste y eso es un gran logro
-         Que no me pertenece  --  dijo él avergonzado
-         ¿A qué te refieres?
-         Fue Sam quien detuvo mi transformación  --  dijo el chico
-         Mael, la transformación de un Licántropo no puede detenerla nadie, solo él mismo.
-         Pero si ella no me lo hubiese pedido no lo habría hecho  --  reconoció él
-         Aun así es un gran paso Mael  --  le dijo Eowaz admirando la honestidad del chico  --  Cuando un Licántropo está en el proceso de transformación, su parte racional queda relegada y la irracional toma el control. De modo que el hecho de que hayas logrado dominarla es un gran avance, porque con la práctica lograrás tener absoluto dominio y tus emociones no serán el desencadenante de una transformación, sino que será algo plenamente consciente.

Después de un breve silencio, Eowaz miro de nuevo a Sam

-         Lamento mucho lo ocurrido Samantha, pero debo felicitarte, porque según el mismo Garlan mostraste en todo momento una resistencia muy superior a la que podríamos haber esperado de alguien tan joven.
-         Gracias señor
-         Muy bien jóvenes  --  les dijo  --  Mis felicitaciones a todos, han finalizado su entrenamiento con éxito y no esperaba menos de ustedes. Una vez que ingresen al Cuerpo, saben que seguirán recibiendo entrenamiento, pero ahora con otros instructores. Por lo pronto, tienen dos semanas libres antes de la ceremonia de juramentación.

Los chicos salieron muy contentos, pasaron a darle las buenas nuevas a los Arzhaelíes y luego fueron a casa.

Brendan ya tenía siete meses y era tan inquieto que Eve se estaba planteando amarrarlo. Kobil y Willow habían sido traídos a Arx y ambos ayudaban mucho en el cuidado del pequeño Brendan, sobre todo cuando Eve debía trabajar, pero también tenían a una chica que era una especie de institutriz aunque no le había podido enseñar gran cosa aún al pequeño. Sin embargo, ya Brendan decía tres palabras: mamá, papá y no. Esta última para exasperación de Eve, era la que utilizaba con mayor frecuencia, y otra cosa era que el niño no podía distinguir entre su padre y su tío, de modo que los llamaba papá a ambos, pero como decían todos, si nadie podía distinguir a esos individuos mucho menos un bebe.

Los Arzhaelíes finalmente fueron liberados pero como Eowaz no les había avisado cuándo sucedería, el jubiloso grito de alegría que lanzaron todos al verlos llegar a la hora de la comida fue ensordecedor. Sam se levantó y corrió a los brazos de Iván en primer lugar para gran consternación de Giulian, aunque luego saludó igualmente emocionada a los demás, con lo que Giulian se quedó un poco más tranquilo. Pero ese día no estaba destinado a ser un día feliz para él. Sam pasó toda esa tarde literalmente en brazos de Iván y cada vez Giulian intentó hablar o acercarse a ella, estaba con Iván.

A final del día poco antes de la cena, explotó lo que llevaba tanto tiempo acumulándose en el interior del gemelo.

-         Princesa  --  dijo acercándose a ella  --  ¿Podemos hablar un momento?
-         Después Giulian, ahora estoy hablando con Iván
-         ¡Llevas toda la maldita tarde hablando con Iván!  --  exclamó quizá más alto de lo que pretendía originalmente  --  ¿Podrías dedicarme un minuto?
-         ¡Giulian!  --  exclamó a su vez Iván poniéndose de pie
-         ¡Cállate, no estoy hablando contigo!
-         Pero yo sí lo estoy haciendo contigo  --  dijo él en un peligroso tono que por su calma resultaba más amenazante  --  Acompáñame  --  y no era una amable invitación, sino una orden

Todos en el Salón estaban en estupefacto silencio pero Vlad se preparó para intervenir, porque conocía mejor que nadie a su hermano y aparte de eso estaba sintiendo su ira como si fuese propia.

-         No pienso ir a ningún lugar contigo, todo lo que quiero es…
-         He dicho que me acompañes  --  y lo sujetó por un brazo

Iván rara vez utilizaba su fuerza que no era poca dada su condición, con ninguno de sus amigos, pero en aquella ocasión era urgente sacar a Giulian de escena y tener una seria conversación con él. Sin embargo, Giulian nunca hacía las cosas fáciles y si estaba furioso mucho menos.

-         ¿Para qué quieres sacarme de aquí?  --  preguntó  --  ¿Para decirme en privado lo que no tienes el valor de decir en público?
-         Giulian basta
-         Vamos Natchzhrer  --  siguió él  --  Ten el valor de decirle a todo el mundo que te has enamorado de Samantha y más aún, probablemente has utilizado tu poder para que ella crea que siente lo mismo

Anne se llevó las manos al pecho y la boca y tuvo que ser sujetada por Peter. Aderyn y Diandra se miraron con consternación; Danny y Gail cerraron los ojos, porque ellos pensaban algo similar aunque sin los añadidos que Giulian había mencionado. Eve no solo estaba atónita, sino que se preguntaba cómo había sucedido todo aquello. Mientras que Mael y Will se preguntaban cómo alguien podía equivocarse tanto en la vida.

-         Deja de decir estupideces Giulian  --  intervino Vlad con más calma de la que cabía esperar


Y para buena fortuna de su gemelo lo separó de Iván, porque de lo contrario las cosas habrían podido ponerse mucho peor, ya que la mirada de Iván se había tornado peligrosamente roja.  No obstante, ninguno de ellos tenía idea de lo mucho que podía empeorar la situación hasta que Sam habló.

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